Viajar no pasa de moda. Todos aspiramos, al menos una vez al año, encontrar el lugar perfecto para relajarnos. Ahora, las vacaciones son un tiempo que cobra mayor importancia en las nuevas generaciones y más empresas se enfocan en brindar servicios integrales. Tui, por ejemplo, es una de las compañías turísticas más grandes del mundo, que combina más de 400 hoteles propios, 16 cruceros, una plataforma digital con más de 160.000 tours, 1.200 agencias de viajes y su propia aerolínea con 130 aviones. Es un grupo que se ha convertido en el hogar de la ecuatoriana, Gabriela Espinosa, quien se desempeña como gerente Senior de Compras a nivel mundial de los servicios a bordo de estos aviones.
Nació en Quito, donde vivió hasta que cumplió 22 años. Desde pequeña, gracias a su familia, tuvo contacto con personas extranjeras, que le motivaron a estudiar idiomas. A los 15 años comenzó a estudiar inglés y tres años más tarde se fue al francés. Cuando terminó el colegio quería seguir una carrera diplomática, pero ingresó a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador para estudiar negocios internacionales. Estuvo por tres años y fue seleccionada por el gobierno austriaco para cursar, su último año de licenciatura, en la Universidad FH Kufstein. En este tiempo descubrió que no quería regresar al Ecuador e hizo todo por cumplir su sueño y mudarse a París, Francia.
Nunca obtuvo su título de pregrado, pero tenía los créditos suficientes y el puntaje necesario para ingresar a la Sorbona y cursar un máster en lenguas aplicadas al comercio y a la economía. Esta ecuatoriana terminó sus estudios e ingresó al mundo laboral, primero con unas prácticas que se convirtieron en un trabajo a tiempo completo en Alemania. Su plan era quedarse por un tiempo y volver a Ecuador. Nunca lo hizo. Tenía 26 años y se enamoró de ese país, que la adoptó y le dio la nacionalidad. Lo importante en estos cambios es integrarse, aprender su idioma y vivir en comunidad. Es un proceso de adaptación y con el inglés no podía hacer nada. En menos de un año ya hablaba alemán y conseguí un trabajo en la ciudad de Northeim, en Continental AG. Espinosa estuvo más de cuatro años en el departamento de compras para la división de bandas transportadoras.
A los 31 años se dio cuenta de que en su vida solo había estudiado y trabajado, así que tomó un año sabático. En este tiempo sacó su nacionalidad y perfeccionó su alemán. Al regresar, no solo encontró el amor, sino que ingresó a la compañía que le permitió crecer personal y profesionalmente. Encontré una vacante en Tui hace seis años. Después me ascendieron a líder de equipo. Estoy a cargo de las compras de todo lo que se cae cuando das la vuelta a un avión (risas). Espinosa se refiere a artículos como cobijas, almohadas, comida, productos de limpieza y una larga lista de objetos necesarios durante un vuelo.
Nosotros negociamos y ejecutamos a nivel estratégico contratos con más de 60 proveedores y soy responsable de un presupuesto de nueve dígitos anuales. Para cumplir mis objetivos viajo con frecuencia a nuestras oficinas en Bélgica, Holanda y Reino Unido. Tui cubre toda la cadena de turismo bajo un mismo techo. Esta oferta les permite brindar a sus más de 21 millones de clientes una experiencia de vacaciones en 180 países a nivel mundial. En 2022, el grupo contaba con más de 60.000 empleados y registró un volumen de negocio de aproximadamente 16.500 millones de euros y un resultado operativo de 409 millones de euros.
Esta quiteña, además, formó parte del programa interno de Nuevos Líderes, en el cual fue reconocida como Best team player. Su secreto ha sido adaptarse al modelo de vida y de negocios europeo. Lo que más aprecia es la puntualidad y la forma directa de hablar con sus pares. Aquí eres dueño de tu propio éxito y nosotros somos muy cotizados porque somos más optimistas, siempre vemos hacia delante y cumplimos con las cosas que nos proponemos.
Para terminar la entrevista, Espinosa compartió su mayor error para que otras personas no lo comentan. Tu corazón siempre va a estar dividido entre Ecuador y el país en donde estás. Es un precio que tienes que pagar por las oportunidades, pero debes hacer todo lo posible para que tu mente esté donde está tu cuerpo. Es un proceso que me tomó años y ahora la adaptación es mucho más fácil. Al país que vayas debes aprender su idioma, sus culturas y nunca perder de vista la meta final. (I)