Desde su infancia, Sabrina Haldemann tuvo que enfrentar el camino de los trastornos alimenticios, como anorexia y bulimia, para comprender el camino correcto por el cuidado de la salud. Durante la pandemia padeció un problema en su piel y en ese momento es cuando busca tener el enfoque para adentrarse en el ámbito de la dermonutrición. Actualmente se encuentra estudiando esta especialización.

Para Haldemann, la gente no tiene conciencia sobre los cuidados de la piel o del cabello que son el reflejo de la salud interna de la persona. “Si tienes una oxidación en tu piel, es porque puedes tener una oxidación interna que puede estar afectando tu hígado, tu corazón o cualquiera de tus órganos”, menciona Sabrina.

Trabajó en P&G en Suiza, donde adquirió toda la experiencia y las bases en temas de marketing y el arte de los empaques. “Había desde espacios para dormir para el que tuviera sueño, los empleados tenían un horario flexible y buscaban resultados. Fue una experiencia súper cool y una buena lección de vida. Estuve en P&G por siete años”.

Llegó al Ecuador con la idea de tener su propia línea de shampoo. Para ello, se asoció con un laboratorio para desarrollar una línea de productos capilares. Además del shampoo, también se desarrolló un acondicionador y pastillas para el crecimiento capilar. “Me fue bastante bien y a la final le terminé vendiendo la empresa a mi socio para irme unos meses a encontrarme conmigo misma”.

Posterior a ello, se radicó por un tiempo en Asia, en el que aprendió varios temas sobre el mundo holístico y, a su regreso al país, los puso en práctica en su día a día. “El cuidado de la persona es completo, se trata de cuidar tus hábitos de dormir, tu felicidad, el sonreír, como te ve la gente. No puedes enfocarte solo en un área de tu vida, tiene que ser en todo para tener un mejor resultado en todo”.

Sabrina se guía por la filosofía de los 21 días. “Practico lo que sea, como por ejemplo un Journal de gratitud, todos los días me obligo hasta aprender y que sea parte de mi rutina y de mis días. Todos los días debemos aprender algo nuevo”. 

Es la creadora de Renativ, nombre que viene de las palabras 'renacer' y 'nativo', un producto cuya base es la espirulina, un superalimento usado por los Aztecas, chasquis y en varias comunidades de África. Este producto otorga cierta energía mental y física, además de brindar nutrición cerebral al consumidor y protección a su sistema inmune. Hace dos años comenzó su camino para el desarrollo de este producto.

“Comencé a meterme en el mundo del biohacking, que consiste en hackear tu genética de una manera fácil. Con nuestro producto, sacamos la pulpa de la espirulina, la congelamos y mantiene su nutrición intacta. La cultivamos aquí en altitud, lo que la hace ser un superalimento porque tiene un poco de estrés, porque está acostumbrada a estar en alturas a nivel del mar. A mayor estrés, tiene mayores beneficios porque empieza a sacar sus antioxidantes”. (I)

Conoce más detalles de su historia en la entrevista completa, aquí: