Forbes Ecuador
Raul Navarrete-Emretsson
Liderazgo
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Tiene 27 años, es ecuatoriano y es el gerente de operaciones de ingresos y ventas internas en Netigate. Esta empresa sueca le abrió las puertas a Raul Navarrete-Emretsson.

29 Diciembre de 2023 14.16

Este ecuatoriano llegó a Estocolmo, Suecia, en 2021. Se casó y fusionó su apellido con el de su esposa. Raul Navarrete-Emretsson tiene 27 años y se desempeña como Head of Revenue Operations & Inside Sales (Gerente de operaciones de ingresos y ventas internas) en Netigate. Una empresa que maneja el modelo SaaS (software como servicio) y ayuda a sus clientes a escuchar la voz de sus empleados y consumidores para mejorar sus decisiones empresariales y sus resultados comerciales. Más de 1.500 marcas a escala como  mundial como Spotify, Vodafone, Continental, entre otras, confían en sus servicios –principalmente encuestas. 

Nació en Quito y estudió Relaciones Internacionales y Ciencias Políticas en la Universidad San Francisco de Quito. Realizó un año de intercambio en la Universidad de Georgia en EE.UU. y regresó a trabajar en el sector turístico. Al inicio no sabía qué hacer, pero los negocios siempre estuvieron en su radar.  En una entrevista con Forbes Ecuador comentó que nunca buscó vivir en Suecia, la vida lo llevó hasta allá.

¿EE.UU. cambió su vida?

Sí, conocí a mi esposa en ese año de intercambio. Regresé a graduarme oficialmente de la universidad y mantuvimos una relación a distancia. En ese tiempo también ingresé a Metropolitan Touring como pasante para escribir y ser traductor de inglés a español. Después se abrió una vacante en ventas y estuve casi dos años hasta que llegó el Covid-19 y remató todo. Mi posición era específica para la gente que llegaba del extranjero, trataron de mantenernos por un tiempo, pero la cosa no mejoraba y salí en noviembre de 2020.  

¿Tenía un Plan B?

Por coincidencias de la vida un año antes comencé a tramitar mi permiso de residencia en Suecia y dos semanas después de salir de Metropolitan Touring me llegó una carta con mi permiso para mudarme. No tenía nada en Ecuador y mi novia estaba terminando la universidad allá. Un tiempo antes compramos juntos un departamento, a dos horas de Estocolmo, en medio de la nada, para facilitar los papeles y viajé a finales de febrero de 2021, llevando solo mi ropa. Era un departamento súper chiquito, no teníamos cama, solo una lámpara y una televisión (sobre una caja).

¿Fue duro llegar a un país tan lejano al nuestro?

Bueno, al inicio sí dije como: 'chuta, qué vamos a hacer'. Un país nuevo, con gente nueva y con un idioma nuevo. Lo que hice fue entrar a LinkedIn y ver qué tan difícil es empezar desde cero y seguir haciendo lo que hacía en Ecuador. Apliqué y cinco minutos después me llamaron. Bannerflow fue la primera empresa que me dio chance aquí. Me preguntaron quién era, qué idiomas hablaba… la única traba fue que vivía muy lejos. No creían que fuera posible, pero le expliqué que en Quito es fácil destinar casi una hora y media al día para llegar al trabajo. Me costó convencerles, aquí mi experiencia no contaba y lo que fui en Ecuador no valía nada. Me acuerdo que me preguntaron si tenía personalidad para ventas y les mostré mi cuenta de TikTok, les dije que yo hacía absolutamente todo, no tenía miedo a nada.

¿Su cuenta de TikTok le ayudó a conseguir ese primer empleo?

Casi que me contrataron por eso. En 2020, cuando las cosas se pusieron súper lentas por el Covid-19, por el aburrimiento, cree una cuenta. Comenzamos a hacer un montón de videos de cualquier cosa, de la cultura ecuatoriana y sueca. Toda la vida he querido hacer contenido de alguna forma, pero nunca me había animado. Y la verdad es que los primeros videos que hice no pegaron, cuando incluí en los TikTok a mi esposa comenzaron a funcionar. Todo el mundo era como: 'wow, cómo hiciste para enamorar a una sueca'. Allá nuestros videos tenían en promedio 2,3 millones de reproducciones, aquí el algoritmo no es el mismo y tampoco el contenido va con mi vida profesional. Ahora subimos uno cada tres o cuatro meses.

¿Ahí comenzó su carrera en la industria tech?

Sí, hice algunas cosas –entre las más importantes– era responsable de establecer los flujos de trabajo y las estrategias para agilizar el departamento de ventas, trabajando con canales inbound y outbound. Me fue súper bien y comencé a subir. Logré mudarme a Estocolmo, me compré una casa y ya no viajo tres horas todos los días. Después me llamaron de Netigate, me dijeron que querían hacer cosas más amplias y ahora me dedico a manejar todo lo que son las operaciones de los ingresos.

¿Habla sueco?

No, mucha gente me dice que llevo tanto tiempo viviendo aquí y aún no lo hablo, pero no lo utilizo, mi trabajo es 100 % en inglés.

¿Qué hace Netigate?

La empresa te permite crear encuestas desde cero que pueden tener un objetivo específico. Por ejemplo, para calificar el ambiente laboral, qué tan felices están tus clientes con tu producto… Todo se realiza directamente desde la plataforma y la nube, también contamos con sistemas para obtener automáticamente retroalimentación de manera específica y con marcos de tiempo. Toda esa información se entrega a los jefes y es una herramienta para (entre otras cosas) mejorar el ambiente laboral, que al final del día está relacionado con los ingresos. 

¿Qué hace usted dentro de la empresa?

Yo maximizo el potencial de sus ingresos. Además de analizar el punto de vida del cliente, debo predecir cuáles van a ser los ingresos de la empresa, cuánto dinero se va a ir versus cuánto dinero va a entrar. ¿Qué pasa cuando un cliente decide que ya no quiere renovar el contrato o qué pasa cuando dice que sí quiere renovar el contrato? Esto a través de diferentes puntos como el marketing, los agentes de ventas, las encuestas…

¿Y cómo es su equipo de trabajo?

Bueno, la crisis económica ha hecho que se reduzca un poco en los últimos meses. Sin embargo, cuento con un jefe de operaciones, un equipo de ventas y otro que se dedica a buscar gente que está interesada en el producto. Somos ocho personas.

¿Cómo ha sido esa transición de salir de Ecuador a Suecia?

Cuando llegué dije: '¡wow, es súper diferente!'. Aquí no se habla mucho de eso, pero aparte del frío no hay mucha luz en el invierno y es deprimente. A las 14:30 ya es oscuro y el sol sale a las 9:00. Son cosas que ­–con el tiempo– te llegan a afectar. Nosotros consumimos un montón de suplementos con vitamina B y tratamos de salir a las 12:00 si hay un poco de sol.

¿Con respecto al ámbito laboral?

Obviamente hay muchas más libertades en comparación con Ecuador. Por ejemplo, tienes un periodo de maternidad y paternidad más extendido y –si estás enfermo– no tienes que traer la nota del doctor. Hay mucha más confianza con los empleados. Además, hay una creencia general de que el balance entre el trabajo y la vida está bien marcado. El tiempo personal está por encima del trabajo.

¿Vivir en Suecia te ha permitido crecer más rápido en tu carrera?

Sí, 100 %. La primera vez que subí de puesto en Bannerflow mis compañeros suecos me preguntaban por qué estaba tratando de hacer cosas que no estaban dentro de la descripción de mi rol. Y para mí, dentro de mi cabeza de ecuatoriano, siempre fue bueno hacer eso. Mientras más responsabilidad, más oportunidades de crecer. En Suecia si no es de tu área no lo topas, pero yo siempre he tenido ganas de seguir buscando cosas nuevas y quiero aprender de áreas que no entiendo. Esto me ha ayudado a que vean mi esfuerzo y a subir más rápido.

¿Hacia dónde vislumbres tu futuro?

Está aquí. Me casé, mi esposa trabaja aquí y tengo una casa. Nuestra vida está hecha aquí y a pesar de que tengo limitadas las empresas que me pueden recibir sin hablar sueco tengo grandes oportunidades. De manera personal, Suecia es de esos países donde sí vale la pena vivir y tener hijos. Es una vida simplemente mucho más sana.

¿Qué es lo que más te gusta de Suecia?

Yo diría que mi esposa.

¿Qué es lo que menos te gusta?

En este punto nada, te acostumbras. Si me hubieras preguntado hace dos años te hubiera dicho que el clima y la comida.

¿Te costó cambiarte de país?

Sí, al inicio tratas de buscar cualquier cosa que no te gusta. Después comienzas a sentirte como en casa. (I)

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