Acá tiene una estadística que lo dejará boquiabierto. Definitivamente me impacta cada vez que la comparto: se predice que el 65% de los alumnos de Estados Unidos que hoy cursan tercer grado trabajarán en carreras y ocupaciones que no existen en la actualidad.
¿Cómo nos preparamos para un futuro así? Mi respuesta es que tenemos que dar a los jóvenes acceso a sólidos conocimientos académicos, competencias técnicas y aptitudes profesionales que les permitan adaptarse a lo que el mundo les depare.
Pero no podemos imponer nada a los jóvenes. Tienen que querer algo, pasar su tiempo en lo que yo llamo "modo de propósito activo". Cuando una persona de la generación joven elige activamente dar pasos hacia la persecución de un objetivo, tenga cuidado. Porque moverán cielo y tierra para alcanzar su destino.
Por eso, soy partidario de animar a los jóvenes a seguir una carrera impulsada por la pasión. Y una cosa que apasiona a muchos jóvenes es jugar a videojuegos.
¿Y si le dijera que los videojuegos pueden convertirse en un puente entre vivir en modo propósito activo y seguir una carrera impulsada por la pasión? ¿Le parece demasiado descabellado? Entonces déjeme que se lo explique.
Una insospechada fuente de habilidades
Los videojuegos fueron populares desde que se introdujeron por primera vez. Soy lo suficientemente mayor como para recordar que los primeros videojuegos a los que jugué estaban en una sala recreativa y costaban 25 centavos.
Obviamente, los juegos recorrieron un largo camino desde entonces. No sólo los sistemas de juego domésticos tienen más potencia de cálculo que los ordenadores que enviaron al hombre a la luna, sino que ¿quién no tiene al menos una aplicación de juego en su smartphone?
Gracias, al menos en parte, a los confinamientos provocados por la pandemia, las ventas de videojuegos se dispararon. Hoy en día, se calcula que hay 2.500 millones de jugadores en todo el mundo y, en Estados Unidos, la mitad de los jugadores son mujeres.
Pero la percepción, por supuesto, es que el juego es simplemente una distracción en el mejor de los casos y, en el peor, una pérdida de tiempo. Después de todo, ¿qué se puede aprender jugando a un videojuego?
Resulta que bastante. Esa es una de las conclusiones que invitan a la reflexión publicadas en un nuevo informe de ManpowerGroup llamado Game To Work-How Gamers Are Developing The Soft Skills Employers Need.
En un momento en el que muchos empresarios siguen luchando por encontrar suficientes empleados con las aptitudes adecuadas -especialmente las llamadas capacidades "blandas" o "profesionales", como a mí me gusta llamarlas-, es posible que se pase por alto a los jugadores empedernidos.
Como afirma el informe: Los jugadores aportan un mejor pensamiento crítico, creatividad, inteligencia emocional y resolución de problemas complejos. Los juegos incluso enseñan a comunicar los comentarios de forma eficaz.
Estas habilidades blandas son difíciles de encontrar y aún más difíciles de formar: el 43% de los empleadores afirman que es más difícil enseñar las capacidades blandas que buscan.
Como dice Tomas Chamorro-Premuzic, científico jefe de talento de ManpowerGroup, en el informe: "En el entorno laboral actual, los empleadores necesitan evaluar las habilidades de forma diferente y creativa para atraer nuevas fuentes de talento".
Aprender jugando
Como parte de la investigación que sirvió para elaborar el informe Game To Work, ManpowerGroup analizó unos 11.000 juegos de 13 géneros para identificar los tipos de habilidades profesionales que se desarrollan jugando videojuegos.
Por ejemplo, en el caso de los juegos que se engloban bajo el paraguas de "Estrategia, puzzle y concurso", como StarCraft, Civilization, Pac-Man, Words with Friends o League of Legends, los jugadores desarrollan capacidades como la toma de decisiones, la planificación, la concentración y la persistencia.
Los juegos de acción, aventuras y rol como World of Warcraft, Assassin's Creed, Monster Hunter o Pokémon, se desarrollan habilidades como la colaboración, la comunicación, la resolución de problemas y el criterio.
ManpowerGroup también desarrolló una herramienta online llamada Gaming Skills Translator en la que los jugadores introducen sus juegos favoritos y luego reciben un informe sobre las valiosas habilidades que están aprendiendo mientras juegan.
El informe también identifica posibles trabajos y trayectorias profesionales que se ajustan a esos conjuntos de habilidades. Por ejemplo, los jugadores que disfrutan resolviendo rompecabezas podrían destacar en trabajos como operadores de producción y maquinaria, trabajadores de almacén y construcción o técnicos de control de calidad.
Jugar con el currículum
Una de las conclusiones más interesantes del estudio fue la idea de que se debería animar a los jugadores a incluir en sus currículums los juegos a los que les gusta jugar y las habilidades que están aprendiendo jugando, y preguntar sobre su experiencia con los juegos en las entrevistas.
Adoptar este tipo de prácticas podría resultar una ventaja competitiva para los empleadores de mentalidad abierta interesados en aprovechar esta reserva de talentos.
Por ejemplo, en Noruega, se calcula que más de la mitad de la población de entre 16 y 24 años juega a videojuegos. Las empresas que reclutaron y evaluando activamente a los jóvenes como candidatos a un puesto de trabajo basándose en las habilidades que aprendieron jugando están teniendo éxito.
Una de estas empresas, una compañía global de comercio electrónico llamada Komplett, incorporó nuevos empleados gamers en su grupo de atención al cliente.
"Los jugadores desarrollan conocimientos y habilidades que se transfieren fácilmente a la industria del comercio electrónico, por ejemplo, habilidades informáticas y cognitivas como la concentración, la multitarea y la cooperación", observa Daniel Hauan, director de atención al cliente de Komplett, citado en el informe de ManpowerGroup.
Otro estudio de caso resaltado en el informe de ManpowerGroup se refiere a Lyse Dialog, una empresa de servicios públicos, que observó cómo alrededor del 10% de los candidatos que solicitan puestos de trabajo vacantes incluyen sus juegos en sus currículums, lo que también ayudó a la empresa a mejorar su imagen como empleador preferido entre los miembros de las generaciones más jóvenes.
Prepararse para los empleos del mañana
Con la llegada de tecnologías disruptivas como la robótica y las herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT, vamos a necesitar personas que sepan adaptarse y trabajar junto a esa tecnología en los empleos del mañana.
Es fácil imaginar un futuro en el que los jóvenes puedan aprender las habilidades que necesitan para destacar en esos trabajos jugando a videojuegos, que además seguirán aumentando en sofisticación con el tiempo.
Lo que puede resultar más difícil de asimilar para los padres es que todo ese tiempo que sus hijos pasan jugando a videojuegos puede estar allanándoles el camino hacia una emocionante carrera profesional futura que les apasione. A esa idea, yo respondo: ¡a jugar!
