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Messi en las figuritas del Mundial
Liderazgo

Las lecciones de liderazgo que están dando las figuritas del Mundial

Valentín Videla CEO de Crack Consulting

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¿El imbatible mundo digital perdió una batalla? ¿Como puede ser que nada haya cambiado desde que Panini ® sacó el primer álbum del mundial para México 1970? ¿Como puede ser que el mundo de lo tangible le gane esta batalla al mundo digital?

30 Septiembre de 2022 09.19

¿El imbatible mundo digital perdió una batalla? ¿Como puede ser que nada haya cambiado desde que Panini ® sacó el primer álbum del mundial para México 1970? ¿Como puede ser que el mundo de lo tangible le gane esta batalla al mundo digital?

Estaba en el auto con mi hijo Pedro de doce años, y hablando (del único tema del que se puede conversar con un hijo en estas semanas), de las figuritas del mundial, le pregunto: ¿Cómo puede ser que estén tan enganchados con las figuritas, están todo el día con el celu y ahora se matan por las “figus”?
 

“Papá -me responde- no hay nada como esa sensación de abrir el sobrecito, sentir el olor a la figurita y pasarlas para ver que te tocó”. 

A medida que Pedro relataba ese tobogán de sensaciones, su descripción me trasladó al patio del colegio cuarenta años atrás donde transité esas idénticas sensaciones, impulsadas por el mismo acto e ilusión de abrir “el sobrecito”. 

Rodrigo de Paul
Rodrigo de Paul


Por un momento sentí que el mundo tangible en el que me crie, el que muchas veces defendí frente al embate digital, estaba ganando una batalla ¡Que alivio!


¿Cuál es la razón por la que algunos rituales resisten el tsunami digital?


La virtualidad nos ofrece simplificar, acelerar y agilizar procesos que antes tomaban mucho más tiempo y energía transaccional. Hasta ahí la propuesta luce imbatible. 

Larga cola para conseguir figuritas en un kiosco del barrio de Devoto
Larga cola para conseguir figuritas en un kiosco del barrio de Devoto


Pero la razón principal por la que sostenemos los procesos analógicos es debido a que la digitalización erosiona, o incluso anula, muchas las sensaciones y emociones que aportan la propia complejidad, lentitud y pesadez del proceso. Estos adjetivos de, aparente connotación negativa, son paradójicamente los que en realidad estimulan los sentidos y generan una experiencia única y memorable.


Nadie podría contradecir, que ir a comprar un paquete de figuritas hasta el comercio más cercano, para luego realizar una inmediata selección e intercambiarlas en negociaciones arduas y hostiles, es un proceso complejo y anticuado. Nadie podría contradecir tampoco, que desarrollar habilidades de motricidad finísima para pegarlas en escuadra perfecta y trasladar ese preciado álbum a todos lados, no es mucho más complejo, lento y pesado que tener esa misma versión digitalizada.


Esa versión de álbum virtual nos ofrecería comprar las figuritas on-line, luego “abriríamos el sobre” haciendo un simple click (sin el riesgo de rasgar algunas de las figuritas en su interior) para que, inmediata y automáticamente, el sistema las ubique dentro de mi inventario personalizado, obteniendo instantáneamente un reporte acerca de; que figurita nos falta, cual tenemos más repetida, e infinidad de otros indicadores. Incluso nos podría indicar que compañero de colegio la tiene, y nos ofrecería ponernos en contacto con él para realizar la negociación virtual. 

Las figuritas del Mundial de Qatar 2022
Las figuritas del Mundial de Qatar 2022


Es evidente, para este caso, que la propuesta de valor del mundo digital no lograría emular el espectro que la experiencia analógica le aporta al ritual de adquisición, negociación, colección y alcance de objetivo, de completar un álbum de figuritas.


¿Qué limites tiene el mundo virtual?


El mundo virtual se ha convertido en nuestra segunda naturaleza. Este (aún novedoso) ecosistema es muy tentador, nos ofrece alternativas sustancialmente más confortables, dinámicas, inmediatas y resueltas, que sin dudas han mejorado y facilitado algunos aspectos de nuestra vida cotidiana como la de pedir un delivery, un taxi, una cita con el doctor, etc. 


¡Pero cuidado! La digitalización es como un martillo al que podemos utilizar para mejorar algo o también podemos utilizarlo para romperlo. Pretender que la digitalización sea una mejora en sí misma, es una falacia.  


Claro que la cuarentena nos obligó a virtualizarlo todo: cumpleaños, casamientos, trabajo, gimnasio, terapia, colegio, clases de canto, compras de supermercado, todo. También está muy claro que a medida que nos íbamos alejando de la presencialidad, también la valorábamos cada vez más.
Muchos de los líderes aún se preguntan si podemos hacerlo “todo” virtual, ¡claro que sí! Pero tiene un costo cultural, emocional y reputacional, que seguramente no están dispuestos a pagar. Otros tanto fuerzan a volver a nuestra realidad pre-pandémica y hacer “todo” presencial, pero también fallarán.

Maradona figuritas
Maradona figuritas


La virtualidad aún no ha logrado emular las sensaciones, y la compleja matricialidad, que generan los cinco sentidos al operar de manera simultánea y en plena interacción con el medio ambiente organizacional.


Probablemente uno de los grandes desafíos que hoy nos propone esta nueva realidad es gestionar el “qué”, “cómo”, “cuando”, pero por sobre todo “PARA QUE” haremos que tal o cual proceso o puesto, sea presencial o virtual.


Parecería que la bandera de la “Transformacion Digital”, que muchas organizaciones ponen al frente de la gestión, debería ser antecedida por la “Transformación Vincular” que nos invita a aprender y a definir estratégicamente el “para que”. 

Nicolás Sallustro, gerente de marketing de Panini Argentina, a Forbes
Nicolás Sallustro, gerente de marketing de Panini Argentina


Si hay algo que nos evidencia la post-pandemia, es el aprendizaje de que lo virtual puede agregar valor y simplificar mucho de lo que hacemos en nuestro día a día, pero nos enseñó aún más, que hay espacios, vínculos y emociones que el ser humano está diseñado para vivirlas en la presencialidad; sintiendo, entrenando y ejerciendo los cinco sentidos en plenitud.


Querer simplificar los modelos de trabajo en presencialidad o virtualidad absoluta, significa presentar una propuesta de valor tan extrema como que hoy un supermercado decida eliminar su plataforma de E-commerce para volver a la presencialidad absoluta, o, por el contrario, cerrar sus locales y operar solamente on-line. En los dos extremos del péndulo estaríamos operando en un escenario que erosionaría nuestra propuesta de valor.

El arte del liderazgo una vez mas nos invita a pintar un canvas en el que no hay fórmulas para definir el mix perfecto, sino que la experiencia, la capacidad interpretativa de la realidad y la velocidad para adaptarnos a nuevos escenarios, será la ventaja competitiva más crítica en esta realidad 2.0

PD: si alguien tiene la de Messi me escribe a [email protected]

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