El mercado laboral actual no es tan bueno si sos un profesional de cuello blanco. Sólo el sector tecnológico perdió más de 170.000 empleos este año. El contagio de la pérdida de empleo se extendió a la mayoría de los sectores. Muchas empresas congelaron la contratación para reducir gastos.

Se acerca el verano, que es una de las épocas de contratación más lentas, debido a las vacaciones y a la ralentización general de las actividades empresariales.

A pesar de los retos que se avecinan, a veces hay que cambiar de trabajo. Aunque puede ser duro, te debés a vos mismo ser feliz en el trabajo. Si estás indeciso sobre qué hacer, acá tenés algunas preguntas que debés hacerte antes de presentar tu dimisión sin tener otro trabajo a la vista.

¿Sentís una evidente falta de satisfacción?

Si no estás satisfecho con tu trabajo actual, puede ser una señal de que necesitas empezar a buscar uno nuevo. Si descubrís que no disfrutas con tu trabajo, te sentís insatisfecho o no se te plantean suficientes retos, te vas a sentir desmotivado y poco entusiasmado. Trabajar en estas condiciones va a acabar con tu motivación. Tu productividad caerá en picado. El jefe se va a dar cuenta y te va a retar por abandonar en silencio. Todo va a empezar a ir cuesta abajo.

¿Sentís que en tu empresa no hay camino que recorrer?

A veces te quedás atascado y sufrís estancamiento laboral. No crecés, no aprendés, no asumís nuevos retos. Los días se suceden sin cambios. Es frustrante que tus habilidades se estén atrofiando, ya que no se aprovechan al máximo. Te debes a vos mismo buscar un puesto en el que puedas crecer, desarrollarte y avanzar dentro de la empresa.

¿Existe una falta de equilibrio entre trabajo y vida privada?

Si tu trabajo te exige demasiado tiempo y energía, dejándote poco o ningún tiempo para vos o tu familia, es una señal de advertencia de que necesitás buscar otras oportunidades.

De lo contrario, puede provocar agotamiento e influir negativamente en tu salud física, mental y emocional. Un mal equilibrio entre trabajo y vida privada también puede tensar las relaciones con la familia y los amigos, haciendo que se pierdan conexiones significativas.

¿Estás atrapado en un entorno de trabajo tóxico?

Un entorno de trabajo tóxico puede definirse como aquel en el que hay un alto nivel de estrés, mala comunicación o falta de respeto y apoyo por parte de compañeros o jefes. Sentirse poco apoyado, infravalorado o acosado en el trabajo puede tener graves consecuencias para la salud mental y el rendimiento laboral, lo cual es una señal para empezar a buscar un nuevo empleo.

¿No se valoran todos tus esfuerzos?

Si creés que en el trabajo no se reconocen o aprecian tus contribuciones, puede que tengas que marcharte y buscar un lugar donde te valoren.

Antes de hacerlo, solicitá una reunión con tu jefe para hablar de tus preocupaciones. Exponé de forma clara y concisa todo el trabajo que hiciste. Dale ejemplos de tus éxitos y de las veces que fuiste más allá de la descripción de tu trabajo para tener un impacto. Recordá al supervisor que superaste las expectativas. Si recibís una respuesta negativa, pedile información específica sobre lo que podes mejorar o hacer de forma diferente para ajustarte a las expectativas de la empresa.

Con la alta inflación y la escalada de los costes, ¿Sentís estrés financiero? Si tienes problemas económicos, ponéte en contacto con tu jefe para hablar de tu compensación. Es posible que puedan ofrecerte apoyo o recursos para ayudarte a gestionar tus finanzas con un programa de bienestar financiero y beneficios adicionales, como un plan de jubilación o programas de asistencia al empleado. 

Si no es posible un aumento de sueldo debido a la situación financiera de la empresa, considera la posibilidad de aceptar un trabajo a tiempo parcial o un "gig work" para obtener ingresos extra.

Si tu trabajo actual no te proporciona suficiente estabilidad económica o se siente mal pagado, podría ser una señal de que debés empezar a buscar un empleo mejor remunerado.

¿Te sentís incómodo e insatisfecho con la cultura de la empresa?

Si no encajás en la cultura de tu empresa o no estás de acuerdo con los valores o la misión, puede que sea el momento de buscar un lugar de trabajo que se alinee con tus valores y creencias.

No tomes medidas hasta que intentes remediar la situación. Buscá formas de influir y contribuir positivamente. Ofrecé nuevas ideas e iniciativas, levanta la mano para asumir nuevos proyectos e involucráte en los eventos de la empresa. Buscá compañeros de trabajo afines que compartan tus valores y creencias fundamentales. Podés crear tu propia subcultura corporativa con un grupo muy unido de personas que se apoyen mutuamente.

Estas acciones pueden ayudarte a sentirse mejor con el entorno. Si nada cambia, confirmará tu instinto de seguir adelante.

¿No confías en tu jefe y en el equipo directivo?

Si no confiás o no respetas las decisiones tomadas por la dirección, o si hay falta de transparencia, podría ser una señal de que necesitas encontrar un nuevo trabajo en el que te sientas más cómodo y confiado en el liderazgo.

Reflexiona sobre por qué no confías en tu jefe o en el equipo directivo. ¿Se debe a algo que hicieron o dijeron, o a tu instinto general? Identificar las razones de tu falta de confianza puede ayudarte a determinar el mejor curso de acción.

Antes de tomar decisiones precipitadas, habla con tu jefe, un colega de confianza, un mentor o una persona de recursos humanos para ver si pueden aliviar la situación.

*Con información de Forbes US