En un mundo que premia cada vez más el ajetreo y el estar ocupado, el atractivo de la multitarea es más fuerte que nunca. Pero la cruda realidad es que el cerebro humano no está optimizado para gestionar múltiples tareas simultáneamente. Desmontemos el mito de la multitarea, analicemos su impacto en nuestro bienestar y productividad, y adoptemos estrategias prácticas para fomentar un enfoque más centrado y productivo del trabajo.
El mito de la multitarea
La multitarea, tal y como la entendemos, es en gran medida un mito. Aunque el concepto de hacer más en menos tiempo parece atractivo, lo cierto es que sólo un minúsculo 2,5% de la población puede poseer la rara habilidad de hacer malabarismos con las tareas de forma eficaz. El propio término "multitarea", acuñado por IBM en la década de 1960, nunca pretendió describir una capacidad humana, sino más bien una función de los ordenadores, máquinas que no tienen las limitaciones cognitivas de los humanos.
Cambio de tareas: el culpable oculto
Cuando intentamos realizar varias tareas a la vez, en realidad lo que hacemos es cambiar de tarea. Cada cambio puede parecer instantáneo y sin esfuerzo, pero está lejos de serlo. La transición de una tarea a otra implica un importante esfuerzo cognitivo, lo que provoca fatiga mental y física, una reducción del rendimiento de la tarea y una pérdida de concentración, un fenómeno conocido como efecto del coste del cambio, según ABLE, una aplicación de adquisición de conocimientos y productividad. Este efecto de coste de cambio tiene profundas implicaciones para nuestra salud mental y nuestro rendimiento laboral. La multitarea aumenta temporalmente los niveles de estrés, lo que eleva la presión arterial y el ritmo cardíaco. La multitarea también está asociada a síntomas de depresión y ansiedad, según Lifespan Healthcare.
La mentalidad multitarea
A pesar de comprender la naturaleza limitada del tiempo, con frecuencia caemos en la trampa de creer que podemos burlar esta limitación haciendo varias cosas a la vez. Esta mentalidad nos lleva a comprobar habitualmente los correos electrónicos durante las reuniones o a enviar mensajes de texto mientras escuchamos un seminario web. Irónicamente, este afán por ser productivos puede restarnos eficacia y capacidad para dejar una impresión positiva y duradera en el trabajo.
Multitarea en el espacio de trabajo digital
Las reuniones virtuales se convirtieron en un punto caliente para la multitarea. Hacemos cosas en Zoom que nunca haríamos en una reunión en persona. Y aunque las reuniones, en persona y virtuales, se encuentran entre los lugares más poderosos para hacer su marca y construir su marca personal, la versión online parece que viene con una invitación en relieve dorado a la multitarea. El 86% de los participantes en reuniones online están enviando mensajes de texto, el 75% están haciendo otros trabajos y más de la mitad están haciendo compras online, según una encuesta realizada por Quality Logo.
7 estrategias para cultivar la monotarea
El viaje de la multitarea a la monotarea requiere un esfuerzo consciente para reconducir los hábitos y la mentalidad. Acá tiene maneras de fomentar la monotarea y mejorar la concentración:
1. Convertirse en autoconsciente
Durante una semana, realice un seguimiento de sus hábitos multitarea y analice los datos para comprender sus patrones de comportamiento. Anote los desencadenantes y los tipos de tareas que le llevan a realizar varias tareas a la vez. Ese es el primer paso para desterrar la multitarea.
2. Optimice su entorno
Organice su espacio de trabajo para eliminar las distracciones y facilitar la concentración. Esto podría significar despejar su escritorio o utilizar aplicaciones que limiten su uso de las redes sociales.
3. Apague las notificaciones
Silencie las notificaciones que no sean urgentes. Esto reduce el constante tirón de la atención lejos de la tarea que tiene entre manos.
4. Participe deliberadamente en las reuniones
En las reuniones virtuales, encienda la cámara para fomentar la sensación de presencia. Involucrarse con el contenido, hacer preguntas o asumir un papel como el de tomar notas puede mantenerle implicado y atento.
5. Sea consciente
Incorpore ejercicios de atención plena a su rutina para entrenar a su cerebro a centrarse en el momento presente y no en las distracciones. Con el tiempo, sentirá una sensación de calma y control.
6. Reserve tiempo para la monotarea
Designe momentos de su día para la concentración singular. Durante estos periodos, trabaje exclusivamente en una tarea. Ponga un temporizador para poder seguir trabajando sin tener que mirar el reloj.
7. Realice cursos
Asista a talleres o cursos de formación sobre cómo dirigir y participar en reuniones virtuales y sobre cómo ser consciente. Estas oportunidades de aprendizaje pueden repercutir significativamente en su éxito profesional, siempre que les preste toda su atención y resista la tentación de la multitarea.
La multitarea no existe, al menos no para las personas. Eliminemos la multitarea de nuestra lengua vernácula, nuestra mentalidad y nuestras acciones para poder ofrecer un valor excepcional en el trabajo al tiempo que reforzamos nuestras marcas personales.