La sociedad de la nieve, el gran éxito cinematográfico de Netflix, no solo ha revivido el interés por una de los episodios de supervivencia más grandes del siglo XX, sino que ha permitido hacer una nueva lectura la toma de decisiones en momentos críticos que ponen a prueba la mentalidad y el instinto del ser humano.

Para el mundo empresarial, esta película candidata al Oscar podría ser una lección valiosa para descubrir la importancia del trabajo en equipo y el liderazgo como herramienta para superar grandes dificultades.

Al igual que en las empresas, donde la colaboración y la cultura de equipo son esenciales, en la tragedia de los Andes, la unión y el trabajo en equipo fueron cruciales para la supervivencia. La cooperación entre los sobrevivientes, su solidaridad y apoyo mutuo, reflejan la importancia de la cultura corporativa en la promoción de la colaboración y el trabajo en equipo en situaciones adversas.

Las empresas necesitan trabajo en equipo

Los supervivientes del siniestro aéreo conformaban un equipo de alto rendimiento. Estaban entrenados, tenían una sinergia casi natural, se conocían de años, había camaradería. Lograr algo así en las empresas podría ser determinante para enfrentar con éxito imprevistos empresariales.

Los equipos de alto rendimiento se conocen muy bien y tienen valores comunes. También hay confianza y respeto. Tal como ocurre en La sociedad de la nieve, el contar con los equipos humanos adecuados, formados por personas motivadas, compenetradas y dispuestas a solucionar los problemas, va a marcar la diferencia entre la supervivencia y la muerte empresarial.

Es importante recalcar que para que exista un equipo unido, debe existir un liderazgo adecuado, y en una situación de La sociedad de la nieve, tomar la iniciativa y motivar a los demás determina el éxito o fracaso. Y esa figura debe emerger naturalmente y reflejar la cultura y valores de la organización, tal como la del grupo de sobrevivientes.

Un buen líder crea y mantiene equipos de alto rendimiento, mantiene una alta motivación y compromiso de todos sus colaboradores. No hay que olvidar que el buen líder no piensa en que su equipo está para servirle, sino justo lo contrario: está para cuidar y hacer crecer a todos los suyos.

El liderazgo y coliderazgo, esenciales en las empresas

Aunque siempre hay una figura líder en las empresas, existen escenarios donde otros surgen como líderes dependiendo de su experiencia o conocimientos. Es lo que llamos "liderazgo situacional".

"El líder situacional, en momentos de crisis, es esa persona que da un paso al frente, motiva y organiza al equipo para alcanzar soluciones y también cuida de todos y cada uno de los miembros del equipo", explica la experta en recursos humanos. No tiene que ser alguien con ningún título ni cargo, pero sí alguien respetado por su grupo. Cualquiera puede ser un líder si la situación lo requiere y se dan las condiciones adecuadas.

Es un coliderazgo necesario, pues el líder principal puede verse superado por la situación y no lograr abarcar la totalidad de los retos de una crisis o proyecto complejo. Ahí entran otras fichas a apoyar y enriquecer, con puntos de vista distintos. En la tragedia de los Andes, por ejemplo, los supervivientes tuvieron colíderes para enfrentar diferentes preocupaciones: Nando Parrado lideró la expedición para buscar ayuda; Roberto Canessa —estudiante de medicina para ese momento— fue, según versiones, el primero que planteó la idea de recurrir al canibalismo para sobrevivir; y Numa Torcatti asumió labores de apoyo moral y de organización para el grupo al momento de delegar labores.

El coliderazgo puede ser la clave porque el líder principal no lo tendrá fácil para abarcar solo todos los retos de la gestión de una crisis semejante. Además, es una sinergia que facilita la toma de decisiones en tiempo récord.

Resiliencia y capacidad de reacción, secretos del éxito empresarial

Adaptarse rápidamente y reaccionar con los recursos que haya a la mano es lo que permitió a los sobrevivientes de la tragedia aérea, a mantenerse con vida en una situación tan crítica. Y son las mismas competencias que dictan el éxito de un líder y de su empresa.

La adaptabilidad a circunstancias cambiantes y la resiliencia ante la adversidad son cualidades que refuerzan la cultura corporativa y son fundamentales para la supervivencia en situaciones límite. La capacidad de aprender de experiencias pasadas y aplicar estas lecciones para mejorar la cultura corporativa y la toma de decisiones es fundamental para el crecimiento y la resiliencia de una organización.

La vida empresarial es volátil, inesperada e impredecible. Por más sólida y estructurada que esté, un tropizo puede desatar una crisis que se puede convertir en un episodio pasajero o en el fin de una oranización, dependiendo de cómo el equipo afronte la situación.

Por eso, una historia como La sociedad de la nieve, además de ser inspiradora como un gran relato de valentía y esperanza, también puede ofrecer muchas luces en materia de liderazgo y organización empresarial, con lecciones prácticas que descifran el potencial que los equipos humanos tienen para alcanzar cualquier cosa que se propongan.

 *La columna fue escrita por Esther González Arnedo, quien dirige el Máster en Dirección de Recursos Humanos y Desarrollo de Talento EAE Business School Madrid, en coautoría con Maite Moreno, directora del Máster en Recursos Humanos de EAE Business School Barcelona.