Forbes Ecuador
Vicente Andrés Wong Cevallos
Liderazgo
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Vicente Andrés Wong Cevallos es el gerente general de la unidad de banano de Reybanpac desde hace dos años. La empresa, que fundó su abuelo en 1977, se ubica como segunda en el ranking de exportadoras de banano ecuatoriano. En 2022, exportó 25 millones de cajas de la fruta y facturó US$ 240 millones. La visión de la compañía se sustenta en un proceso sostenible, en la agricultura de precisión y en buenas prácticas socioambientales.

12 Julio de 2023 13.50

Su padre lo involucraba desde pequeño en el tema bananero. Vicente Wong Naranjo tenía su propio método para que su hijo aprendiera a conocer la empresa. Cuando todavía era un colegial, lo asignaba a varias áreas administrativas y, en ocasiones, el joven creía que "estaba calentando el puesto" o retrasando las labores de los ejecutivos. Pero así fue recogiendo ideas, formándose y conociendo cada departamento.

Desde esa época, su intención fue estar en la cadena de abastecimiento, ventas y comercio internacional. Perfiló su carrera para ser parte de Rey Banano del Pacífico (Reybanpac), la compañía que fundó su abuelo hace 45 años y que está segunda en el 'top' de exportadoras de banano ecuatoriano. Estudió Economía de Alimentos y Recursos y una maestría en Economía Agrícola en la Universidad de Florida, en Estados Unidos. Se quedó dos años allá, trabajando en un banco, y cuando tenía 23 años retornó al país para integrarse a la empresa y continuar el legado familiar. Vicente Andrés Wong Cevallos comenzó su carrera como desarrollador de ventas en el área comercial. Ahora tiene 34 años y, desde hace dos años, asumió la Gerencia General de la unidad de banano de Reybanpac.

No se puede hablar de la historia bananera en Ecuador sin mencionar a su abuelo, Segundo Wong Mayorga, el visionario que rompió paradigmas a finales de los años setenta y que logró llegar a países inexplorados tras la cortina de hierro. Reybanpac estableció relaciones comerciales con China, Rusia, República Democrática Alemana, entre otros. Ahora su fruta llega hasta 30 puertos de los cinco continentes. El principal destino de la empresa es la Unión Europea (UE), con un 34% de las ventas.

En 2022, exportó cerca de 25 millones de cajas de banano, un 7% del total vendido por el país, según el reporte de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE). Es superada solo por Ubesa, de Dole Ecuador, que encabeza el 'top'.

En 2019, la empresa recibió un reconocimiento del IESS por mayor número de afiliados a escala nacional, durante el periodo 2018-2019; se convirtió en la única compañía del sector agrícola en recibir el galardón en esa categoría. Tiene 6.400 colaboradores en todo el proceso, siendo 5.800 del área agrícola.

Wong es un apellido con mucha tradición bananera en Ecuador, ¿qué significa haber crecido en esta familia?

Con mucho orgullo, son más de 45 años que la familia se ha desempeñado en este negocio. Mi abuelo pudo incursionar en lo que, prácticamente, era dominado por las multinacionales. Él se enfocó en los mercados emergentes y pudo obtener un espacio directamente como exportador, en una actividad que era complicada por el entorno, ya que los principales actores tenían una integración vertical, como transporte marítimo, plastiqueras, cartoneras, oficinas comerciales y otros servicios.

¿En 1977 todo era manejado por las multinacionales?

El mercado ecuatoriano era completamente dominado por dos compañías: Dole y Noboa, y estaban integradas desde la producción hasta los mercados. En ese entonces, también había limitaciones por las escalas, ya que no se usaban los contenedores, y para acceder a un mercado específico había que llenar barcos completos al granel, tener una operación de descarga y cadenas de frío en puertos de ingreso. En 2005, fuimos pioneros en utilizar contenedores para exportar banano.

Usted es parte de la tercera generación, ¿qué recuerda de su abuelo?

Somos parte de un gran equipo que viene con la visión del fundador, mi abuelo, y tanto la generación de mi padre (Vicente Wong Naranjo) y la mía hemos podido integrarnos a esta visión, y la intención es seguir en el futuro. Estuve 12 años con él, falleció en 2002, recuerdo que desde muy pequeños nos llevaba a la oficina, a las fincas y a conocer a ciertos clientes. Era muy apasionado por el fútbol, nos llevaba al estadio y compartimos mucho. Dedicado a la familia, al trabajo, y pensando siempre en el legado, que esto perdurara para todas las generaciones.

¿Cómo Reybanpac llegó al 'top' 2 de exportadoras de banano?

Es una larga trayectoria, donde se han cumplido hitos, se han superado limitaciones; y se han aprovechado las oportunidades. Uno de esos grandes hitos, al inicio, fue cómo mi abuelo logró entrar a mercados emergentes que no tenían la magnitud y representación actual en las exportaciones del país. Son más de 350 millones de cajas de banano que exporta el país, y en ese momento no llegaba a 200 millones. La empresa surgió de la comercialización; con el tiempo nos fuimos convirtiendo en productora-exportadora, y luego hicimos alianzas comerciales con multinacionales, que nos dieron estabilidad, escala, y el impulso para los procesos de certificaciones.

A inicios de los años noventa, comenzamos con la estructura de producción propia, y actualmente tenemos más de 7.000 hectáreas, en 43 haciendas. Eso nos dio una fortaleza importante, la experiencia para lograr los niveles de productividad, el volumen para atender todo el año a los clientes, y reducir dependencia de fruta de terceros. El uso de los contenedores (2005) fue un hito para nosotros, nos dio la posibilidad de pasar de tres o siete, a cientos de clientes. Eso nos ayudó a la diversificación y a lo que anhelábamos; poder llegar directamente al mercado, a hacer programas con supermercados y distribuidores independientes con nuestras marcas.

Una de las grandes barreras de entrada era la logística de abastecimiento y el negocio en general estaba concentrado en pocos. La UE tenía un sistema de licencias, y era un mercado 100% cerrado, donde las compañías multinacionales poseían esas licencias y no podía entrar nadie más que no las tuviera.

¿Cuál es el mercado más fuerte que tienen ahora?

La UE, y precisamente es fuerte porque lo hemos direccionado como un objetivo estratégico. Se alinea con nuestras estrategias de sostenibilidad, que están orientadas a las prácticas socioambientales que hemos puesto en marcha, y el mercado reconoce y las tiene como credenciales, como un requisito para poder participar de ese mercado en función del cumplimiento de estos objetivos.

¿Cuáles son esas credenciales?

En la parte social y ambiental, cumplimos con todas las certificaciones acreditadas. Entre las más importantes están Global Gap, el módulo GRASP, sobre cumplimiento de la legislación laboral nacional e internacional; también SMETA, sobre condiciones de trabajo y desempeño ambiental. En 2019 obtuvimos la certificación producto carbono neutro en todas las plantaciones, es una tendencia que está creciendo en diferentes mercados. Tenemos un programa con una cadena de supermercados de Países Bajos a la cual proveemos bananas 100% carbono neutro. También hemos incursionado en la categoría Fairtrade, una certificación de productos de comercio justo, y desde hace tres años comenzamos en el segmento orgánico, enviamos 1,7 millones de cajas para diferentes destinos.

¿Cómo están repartidos los mercados?

A la UE se destina un 34% de nuestras exportaciones. Entre 2006 y 2008 impulsamos nuestras primeras ventas directas a Europa y a Japón. Actualmente, somos la primera empresa ecuatoriana de banano en el mercado japonés. A Medio Oriente se vende el 20%; a Asia, 16%; Rusia, 10%; Mediterráneo, 5%; Sudamérica, 5%, y un 10% va a otros mercados (entre ellos EE.UU.). Rusia tenía una participación grande, pero el volumen cayó desde 2022. Ese mercado ha estado destinado a la venta spot y nuestra estrategia más bien es desarrollar programas de largo plazo y atados a estas iniciativas sociales y ambientales, que generan una diferenciación.

Por ejemplo, existe la Iniciativa de Comercio Sustentable (IDH, por sus siglas en inglés), fomentada por la UE, que utiliza la metodología Anker para estimar un salario digno, y Ecuador cumple con la normativa internacional a diferencia de otros orígenes de producción, y Reybanpac está por encima de 35% de sobre cumplimiento en esta evaluación.

¿Es una de las claves para mantenerse en las exportaciones?

Es una combinación de factores, una parte la competitividad nos da la productividad que tenemos en las fincas propias y la escala que te pueda dar la fruta comprada. El rendimiento promedio es de 2.850 cajas por hectárea/anual, y estamos cerca de alcanzar las 3.000 cajas promedio en los próximos años. La media del país es de 1.800 cajas por hectárea.

¿Cuánta de la fruta que exportan es propia?

Nuestras haciendas producen 18,4 millones de cajas y compramos entre 7 y 8 millones de cajas de banano convencional y 1,5 millones de cajas de orgánico.

La competitividad de Ecuador es el talón de Aquiles frente a otros productores, ¿cuál es el salto que debemos dar?

Estamos viviendo una situación compleja, porque la competencia de otros orígenes, como Colombia, que lidera esa competitividad regional, porque su moneda ha perdido valor, nos afecta de forma directa porque tenemos estructura de costos en dólares. ¿Dónde debemos trabajar? Lo único que nos puede llegar a salvar de esa competencia es mejorar la productividad, invirtiendo en tecnología y en agricultura de precisión. Actualmente, estamos desarrollando un programa para lograr mayor competitividad y sostenibilidad. Tenemos en marcha un piloto donde utilizamos componentes de internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) para poder tomar datos del suelo y climatológicos, con el objetivo de optimizar el uso de los recursos como fertilizantes, agua, combustible, y lograr eficiencia en los procesos.

¿Cuáles serían los niveles de inversión?

Aún estamos probando qué dispositivos usar y cada finca tiene sus particularidades, en función de la deficiencia de conectividad, según las zonas. Pero para llegar a una optimización y tener un sistema de IoT, con un correcto protocolo de comunicación, una estimación a priori sería US$ 3.000 por hectárea. Después de esta fase de evaluación, vamos a incorporar cualquier aplicativo que ayude o aporte a tener una eficiencia, porque somos uno de los países más caros para producir banano.

¿Cuánto cuesta producir una caja?

La diferencia de costos, si se compara con Guatemala y Colombia, es un dólar por caja comparando fincas con índices de productividad similares. Si ponemos un promedio, esos productores nos llevan una ventaja, pero hay que reconocer que como país tenemos otro tipo de beneficios, por la magnitud de la industria. Ecuador representa tres veces más que Costa Rica y tres veces más que Colombia, tenemos una oferta exportable que hace que los servicios navieros lleguen al país, y haya una diversificación u opciones para ubicar nuestra fruta en los diferentes mercados. Esa disponibilidad logística genera costos logísticos competitivos que reducen la desventaja de ubicación geográfica para ciertos destinos. Lo importante es focalizarnos en cómo mejorar la competitividad. Guatemala llega en promedio por encima de 4.000 cajas por hectárea.

¿Cuáles son los pilares para el crecimiento?

El primer pilar es el compromiso de nuestra gente, nuestro equipo; nos hemos focalizado en poder especializarnos y elevar los rendimientos en general, a través de programas de formación y capacitación al personal. Segundo, la escala que tenemos en producción propia, a diferencia de otras empresas exportadoras, que también están en el ranking. Somos una de las mayores productoras en el país, no solo por el hectareaje, sino por la productividad. Y eso nos da flexibilidad para participar en todos los segmentos de mercado y manejar no solo empaques regulares que la industria está acostumbrada a hacer, sino también atender empaques y especificaciones a la medida de cada cliente.

¿Cuáles son esos empaques?

Por ejemplo, la UE requiere empaques enfundados, empaques con banderolas, certificaciones puntuales en una o dos fincas, o especificaciones por tamaño de la fruta. Para Japón hacemos como 60 tipos de SKU de empaques (código de referencia del producto) y manejamos hasta tres SKU por cada contenedor.

¿A cuánto asciende la inversión para apuntalar sus exportaciones?

Realizamos inversiones para mantenimiento de nuestras instalaciones. Tenemos más de 80 plantas empacadoras que deben adecuarse y modernizarse cada año, así como los sistemas de riego. Para mantener la calidad y flexibilidad, solo en mantenimiento bordea los US$ 5 a 6 millones por año. También tenemos un plan de renovaciones de cultivos, de acuerdo con las necesidades. Renovar la finca completamente, dependiendo la zona, puede costar entre US$ 12.000 y 17.000 por hectárea.

2022 fue un año atípico para el sector, ¿cómo le fue a Reybanpac?

Fue un año complicado para la industria bananera, el problema principal ha sido la guerra Rusia-Ucrania, limitaciones del tema logístico. Hubo una sobreoferta que se tenía que ubicar en otros mercados, lo que causó un colapso de precios y generó que la industria sufriera considerablemente y se focalizara básicamente en sobrevivir. El verano fue más frío y con menos luminosidad que otros años, sumado al incremento en los costos de los insumos, y con la crisis de precios, no era una combinación idónea para poder incrementar productividad frente a otros años.

¿Las perspectivas no son buenas para la industria?

2023 no es un año prometedor a nivel de volumen, no obstante los precios se han incrementado considerablemente, y lo que la industria espera es poder compensar la baja productividad con una recuperación de precios. El banano es un cultivo generacional, y en el momento en que se decide reducir los insumos y programas agrícolas en una misma área, que es la unidad de reproducción que comprende entre las plantas, la madre, el hijo y el nieto, el efecto negativo perdura por más tiempo, a diferencia de un producto de ciclo corto, que siembras y cosechas en tres meses, mejoras los niveles de productividad en un mismo año.

¿Cómo cerraron las exportaciones el año pasado?

En 2022 exportamos aproximadamente 25 millones de cajas de banano, que significaron US$ 240 millones. Lo que hicimos fue, de una u otra manera, no arriesgar más de la cuenta y poder concentrarnos en los programas y planes en mercados estratégicos. En 2021 las ventas llegaron a 27,7 millones de cajas de banano, US$ 261 millones. Este 2023 estamos proyectando ventas de 28 millones de cajas y US$ 300 millones. Pero es una situación difícil y hay incertidumbre en el abastecimiento. Los factores climáticos se encuentran muy volátiles en temas de agricultura hay muchos factores que no controlamos, pero por la experiencia podemos posicionarnos de una manera adecuada para evitar riesgos. (I)

*El artículo original fue publicado en la edición impresa No. 10 de febrero-marzo de 2023. 

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