Tres formas sencillas de monetizar tu LinkedIn y convertir tu experiencia en dinero
Sho Dewan Colaborador
Sho Dewan Colaborador
La mayoría de la gente no lo sabe, pero LinkedIn no solo sirve para buscar trabajo. De hecho, es una de las formas más fáciles de empezar a ganar plata online. Con más de 900 millones de usuarios, mucha gente busca activamente ayuda en exactamente lo mismo que vos. ¿El problema? La mayoría de los profesionales configuran sus perfiles como un currículum, en vez de usarlo como una herramienta para atraer clientes.
Si sos freelance, consultor o emprendedor, no necesitás una página web sofisticada ni miles de seguidores para empezar a conseguir clientes. Lo único que necesitás es optimizar tu perfil de LinkedIn, hacer que sea fácil contactarte y empezar a conectar con tu red de contactos.
A continuación, te explicamos cómo lograrlo en tres simples pasos.
Cuando alguien visita tu perfil de LinkedIn, ¿entiende al instante a qué te dedicás y cómo podés ayudarlo? ¿O solo ve una lista de trabajos anteriores? Si buscás clientes, colaboraciones o querés crecer profesionalmente, tu perfil tiene que ser mucho más que un simple CV. Tiene que ser realmente útil y generar oportunidades.
Tu titular es lo primero que ve quien entra a tu perfil, así que no te limites a poner únicamente tu puesto. Aprovechá ese espacio para vender claramente lo que ofrecés. Pensá tu titular como tu propio discurso de venta. Mantenelo simple, directo y cargado de palabras clave que permitan que el público adecuado te encuentre fácilmente.
Usá un eslogan orientado a resultados. Frases como: "Ayudo a pequeñas agencias a conseguir más clientes" o "Ayudo a las personas a mejorar sus finanzas" dejan en claro inmediatamente qué problema resolvés. Vos querés que quien visite tu perfil lo entienda de una sola mirada.
Una vez que lograste captar su atención, tu sección "Acerca de" debe mantener vivo su interés. Este es el espacio donde convertís esas visitas a tu perfil en oportunidades concretas. En lugar de hacer una lista aburrida de tu experiencia laboral, aprovechá para contar tu historia de una forma que realmente conecte con tu público.
Arrancá con un gancho atractivo que invite a seguir leyendo. Luego, explicá claramente cómo ayudás a las personas y por qué sos el mejor en lo que hacés. Reforzá tu mensaje con números, casos de éxito o testimonios concretos. ¿Ayudaste a una empresa a incrementar su facturación un 30%? ¿Ya asesoraste a más de 100 profesionales? Decilo claramente. Si lográs hacerlo bien, tu perfil no solo va a verse bien, sino que además atraerá clientes potenciales y te posicionará como un referente en tu sector.
¿Querés que sea más fácil para la gente trabajar con vos? La sección Destacados de LinkedIn es tu enlace integrado en la biografía. Es un recurso privilegiado, pero la mayoría lo ignora o lo usa incorrectamente.
Si tenés LinkedIn Premium, podés añadir un enlace a tu perfil para que tus contactos puedan visitar tu sitio web o agendar una llamada fácilmente. Incluso sin Premium, esta sección es una de las mejores maneras de convertir las visitas a tu perfil de LinkedIn en negocios reales. En lugar de esperar que la gente se desplace por tus publicaciones para encontrar tus ofertas, colocalas en primer plano, donde sea imposible pasarlas por alto.
A diferencia de las publicaciones habituales que se pierden en el feed, la sección Destacados mantiene tu mejor contenido en la parte superior. ¿Y lo mejor? LinkedIn no te penaliza por añadir enlaces externos, así que podés generar tráfico sin preocuparte por el alcance.
Usá este espacio para destacar casos prácticos, testimonios o incluso recursos gratuitos como seminarios web o libros electrónicos. En lugar de simplemente contarles a los demás lo que hacés, permitiles ver los resultados por sí mismos. Esto funciona mejor que las llamadas a la acción tradicionales porque resulta natural.
Un discurso de venta directo puede resultar desagradable, pero ofrecerles a las personas un recurso gratuito, una historia de éxito o una perspectiva interna de tu trabajo les permite interactuar a su propio ritmo. Generás confianza sin forzar la conversación.
No dejes al azar que tus clientes potenciales revisen tus publicaciones; brindales una ruta clara para obtener más información y actuar. Cuanto más fácil sea para los demás ver tu valor, más rápido convertirás las visitas en oportunidades.
LinkedIn está diseñado para conectar, pero la mayoría de la gente trata sus mensajes directos como un correo electrónico masivo. Por eso los ignoran.
Resistite la tentación de lanzarte directamente a una propuesta; empezá por conectar con tu red. Dejá comentarios reflexivos, participá en las publicaciones y compartí tus ideas. Cuanto más activo seas, más contactos reconocerán tu nombre, lo que facilitará iniciar una conversación cuando finalmente te pongas en contacto con ellos.
Cuando les envíes mensajes directos, hablales de ellos. Preguntales sobre su trabajo, sus objetivos o algo que hayan compartido recientemente. Las conversaciones que empiezan de forma natural tienen más probabilidades de llevar a algo valioso. Si mencionan un desafío con el que puedas ayudar, orientá la conversación hacia una solución.
Una vez que estén interesados, guialos hacia el siguiente paso sin complicarlo demasiado. Ya sea consultar un caso práctico, agendar una llamada rápida o revisar tu portafolio, hacelo fácil para ellos. ¡Y no olvides hacer seguimiento! La gente suele estar ocupada, pero un mensaje oportuno puede reencauzar la conversación. Cuanto más interactúes, más oportunidades crearás y más fácil será convertir tus contactos en clientes.
LinkedIn tiene la audiencia, las herramientas y las oportunidades; solo tenés que usarlas bien. Presentate, interactuá y hacé que los demás vean fácilmente tu valor. Hacelo de forma constante y te resultará mucho más fácil cobrar por tu experiencia. ¡Vos podés!
*Con información de Forbes US.