Por qué cambiar de industria puede significar salarios más bajos para los ejecutivos
Marta Elvira (IESE Business School)
Marta Elvira (IESE Business School)
Puede haber muchas razones sólidas para que los altos ejecutivos abandonen sus puestos de trabajo y cambien de sector: el desafío de poner en práctica habilidades de liderazgo bien perfeccionadas en un contexto diferente y el aprendizaje de nuevas competencias. Una red de personas completamente nueva. La oportunidad de formar parte de un sector o empresa de alto perfil.
Sin embargo, es posible que los ejecutivos que valoran el salario por encima de todo quieran pensárselo dos veces antes de dar el salto a una nueva industria. A continuación, por qué.
Halil Sabanci, de la Frankfurt School of Finance & Management, y yo estudiamos a los ejecutivos del S&P 1500 que cambiaron voluntariamente de empresa durante un periodo de 15 años. De los ejecutivos que estudiamos, el 46% saltó a una industria diferente, mientras que el 54% cambió de trabajo dentro del mismo sector.
Descubrimos que los que cambiaban de industria percibían una compensación económica inferior a la de los que se trasladaban dentro del mismo sector, y la diferencia era aún más pronunciada cuando los ejecutivos saltaban a industrias de mayor estatus que aquellas en las que trabajaban.
Por de mayor estatus, nos referimos a las industrias que, a ojos del público, se consideran más prestigiosas; nos basamos en la encuesta anual de Gallup sobre las actitudes hacia las empresas para calibrar cuáles son esas. Por ejemplo, las industrias relacionadas con la informática y la alimentación ocupan sistemáticamente los primeros puestos en la encuesta de Gallup, mientras que otras como el petróleo y el gas y el gobierno tienden a situarse más abajo en la tabla.
Los ejecutivos que se trasladan a industrias de mayor estatus ganan, por término medio, aproximadamente un 8% menos que los que se trasladan a industrias de menor estatus, experimentando estos últimos variaciones de remuneración similares a las de los que se trasladan dentro de su propia industria.
¿Por qué los ejecutivos de alto nivel aceptarían una remuneración inferior a la que podrían ganar permaneciendo en su industria? Puede que estén teniendo una visión a largo plazo de su carrera. La investigación demostró que la experiencia acumulada en empresas e industrias variadas puede dar sus frutos, especialmente en las etapas posteriores de la carrera. Así, los ejecutivos pueden aceptar un salario más bajo ahora porque están convencidos de que les conducirá a una mayor remuneración más adelante.
También hay motivaciones que van más allá del dinero. Parte de la identidad social de los ejecutivos puede derivarse de trabajar en una industria de mayor prestigio o con un empleador de alto estatus. Así, pasar de trabajar para una petrolera tradicional a una empresa tecnológica progresista, por ejemplo, puede traer consigo un capital social que va más allá de las estrechas consideraciones salariales.
Las cuestiones morales y emocionales también desempeñan con frecuencia un papel importante en las decisiones. En un momento dado, los ejecutivos pueden estar buscando una empresa que se alinee estrechamente con sus valores o intereses.
Desde la perspectiva de la empresa, señalamos dos razones por las que abandonar industrias puede ser menos lucrativo que quedarse: el compromiso y la ambigüedad.
Las empresas quieren establecer relaciones duraderas con sus empleados, por estabilidad y para aplicar estrategias a largo plazo. Esto hace que el compromiso futuro del individuo con la organización sea especialmente importante, por no mencionar el hecho de que sustituir a un alto ejecutivo puede ser extremadamente costoso.
Los reclutadores de ejecutivos tratan de evaluar las cualidades y el rendimiento de los candidatos, pero también su compromiso potencial y el riesgo de fuga. Una forma de hacerlo es examinando el historial laboral. Las personas que cambian de sector pueden ser vistas como potencialmente menos comprometidas y esto se refleja en las ofertas de compensación.
La ambigüedad también influye. Los reclutadores pueden tener dificultades para evaluar plenamente las habilidades y conocimientos de las personas que cambian de industria y su utilidad en el nuevo sector. Esa dificultad puede reducir el valor percibido del candidato y, en consecuencia, el esfuerzo financiero que la empresa está dispuesta a hacer.
El estatus de la industria también puede influir. Las organizaciones de estatus superior aprovechan con frecuencia su ventaja de estatus para animar a los ejecutivos de organizaciones de estatus inferior a unirse a ellas a un coste reducido. Los "salteadores de estatus" - ejecutivos que se trasladan a una industria de estatus superior - a menudo se enfrentan a un mayor escrutinio y ambigüedad, incluso si son muy competentes.
Sin embargo, los "salteadores de estatus" - que pasan de una industria de estatus más alto a otra de estatus más bajo - suelen disfrutar de cierta latitud, lo que conduce a evaluaciones más favorables de la ambigüedad y el compromiso por parte de las organizaciones de contratación.
Todo esto no quiere decir que los ejecutivos deban permanecer en la misma industria durante toda su carrera. Pero cuando se planteen un cambio, deben comprender la compleja dinámica de la movilidad y sopesar los costes y beneficios para su remuneración y sus carreras.