Por más de una década fue parte del equipo de ejecutivos de Pro Ecuador, organismo que se encarga de ejecutar las políticas y normas de promoción de exportaciones e inversiones de productos ecuatorianos en el comercio internacional. Hoy, a sus 39 años, el guayaquileño Juan Terán está seguro de que la disconformidad impulsa a pensar en grande y romper barreras.
Graduado de negocios internacionales por la Universidad Espíritu Santo, con un MBA y una maestría en Marketing, comenzó su carrera profesional en el sector privado como especialista en ventas y marketing de la compañía de elaborados de Café Elcafe. "Fue mi escuela, entendí cómo es el negocio desde la semilla, cosecha, procesamiento, hasta su exportación. Aunque no soy un catador certificado, tengo el ojo y el paladar entrenado para identificar un café de especialidad". Su labor no solo incluyó el desarrollo de estrategias comerciales, sino también la implementación de ventas electrónicas, ayudando a la empresa a posicionarse con éxito en el mercado.
Tres años después fue 'convocado' por Pro Ecuador. Allí necesitaban de su experiencia para el diseño de un sistema para obtener información sobre el comercio internacional de la industria del café. En su rol como coordinador del sector cafetalero, Terán jugó un papel clave en el diseño de sistemas para obtener información del comercio internacional y en la organización de eventos y ferias. "Trabajaba de sol a sol, no tenía horarios, pero disfrutaba de lo que hacía. Fui parte de las dos primeras ferias internacionales de café y cacao y con orgullo puedo decir que con el equipo incrementamos las exportaciones de café en más de US$ 7 millones".
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Terán arrancó así una carrera profesional que poco tiempo después le convirtió en un ejecutivo internacional. La primera parada fue Panamá, donde su labor se extendió a otros productos ecuatorianos como flores, enlatados y manufacturas. En dos años y medio, estableció relaciones con más de 150 importadores, incrementó las exportaciones y, en un giro inesperado, se adentró también en el sector financiero.
Luego, su destino lo llevó a Londres, donde enfrentó nuevos retos en un mercado aún más competitivo. Recuerda con humor cómo los primeros días fueron complicados, especialmente al acostumbrarse a conducir por la izquierda. "¡Fue una locura! Pero ahora soy un experto", bromea. "Conseguimos con mi equipo una inversión de US$ 130 millones de CD Capital Asset Management, un administrador de fondos privados para desarrollar proyectos mineros. Hicimos muchas ruedas de negocios, asesorías comerciales, investigación de mercado. Me sentía como un pez en el agua, entonces el trabajo y los negocios fluían fácilmente. Subimos las exportaciones de frutas tropicales mariscos y café al mercado británico en US$ 15 millones". Cuatro años después hizo maletas y viajó a un nuevo destino: Berna, Suiza.
Allí, en su primer año, contribuyó al incremento de exportaciones por US$ 3 millones, especialmente de cacao, banano, flores y langostinos, a pesar del difícil contexto económico global debido al inicio de la pandemia. "Mis días comenzaban siempre hablando con potenciales compradores, siempre buscando nuevas oportunidades". Explica que le costó un poco adaptarse porque es una cultura cerrada y que la gente es amable a su manera.
Terán recuerda la odisea que fue llegar a su próximo destino en Hamburgo, Alemania, en marzo de 2020, cuando las fronteras estaban cerradas y el Covid-19 comenzaba a sembrar incertidumbre en todo el mundo. A pesar de las restricciones, Terán logró llegar en medio de un viaje lleno de obstáculos y soledad. "Fueron doce horas angustiosas porque era el único pasajero en el tren y el Covid atacaba con fuerza. Pese a todo, ese año logré que las exportaciones a Alemania crecieran en US$ 25 millones", comenta con orgullo.
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Fueron diez años de una carrera profesional ascendente que le abría las puertas para comerse el mundo, pero también le llevaron a una encrucijada. En abril de 2021, mientras tomaba un café en Hamburgo, se hizo una pregunta crucial: "¿Quiero seguir otros 10 o 15 años en este camino o es hora de empezar algo propio?". Tras una profunda reflexión, decidió dar el salto. Renunció a Pro Ecuador, con la certeza de que tenía el conocimiento y la experiencia necesarios para emprender su propio proyecto. Hizo maletas y volvió a Londres.
Con un capital inicial de US$ 25.000, fundó Juan & Juan, una empresa dedicada a llevar productos de especialidad de Ecuador y América Latina al mercado europeo. En su primer año, la empresa logró exportar chocolates ecuatorianos a 15 tiendas especializadas en el Reino Unido. "Una barra de 80 gramos se vende a 10 dólares. Estamos creciendo paso a paso, pero con mucha firmeza. Sé que la perseverancia es la clave para llegar lejos", en estos días está cerrando una importación de vinos ecuatorianos, que se espera lleguen a Reino Unido en enero de 2025.
Además de su emprendimiento, Terán también ocupa un puesto clave como responsable de asuntos corporativos en Canning House, una organización no gubernamental dedicada a fortalecer los lazos entre el Reino Unido y América Latina. (I)