Liliana Larrañaga Espinosa está acostumbrada a competencias de alto rendimiento, ha corrido maratones en Nueva York, Chicago, Londres, Berlín, Santiago, Lima y Buenos Aires y ahora se convierte en la primera mujer en ocupar la Gerencia General de Mabe Ecuador. La peruana, de 40 años, llegó al país en noviembre de 2021 y está en plena mudanza y buscando escuela para sus dos hijos, de nueve y 11 años; y su esposo, un especialista en Administración de Negocios, también la acompaña en este nuevo reto profesional y personal. A finales de enero de 2022 toda la familia estará instalada, incluida su mascota Flecha, una bulldog francesa de dos años y medio.
Es ingeniera industrial de la Pontificia Universidad Católica de Perú, donde también se especializó en marketing. Tiene un Máster en esa rama por la Escuela de Organización Industrial y un diplomado de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Viene de ocupar la Gerencia General en Perú, aunque más enfocada en la parte comercial, ya que en ese país la empresa no tiene una planta industrial. Mabe Ecuador es la fábrica de cocinas para la región de la multinacional líder en electrodomésticos, que este año cumple 75 años en Latinoamérica. Analizamos con ella el mercado local y regional y al consumidor "atípico" como el ecuatoriano. La marca está en 75 países y tiene más de 22.000 colaboradores en todo el mundo.
En su vida personal, le gustan las maratones, ¿qué significa el deporte para usted?
Siempre he hecho deportes, entreno para triatlón, hago natación y bicicleta, pero empecé a correr más maratones cuando nacieron mis hijos. Primero hacía 10 kilómetros, luego media maratón y llegué a las maratones. Me gusta mucho y el deporte además de salud física, me da equilibrio y me ayuda a despejar ideas, a veces cuando estoy media atrapada y corro, desanudo las ideas y me da claridad. Buscaré en Ecuador algunas carreras.
La pandemia hizo que la gente pasara más tiempo en el hogar y en el teletrabajo, ¿cómo Mabe se va adaptando a esas tendencias?
La pandemia cambió la vida de todos y los hábitos en general en la gente, pasó de las cosas que hacía afuera al hogar. En esa línea hay bienes y productos que se vieron beneficiados y otros perjudicados. Creo que todo lo que está relacionado hacia la casa se vio beneficiado, una familia que antes iba al cine pero ahora ya no lo hace e invierte en un mejor televisor; ya no viaja y ahora invierte en cosas para el hogar. Mucha gente renovó productos como electrodomésticos y equipos para el deporte en casa. Mabe en la mayoría de países tuvo un buen desempeño durante la pandemia y como empresa es una de las más beneficiadas por el cambio de hábitos.
¿Qué pasó con el mercado de Ecuador?
En Ecuador, a diferencia de otros mercados, el de línea blanca en 2020 versus 2019 tuvo una caída importante del 30% y para 2021 se esperaba una recuperación a un número cercano al de 2019 pero no se ha dado. Sí se ha registrado un ligero crecimiento de 13% en relación a 2020, pero no a niveles de prepandemia. En otros mercados como Perú, el año pasado terminó con un crecimiento de 5% en unidades versus 2019.
¿Cómo interpreta esas cifras?
Creo que el mercado ecuatoriano en línea blanca funciona mucho con el crédito. Por la situación de pandemia, con menos ingresos, el crédito se empezó a ver limitado. Además, el cierre de puntos de ventas generó una contracción del mercado. Hubo países donde se aprobaron más estímulos gubernamentales, como el caso de Perú que sí ayudó a incentivar el consumo.
¿Es decir que somos unos consumidores extraños en Ecuador?
Es un mercado atípico. La mezcla de menos estímulos gubernamentales y el estilo de compra, que está muy dirigido al crédito, ha generado que el mercado en línea blanca no se recupere, a pesar de ser un segmento que en otros países se vio menos perjudicado por la pandemia.
Hay estudios que revelaron que la gente al quedarse en casa se dedicó a cocinar, a ser chefs.
Así es, pero no se ven los resultados en el mercado ecuatoriano, donde Mabe es un protagonista importante.
Ecuador es la fábrica de cocinas de Mabe para la región, ¿cómo estuvieron los niveles de producción?
Nos ha ido bastante bien, la producción de la planta abastece, a más del mercado local, a Perú, donde tenemos una buena participación de mercado de cocción, a Chile donde hemos crecido mucho, Colombia, a todos los países de Centroamérica y a México con un proyecto puntual. El consumo de otros mercados viene con mejor tendencia y estos proyectos puntuales hicieron que el volumen de la marca estuviera bien.
¿A cuántos países llegan y cuáles son las cifras de exportación?
El 80% de lo que produce la planta industrial de Mabe Ecuador se exporta a 12 países en cuatro continentes. Este año se fabricaron 850.000 cocinas, es un incremento importante.
¿Cuáles son las perspectivas de inversión para 2022?
Mabe como compañía sigue creciendo, recientemente se firmó una integración con la empresa argentina José M. Alladio e Hijos,que es líder en la fabricación de lavado. Esta operación busca potenciar el nivel de exportación de Argentina y también consolidarnos como líderes en la manufactura de ese país. La planta es principalmente de lavadoras, con esto tendríamos liderazgo en la fabricación de líneas de productos 'core' que son lavado, cocción y refrigeración. Mabe en ese país ya tenía planta de cocinas y refrigeradoras.
¿En qué otras líneas está buscando invertir?
Buscamos tener productos con valor agregado para el consumidor. La compañía tiene un Centro de Tecnología y Proyectos que está en Querétaro, México, donde está la matriz, que todo el tiempo está buscando nuevas tecnologías y productos para satisfacer las necesidades cambiantes de los consumidores. Vamos a trabajar mucho en la inversión de marca.
En Ecuador, en años anteriores se puso en marcha un plan de cocinas de inducción pero ahora el mercado se volcó a cocinas a gas, ¿qué significó ese cambio para Mabe?
Esa fue una iniciativa gubernamental que no prosperó, intencionalmente no era del todo mala, pero no estaba planteada del todo viable. Pero se liberó nuevamente la libre comercialización de cocinas a gas y eso a la industria local la benefició muchísimo. El volumen de cocinas a gas creció muchísimo a partir de 2019, luego del decrecimiento que se había registrado, aunque nosotros no fabricamos cocinas de inducción.
¿Cómo está la competencia en el mercado local?
Ecuador tiene una industria local importante, también sale producto de exportación de otros tres competidores, es una industria de manufactura fuerte de cocción. Proyectamos crecer en participación del mercado el próximo año, aumentar en puntos de venta en todas las líneas que comercializamos, esperamos que haya una mejor situación.
En el tema de sostenibilidad, ¿cuáles son los compromisos?
Trabajamos mucho en la sostenibilidad, no solo en la producción como tal sino en los productos para que lleguen a los hogares y generen eficiencia. Por ejemplo, nuestra línea de lavado tiene en ahorro de agua en 76%. En la línea de refrigeradoras también tiene un ahorro importante, varía de país en país, en Ecuador es de alrededor de 45%; eso permite mejor conservación de alimentos. (I)