Ser profesora cambió la vida de Nathaly Orozco, una ecuatoriana que rompió cualquier estereotipo y -actualmente- es la dura de las redes inalámbricas en el país. Se desempeña como docente investigadora en la Universidad de Las Américas (UDLA), en la carrera de Ingeniería en Telecomunicaciones, y fue ascendida a Senior Member en el Institute of Electrical and Electronics Engineers (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos). Es la organización profesional más grande del mundo en este campo, que no solo se centra en publicar artículos científicos, organizar conferencias o seminarios, sino que estandariza las normas técnicas que se aplican en las tecnologías actuales.
Solo el 10 % de ingenieros ostenta este mérito a escala mundial y soy la primera mujer en la UDLA en alcanzarlo. En Ecuador, dentro de este porcentaje, las mujeres ocupan solo el 14 %. Tuve que cumplir con una serie de requisitos para que otro Senior Member pudiera postular mi petición. Un comité analizó la trascendencia de mi trabajo, cómo influyen mis investigaciones, cuántos artículos de alto impacto he publicado, entre otras cosas. No fue fácil, pero esto marcó un antes y un después en mi carrera.
Como miembro de este instituto, Orozco tiene diversos beneficios que se centran en impulsar sus habilidades técnicas y de socialización. Estar rodeada de investigadores e instructores de alto nivel le permite mantenerse a la vanguardia en temas disruptivos, liderar proyectos de investigación y ser mentora de muchos estudiantes. Alcanzar este grado implica tener una madurez profesional, con pruebas contundentes de la contribución que haces a la sociedad.
Llegar a este nivel de conocimiento le costó muchos años de estudio y sacrificio, que comenzaron en la universidad. Ingresó en la Escuela Politécnica del Ejército (ESPE) a la carrera de Ingeniería en Electrónica y Telecomunicaciones. Después, vivió seis años en Brasil, donde realizó su maestría en Ingeniería Eléctrica, Telecomunicaciones y Telemática, en la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp). Esta experiencia en el extranjero culminó con un doctorado en la misma institución. Mi motivación para ingresar a la Unicamp fueron un par de docentes de la ESPE que habían estudiado ahí y eran grandes profesionales. Es la mejor universidad de Ingeniería de América Latina y está dentro de las 100 mejores del mundo, en esta rama.
Esta quiteña, de 36 años, salió de Ecuador en 2012 y regresó con sus dos títulos en 2018 para devengar, con tiempo, la beca que le otorgó la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). Desde pequeña me gustaban las matemáticas y la tecnología; y siempre tuve el apoyo de mi familia. Tengo dos hermanos con quienes comparto esta pasión y me ayudaron a romper cualquier barrera para cumplir mis sueños. En la universidad, mis compañeros siempre me cuidaron y nunca me detuvieron los comentarios machistas de algunos profesores. Tenía una gran convicción y así he forjado mi trayectoria.
Trabajó para la Secretaría Nacional de Telecomunicaciones, en la parte del espectro radioeléctrico. Sin embargo, hoy se centra en las comunicaciones inalámbricas, en la parte de modelamiento matemático y en la simulación de sistemas de redes móviles celulares (5G y 6G). Me dedico a investigar sobre las tecnologías que estamos viviendo en la actualidad. Busco técnicas que mejoren el desempeño o reduzcan la latencia para tener vehículos autónomos y operaciones remotas. Parece ciencia ficción, pero estos desarrollos están a la vuelta de la esquina. A pesar de que estamos atrasados en Ecuador, se espera que a finales de este año o inicios de 2024 podamos tener 5G en su primera etapa.
Su faceta como docente inició en la ESPE y -a finales de 2018- se cambió a la UDLA, donde divide su tiempo entre clases e investigación. También es consejera estudiantil e impulsa la creación de espacios de desarrollo: webinars, talleres, charlas... Me gusta compartir mi conocimiento con jóvenes que están creciendo y tienen sed de aprendizaje. Cuando estoy en el salón de clase siento la energía de los chicos y crece mi necesidad de enseñarles a desarrollar sus ideas y compartir mis experiencias.
En el futuro espera continuar con sus estudios, realizar estancias cortas en el extranjero y aplicar a un postdoctorado. Esta amante de los perros, de la lectura y de las películas, está enfocada en perfeccionar el desempeño y la seguridad de las redes inalámbricas. Si podemos disfrutar de juegos con realidad virtual será gracias a mujeres ingenierías como Nathaly Orozco, quien investiga, todos los días, cómo mejorar nuestra relación con la tecnología. (I)