El nunca se visualizó sentado, con terno y corbata, detrás de un escritorio. A él siempre le llamaron la atención el campo y la naturaleza. En su familia nadie compartía esta pasión, pero eso no le impidió cofundar un emprendimiento desde cero. El holding Sambito (Soluciones Ambientales Totales) es el resultado de muchos años de estudio en el extranjero, de trabajo en equipo y de una trayectoria reconocida en este sector.
Estudió Ingeniería Agrónoma en la Universidad Earth en Costa Rica y cuenta con una maestría en el INCAE Business School y en la Universidad de Cambridge, donde se especializó en economía circular. José Javier Guarderas es quiteño de nacimiento y guayaquileño de corazón. Con 49 años, es también el cofundador de los conocidos Premios Verdes. Está casado y tiene dos hijos.
Le pregunté por qué se inclinó a construir una carrera relacionada con el ambiente y me dijo que siempre se ha visto interactuando con la naturaleza y con las personas. Su familia no le dejó fincas ni haciendas, su mejor herencia fue la educación. En ese entonces ya me di cuenta de que el modelo era insostenible. Había una necesidad por conservar los recursos limitados que nos da el planeta y tenía que desarrollar una sensibilidad social.
En Costa Rica conoció a su socio y amigo, regresó a trabajar en un banco agrícola, manejando varias fincas, y después incursionó en la industria florícola, hasta capitalizarse y abrir un negocio propio. Sambito nació en 2002, con ideas un poco dispersas, pero con la seguridad de que había un futuro muy prometedor. Comenzó con una facturación de US$ 7.000 al año y hoy alcanza los US$ 10 millones anuales.
Es un hombre que no transgrede principios ni valores. Su padre le enseñó que la honorabilidad cuesta plata en el corto plazo, pero es rentable a largo plazo. Ha participado en la realización de algunas políticas públicas y ordenanzas. Este empresario nos cuenta cómo ha logrado que su negocio perdure en el tiempo, con una conciencia social, cultural y ambiental.
¿Cómo arrancar con un proyecto que sea sostenible en el tiempo?
Primero, identificamos que no nos movía el dinero, sino las causas. Nosotros buscamos salvar el planeta, ese es nuestro negocio y el negocio de las personas que abordan temas de sostenibilidad. Arrancamos la empresa con seis colaboradores y creamos un sinnúmero de compañías en el camino que son parte del holding. También tenemos cuatro unidades de negocio relacionadas con temas de normativa ambiental, medición de huella de carbono, economía circular y eventos verdes.
Identificamos que el camino también eran la innovación y la tecnología, con plataformas robustas y seguras. En toda nuestra historia tenemos más de 2.000 clientes, quienes han confiado en nosotros para manejar sus temas ambientales.
¿En qué lenguaje hay que hablar con los empresarios?
En dólares, ese es el lenguaje que entienden. Cuando les hablas con términos muy técnicos de sostenibilidad te dicen: 'Mira, primero tengo otras prioridades', pero cuando les explicas que esta es la mayor tendencia de crecimiento en el mercado, las cosas cambian. Ahora, no importa el negocio, todos tienen una vertical hacia la sostenibilidad. Si tú hablas de turismo, hablas de turismo sostenible, si hablas de agricultura, hablas de agricultura orgánica, lo mismo pasa con las finanzas sostenibles, los vehículos híbridos o eléctricos… No hay industria que no siga esta vertical porque ya no son temas voluntarios, sino de mercado.
Por ejemplo, una multilateral no te presta dinero si no compruebas que tienes una estrategia de sostenibilidad.
¿En Ecuador sí hay empresas sostenibles?
Sí, muchas. Ecuador, sorprendentemente, cuenta con una legislación ambiental mucho más avanzada que otros países de Latinoamérica. Por decirte, hay una política de manejo de desechos extraordinaria y el mundo del reciclaje mueve más de US$ 350 millones al año. Nosotros, dentro de la línea de economía circular, nos encargamos de la recolección y el tratamiento de neumáticos a nivel nacional, de los aceites y los lubricantes, de las baterías de ácido y de plomo, de luminarias… Copiamos unos modelos europeos de administración, donde tercerizamos y contratamos todos los servicios.
Con esto demostramos que comprar, consumir, desechar y botar a la basura ya no va más. Con Seginus, reciclaje de neumáticos, hemos generado 900 plazas de trabajo, más de US$ 7 millones en nuevas inversiones y evitamos que más de siete millones de llantas terminen dispuestas de forma inadecuada; así demostramos que los modelos de economía circular son virtuosos y tienen un impacto positivo.
¿Qué pasa si aún hay empresas que se niegan a seguir este camino?
Ya es un tema de políticas públicas. El Gobierno nos dice: 'Ok, de aquí en adelante usted, señor llantero, tiene que ser responsable de la cantidad (que aumenta cada año) de neumáticos que pone en el mercado'. Si no lo hacen, el Gobierno tiene la potestad de quitarles el permiso de importación o de producción. Lo mismo pasa con las baterías o con el plástico redimible. Ecuador es el primer o segundo país con más eficiencia en la recolección de plástico PET per cápita del mundo. No puedes botar dos centavos —que vale cada botella— a la basura. Los temas ambientales ya no son simplemente filosóficos. Si vemos los negocios de los hombres más ricos del mundo, todos giran alrededor de temas de sostenibilidad, energías renovables, vehículos eléctricos.
¿Cuáles son los grandes negocios del futuro?
Todo lo que tenga que ver con energías renovables, manejo de desechos, economía circular, manejo de aguas, movilidad sostenible… son los grandes negocios del futuro. De hecho, dicen que las próximas minas van a ser los botaderos o los rellenos sanitarios. Probablemente -dentro de algunos años- vamos a escarbar para sacar lo que antes tirábamos porque van a ser materias primas para nuevos procesos productivos. Esto va a ser más económico que volver a extraerlas de la naturaleza. El enfoque que nosotros identificamos es cómo hacer negocios mientras ayudamos a salvar el planeta.
¿Cómo lo puede lograr un país con una economía extractivista?
Ese es el reto. Nosotros consideramos que no debemos satanizar ninguna industria porque todas deben manejarse de forma sostenible, ya existen tecnologías para que mineras y petroleras generen el menor impacto posible. Tampoco podemos irnos al extremo de no explotar ningún recurso porque absolutamente todo viene de la naturaleza: esta computadora, esta grabadora, este vaso, esta pared… Uno tiene que crear un balance, pero considero que no podemos seguir en lo mismo, el extractivismo no nos ha sacado de la pobreza y muchas veces ese dinero no regresa de forma correcta.
¿Entonces es un ambientalista?
Sí, imperfecto. Uno tiene que ser un ambientalista imperfecto, pero activo. Haz lo que puedas, algo es algo. Mi ropa, no importa dónde la compre, la compenso y la hago carbono neutro. Pero, insisto, siempre debes tener un propósito. Los empresarios deben tener una causa que los mueva. Segundo, deben ser coherentes. Tú tienes que practicar lo que predicas, hasta para el liderazgo corporativo. Nosotros somos un referente a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, con nuestros Premios Verdes promovemos emprendimientos y tenemos más de 20.000 proyectos de 53 países en 1.159 ciudades. Buscamos, conectamos y amplificamos a los 'game changers' del mundo.
¿Es posible cambiar el mundo?
Creemos que hay formas y una de ellas es fomentando emprendimientos sostenibles. Esto nos ha ayudado a fortalecer nuestra presencia en la región y tenemos negocios en 10 países. Tenemos claros nuestros objetivos y lo estamos haciendo.
¿Tiene algún secreto para manejar su holding?
Lo primero es que me apasiona lo que hago. Yo me levanto todos los días con la ilusión de trabajar y generar algo positivo con todos nuestros proyectos.
*El artículo original fue publicado en la edición impresa No. 14 de octubre de 2023.