A raíz del COVID, el escenario del trabajo experimentó un cambio innegable. El homeoffice, que antes era una rara excepción, se convirtió en algo súper corriente, lo que revolucionó todas las dinámicas de trabajo. Acá cuatro tendencias que debemos tener en cuenta:
Trabajo híbrido
Las oficinas no se terminaron para siempre (lo sentimos). Los modelos híbridos, que combinan el trabajo en la oficina y a distancia, se están convirtiendo en la norma.
Las empresas están adoptando este enfoque para ofrecer a los empleados lo mejor de ambos mundos: la colaboración de las interacciones en persona y la comodidad de trabajar desde casa. Con este modelo, los empleados pueden trabajar desde casa cuando lo necesiten y acudir a la oficina para almorzar gratis cuando... también lo necesiten.
Mejores herramientas digitales
A medida que el trabajo a distancia sigue evolucionando, también lo hace la necesidad de una infraestructura digital sólida (un nombre elegante para... la tecnología).
Las empresas están invirtiendo en mejores soluciones de conectividad, servicios en la nube y medidas de ciberseguridad, incluidas la IA (inteligencia artificial) y la RV (realidad virtual). Sí, así es: es como un videojuego, pero para el trabajo.
El uso de la RV puede salvar la distancia entre los espacios de trabajo físicos y virtuales. Estas tecnologías pueden simular entornos de oficina, facilitar reuniones virtuales y crear espacios de trabajo virtuales de colaboración que imiten las interacciones de la vida real. También cabe esperar herramientas de comunicación más sofisticadas e integradas, diseñadas para mejorar la colaboración.
Horarios más libres
Puede que Dolly Parton trabajara de 9 a 5, como dice su canción, pero quizá nosotros no tengamos que hacerlo. Las tendencias de trabajo remoto podrían permitir un trabajo más asincrónico.
Este enfoque permite a los empleados trabajar en horarios que se adaptan a su productividad y a su vida personal.
El trabajo asincrónico no sólo se adapta a las diferentes zonas horarias, sino que también fomenta un entorno de trabajo orientado a los resultados. Otro gran beneficio: se duerme más.
Centrarse en el bienestar
El aislamiento y el agotamiento asociados al trabajo a distancia (y los últimos cuatro años, en general) pusieron la salud mental en el punto de mira. Las empresas están introduciendo iniciativas como horarios flexibles, días de salud mental y programas de bienestar.
No se trata sólo del bienestar de los trabajadores, sino también del planeta. El trabajo a distancia está contribuyendo a las prácticas sostenibles, reduciendo la necesidad de desplazamientos y disminuyendo la huella de carbono.
Conclusión
El futuro del trabajo a distancia es una evolución hacia un entorno laboral más flexible, eficiente y centrado en el empleado.
Mientras nos adaptamos a estos cambios, está claro que la revolución del trabajo a distancia no hizo más que empezar, trayendo posibilidades apasionantes tanto para los trabajadores como para las empresas. Y lo mejor de todo: siestas durante la jornada laboral. Eso sí, no se lo diga a su jefe.