Tiene estudios en Artes y en Negocios. Pasa seis meses en Ecuador y seis meses en Estados Unidos. Se define como una emprendedora en serie. Con el apoyo de sus padres fundó en 2016 Sailor Coffee, un negocio que ya tiene tres locales y emplea a algo más de 30 personas. Andrea Salgado no para un minuto y planea expandir el negocio que fundó por Ecuador y América Latina.
Esta mujer tiene dos etapas en Nueva York. La primera fue entre 2011 y 2015, cuando por estudios se radicó en la Gran Manzana. Ella tenía una beca, pero también decidió trabajar por su cuenta para sumar ingresos. Fue así que en 2014 dio con una cafetería donde trabajó gracias a un conocido. “Me dio el puesto de barista, pero yo no sabía nada sobre el tema, no distinguía entre un cortado y un expreso. Los demás empleados no me querían tanto, pero con el tiempo fui aprendiendo. Además me fue bien como mesera, por lo que recibía propinas elevadas”.
Esa capacidad para ofrecer una atención de calidad le abrió las puertas de una segunda cafetería en Nueva York. Allí supo que quería tener su propio negocio en el que se mezclaran la buena comida, el arte y la atención personalizada. Entonces, ya de regreso en Guayaquil y con el respaldo de sus padres, abrió el primer local de Sailor Coffee en Samborondón, en 2016.
En 2019 se mudó nuevamente a Nueva York donde pasa la mitad de su tiempo; desde la ciudad que nunca duerme sigue al frente de la cafetería. El negocio funciona con una oferta que incluye pasteles, platos de sal, dulces, café, piqueos, cocteles, etc. Por eso en 2019 abrió un segundo Sailor Coffee en Los Ceibos, Guayaquil. Las cosas iban bien, hasta 2020, año inolvidable para la humanidad.
Con la pandemia, Sailor Coffee estuvo a punto de cerrar. Pero a Salgado se le prendió una luz y decidió compartir sus conocimientos y los secretos de los emprendedores. Era mayo de 2020 cuando dio su primer curso de marketing digital y branding. “Tuve más de 150 alumnos que se conectaron por Zoom”. La clase costaba US$ 55 y fue el inicio de una nueva faceta: la de profesora de emprendedores.
Los recursos que fue consiguiendo le permitieron a Salgado mantener a flote a Sailor Coffee. Hoy en día, casi dos años después de su primer curso esta emprendedora sigue compartiendo lo que sabe. Ahora los cursos cuestan US$ 560, pero duran seis semanas, con clases diarias. Los grupos son de no más de 100 personas y tiene estudiantes de Ecuador, España, Guatemala, Panamá, Suecia, etc. “Mi plan es ayudar a emprendedores a crear o transformar sus marcas”.
Para Salgado no existen fronteras y por eso se mantiene al frente de Sailor Coffee, bien sea desde Ecuador o desde Estados Unidos. “Cuando estoy en Nueva York permanezco atenta a la cafetería, manejo las redes sociales, la contabilidad, me reúno de manera virtual con los proveedores, pienso los nuevos platos, los eventos, las promociones, habla con el equipo de trabajo y supervisa el trabajo de los tres locales. “Todo de manera remota. Eso sí, los roles de pago los maneja mi mamá”.
Su visita más reciente a Ecuador tuvo un motivo especial: inaugurar el tercer local de Sailor Coffee, en Cumbayá, hace un par de semanas. Allí la inversión superó los US$ 100.000, pero además fue una experiencia de aprendizaje única “Abrir este local puso a prueba mis límites, pero lo logramos”, dice con emoción al tiempo que 'revela' que Quito es más pausado, mientras que en Guayaquil las cosas fluyen más rápido.
¿Tiene socios o inversionistas? Salgado responde que no, que sus papás y ella son los dueños. También cuenta que todo lo que ingresa por ventas se reinvierte, todo es autofinanciamiento. El año pasado esta pequeña cadena tuvo ventas por US$ 600.000 y este año Salgado está segura de que los ingresos superarán el millón de dólares.
A los tres locales llegan más mujeres que hombres, pero también jóvenes, adultos, algunos colegiales, familias. “Queremos que la gente disfrute, que tenga una experiencia. Detalles como los cubiertos que usamos son los que marcan la diferencia. Todo está en los detalles, en el diseño, en la atención, en la calidad de los platos, el servicio personalizado. Queremos que la gente quiera volver”.
El plan de expansión va más o menos así. Hasta 2024 espera tener cinco locales y no piensa franquiciar, sino hasta cuando la marca tenga 10 años y esté consolidada. Además este año trabaja para potenciar el 'e-commerce' mediante la página web y vender mercadería de Sailor Coffee a los clientes. “Además soñamos con abrir locales en Ciudad de México, Lima y Bogotá”. (I)