Yuri León asumió la Presidencia Ejecutiva del Grupo Oriental y se convirtió en la primera mujer en liderar este imperio industrial de alimentos en Ecuador, que fue fundado por su padre, Wilson León, hace 48 años. La filosofía familiar y corporativa de que 'todo lo que parece imposible hay que hacerlo posible' se cumplió con ella, ya que rompió paradigmas de la cultura asiática donde se privilegia la figura masculina. En junio de 2022 fue seleccionada para el cargo, y en los primeros meses se había dedicado a cumplir los planes en marcha de la empresa, que maneja un portafolio de 280 productos y 15.600 ítems. La nómina es de 700 colaboradores. Hasta el año pasado, los productos de la Oriental llegaron a 13 mercados a escala global, entre ellos su estrella Rapidito. En 2022, la facturación bruta cerró en US$ 56 millones y los planes son crecer 20 % este año. 

Es Ingeniera en Ciencias Empresariales con especialidad en Negocios Internacionales y acaba de terminar un MBA, en la Universidad Adolfo Ibáñez, de Chile. Es la segunda de cuatro hermanos, la única mujer. Tiene 41 años años y dos hijos, de 15 y 14. En su moderna oficina tiene espacio para una vitrina con casi todos los productos de la Oriental y también para figuras de gallos de todos los tamaños. Hay una explicación para eso: nació en 1981, el Año del Gallo en el Horóscopo Chino. En ese despacho recibió a Forbes Ecuador para su primera entrevista como la nueva CEO del Grupo Oriental. 

Por primera vez una mujer asume el liderazgo de Grupo Oriental, ¿cómo ocurrió y qué significa?

Se dio como parte de un plan generacional. Uno de los valores en la organización es la meritocracia, no podríamos hablar ni de patriarcado ni nepotismo, porque en mi cultura, por lo general, siempre se da prioridad a la figura masculina. Se realizó un proceso de selección en el gobierno corporativo, donde hemos sido preparados, profesionalizados y evaluados en nuestros resultados. Y uno de los honores que me ha dado la familia y, sobre todo el CEO fundador, mi padre, y la CEO fundadora, mi madre, es la oportunidad de ser la Presidenta Ejecutiva, el más alto cargo de la empresa. 

¿Rompió los paradigmas?

Justo por eso se aplica en la cultura empresarial: 'Todo lo que parece imposible hay que hacerlo posible', es romper todo paradigma, ser resilientes y generar un sentido de valor, no lo que siempre se ha venido haciendo, sino cómo hacer nuevo lo que antes se tenía como principio. Hacer posible lo imposible también es demostrar cómo nosotras podemos cambiar un paradigma que viene formado de una sociedad machista, de un fundador hombre que logró cambiar una sucesión y escogió a una muejer entre la familia, mis hermanos son excelentes personas y muy trabajadores, pero fuimos seleccionados con un principio igual para todos, ha sido un tema de meritocracia que se debe valorar. 

Usted fue formada para liderar la empresa.

Podríamos decir que me formaron para este proceso, no teniendo en mente, tal vez, en seleccionarme como mujer, porque por lo general una mujer, en la cultura asiática, está para apoyar siempre al hombre, y creo que eso es lo que debe ser un buen equipo. Sin embargo, las experiencias y las oportunidades que me dieron la vida y las diferentes vicisitudes me formaron para ser una mujer líder en la organización. Siempre le digo a mi equipo, no soy la jefa, soy una administradora del talento humano y una formadora de un buen equipo de trabajo

El nombramiento se dio en junio de 2022, ¿por qué lo anuncia ahora?

Porque me he dedicado, internamente, primero a terminar los planes en el Grupo, una de las asesorías fue que iniciáramos el año con una buena noticia, en el primer trimestre, pero con lo divertido que es gobernar, manejar y emprender en este país, no puedo decir que una de las prioridades era comunicar mi nombramiento. 

Una empresa fundada en 1975, ¿tendrá cambios en su estrategia empresarial?

No es un cambio radical en cuanto al liderazgo, ya que vengo formándome desde hace muchos años, prácticamente desde que nací. 

Amamantada en la Oriental.

Sí, amamantada en el emprendimiento, en la resiliencia y en la competitividad de salir adelante, este proyecto de crecimiento lo he venido empujando hace más de seis años y he estado bastante presente en parte administrativa de la organización. Hoy conozco todas las áreas y el funcionamiento integral de la organización, y me siento orgullosa. La empresa tiene cuatro pilares y ejes fundamentales: innovación, eficiencia, ahorro y control. Cuando hablamos de innovación no es generar una academia de TICs, la innovación se da en cómo cambiar una metodología tradicional del proceso, en hacerla eficiente. Por ejemplo, la disciplina en el ahorro nos ha permitido reducir costos de producción, nuestros resultados no se dan en 12 ni en 24 meses, es un resultado consecuente, disciplinado, repetido y de generar esa cultura en la organización. 

Todo es medible actualmente.

Hoy somos una organización que cuenta con KPI (indicadores claves de desempeño), claro que se puede mejorar, desde la base de nuestra estructura de la organización tenemos indicadores de gestión, hasta la más alta, que soy yo.

¿En qué momento está el Grupo Oriental cuando usted asume?

Empresarialmente, en 2022, fue un año histórico para la empresa en todos los sentidos. Histórico por el crecimiento comercial e internacional, nuestros resultados económicos fueron récord, hemos aumentado los resultados para nuestros stakeholders en 400 %. Uno de estos, que nos da bastante orgullo, es haber logrado reducir los costos de producción 10 %, en un año donde tuvimos el aumento de la inflación a escala mundial, el costo logístico, el combustible, resina, materias primas, insumos como trigo, todo aumentó. ¿Nosostros qué hicimos? Logramos eficiencia en nuestros procesos de producción, lo repito: hacer posible lo imposible, porque no hay límites para la organización cuando lo haces con amor y pasión. 

¿El año pasado cuánto fue la facturación?

Facturamos en valor bruto de US$ 56 millones. También crecimos con nuevos hijos, porque es un sentido maternal en la organización, la creación, el desarrollo y dar a luz un producto. Sacamos cuatro hijos más. Uno de la marca propia la Oriental, que son los fideos de camote, y tres productos de la nueva marca Doña Tere, que es condimentos, con su sabor tradicional, aliño, pasta de ajo y sazonador.

¿Han ingresado a nuevos mercados?

En Centroamérica, México y El Salvador, principalmente con Rapidito. En China pudimos ingresar con la salsa de ají y este año esperamos exportar el vino de Borojó. Esperamos que el Gobierno pueda concretar el acuerdo comercial con China, que es una de las cosas positivas, y que tengamos beneficios y ventajas bilaterales.

¿Cuáles son las perspectivas para este año?

Tenemos previsto crecer 20 %, ¿cómo lo vamos a lograr? Hay una contracción en el mercado local, pero creemos que tenemos oportunidad de crecer internamente y sobre todo en mercados internacionales. En tecnología, somos una empresa consolidada, este año cumplimos 48 años, bastante madura, pero que debe renovarse y creemos que es tiempo cambiar, según los niveles de crecimiento proyectado. Es momento de actualizar y renovar el sistema tecnológico integrado de todos los procesos, estamos en actualización y migrando hacia una nueva versión.

¿Las inversiones a cuánto ascienden?

En nuevas tecnologías hemos creado un presupuesto de más de US$ 3 millones, eso implica mejora de procesos, de prácticas, en líneas de producción, aumento de capacidad y mejora de instalaciones. Tenemos dos proyectos inmobiliarios importantes que son el parque industrial logístico y la construcción del Centro Nacional de Distribución y las oficinas de la empresa, este último estará en vía Daule-Salitre, en un área de más de 2.000 m2. Esperamos arrancar la obra en el último trimestre de 2023, con una inversión que supera los US$ 2 millones, y estaría operativo el próximo año. Uno de los mayores aprendizajes de la administración de la empresa es la capacidad de autogestión, no somos solo una empresa que siembra, cosecha, produce, industrializa, comercializa y distribuye, lo hacemos con flota, recursos y talento propio, y ese es uno de los mayores pilares: somos autogestores de nuestro éxito. (I)