Forbes Ecuador
Iliana Morales CEO Mareauto
Liderazgo
Share

Es feliz haciendo tortas con sus hijas trillizas de 16 años. También leyendo y jugando tenis, de vez en cuando. Desde hace tres años, Iliana Morales forma parte del equipo de Mareauto en Colombia. Y, desde julio de 2022, es la nueva CEO de Mareauto para Ecuador, Colombia y Perú, en reemplazo de Francisco Matheus, quien dejó el puesto libre tras 26 años de trayectoria.

17 Noviembre de 2022 06.00

Autodefinida como una persona que delega, esta colombiana, administradora de Empresas por la Universidad de la Sabana, especialista en Recursos Humanos por la Universidad de Los Andes y magíster en Administración por la Universidad de Illinois, estuvo de paso por el país y nos contó cómo han sido estos primeros meses de gestión y hacia dónde apunta con su liderazgo. 

Convencida de que los colaboradores deben tener un equilibrio sano entre las actividades personales y laborales, la ejecutiva es exigente a la hora de cumplir compromisos. Está segura que de esta manera se puede promover el crecimiento de la compañía que ahora encabeza, confiando en los procesos y en las personas. 

¿Cómo ha estado en estos primeros meses?

Han sido meses intensos desde el punto de vista de entender el negocio desde un rol diferente. Porque se puede estar dentro de la organización y conocer los procesos, pero al asumir el rol de lider se pueden entender las diferencias. Con la mayoría de los colaboradores ya nos conocíamos, trabajo casi tres años en la empresa. Hoy, como mi rol es diferente, hay que generar la dinámica, sinergia, la brújula para engranar de una manera diferente los objetivos que busco al gestionar la compañía. 

Tras 26 años del liderazgo anterior, en nuevo escenario no debe ser fácil de asimilar para la nómina. ¿Ha sido complejo? 

El equipo me conocía, sabía cómo era mi estilo de liderazgo. Pero, de todas formas, todos veníamos acostumbrados a una administración de 26 años. Y al poner dinámicas, ritmos y formas diferentes de hacer las cosas, a veces, puede ser difícil. Sin embargo, creo que, a la larga, la compañía ha entendido que se necesitaba esa dinámica distinta, con ánimo y energía distintas, eso es que busco generar. 

Esa mejor vibra, ¿se debe en parte a la recuperación del mercado también?

El mercado está bien en términos generales. Para Ecuador y Perú fue mucho más fácil la recuperación. Para Colombia ha sido más difícil, más lenta, fue el país más afectado en términos de Mareauto con la pandemia, el desabastecimiento de vehículos tuvo un impacto más largo. 

Es un mercado más grande con relación a Ecuador y Perú…

Nuestro mercado en Ecuador y Colombia son muy parecidos. Ecuador se recuperó mucho más rápido en la colocación de los vehículos. En este segundo semestre hemos logrado que la dinámica de Colombia tome el mismo ritmo de los otros dos países. Y creo que para 2023 vamos a arrancar con un repunte. Estos meses han servido para organizarnos y a partir del próximo año llevaremos a la compañía a otro nivel. 

En términos de empleo y de la flota, ¿cómo está la situación?

El 80 % de los empleados está distribuido entre Ecuador y Colombia (140 personas en cada uno), el resto en Perú (70 personas). En cuanto a la flota, Ecuador tiene 3.500 vehículos, Colombia 2.500 y Perú 2.000. 

¿Cuáles son sus planes para 2023?

Mantener los crecimientos a doble dígito, en términos de región y con ello potenciar el negocio. En 2022 hemos venido trabajando en una nueva línea de negocio que es el renting de maquinaria, hemos venido consolidando ese modelo y ya hemos hecho algunas colocaciones en los tres países.

¿Y en términos de inversiones?

Tendremos inversiones importantes en tecnología, en especial en el manejo digital del negocio. No debemos crecer mucho más en temas de estructura sino en tecnología, para hacer más fácil nuestra operación. Llevar el negocio del renting a que sea autoservicio, que se pueda hacer las reservaas a través de una app, que se pueda retirar un vehiculo sin necesidad de tener una estación física con una persona atendiendo Hemos hecho avances. 

¿Eso significará recortar la plantilla?

No. Tampoco significa que no podamos crecer la planta. Pero debemos ser mucho más consistentes en que, a medida que vayamos creciendo, seguiremos invirtiendo en talento humano. El impulso tecnológico no implica reducir la planta sino ser más eficientes a través de las herramientas que podamos implementar. 

¿Algún plan es de expansión?

Por ahora, dentro de la mesa no tenemos nada claro, hemos estado explorando posibilidades dentro de la región para ver si nos podemos mover o no a otros países. 

¿Qué tan complicado le resulta compaginar sus tareas de mamá, de trillizas además, con las de CEO?

Soy muy metódica, organizada y estricta. No es fácil ser mamá de trillizas y trabajar a estos niveles. Pero soy convencida de que una tiene que dedicar el tiempo a cada cosa. Cuando planifico mi agenda del año laboral, siempre lo hago con relación a las actividades de mis hijas. Y trato de que mis compromisos no se crucen con esos temas. Cuando estoy con ellas, estoy con ellas. Cuando estoy en los temas laborales, estoy en los temas laborales. 

También es necesario tener una cultura corporativa que impulse a potenciar esos equilibrios personales.

Eso arranca por el ejemplo. Si yo, como cabeza de una compañía, no me permito tener espacios con mi familia, claramente me va a costar muchísimo trabajo permitirle al equipo que tenga sus espacios con la familia. Y para mí es importante que cada uno esté con su familia en los momentos clave que lo necesiten. En la medida que tengan ese espacio personal para sus familia, su compromiso con la compañía va a ser mayor. Por otro lado, hoy en día se trabaja bajo resultados, la pandemia demostró que se pueden lograr las cosas estando o no presentes. 

¿Qué les diría a las mujeres que aún no se animan o no creen en ser líderes?

Al final del día, somos nosotras mismas las que nos debemos dejar de poner los límites. Una tiene que sobrepasarlos. Si quieres hacer algo, simplemente propóntelo, gestiónalo y lógralo. Somos muy dadas a tener paradigmas y estructuras que no nos permiten salir de este cuarto. 'Ah, es que soy mujer, tengo 45 años y se me acabó la vida laboral'. ¡Pues no! Una tiene que seguir construyendo y meterle la fuerza necesaria. Hacer un relevo generacional va a ser importante para que la dinámica de la mujer, y de cualquier otra condición distinta, se maneje de igual a igual. (I) 

10