¿Qué impide a los líderes alcanzar su máximo potencial? ¿Cuáles son esos puntos ciegos que pueden obstaculizar su éxito? No hay una sola respuesta, porque el liderazgo es un arte que requiere atención constante y una mente abierta.
Sin embargo, incluso muchos líderes de gran éxito pueden tener puntos ciegos que los limitan. Estos puntos son áreas que no logran ver, no son conscientes de sus debilidades o ignoran problemas importantes.
Desde la falta de autoconocimiento hasta la resistencia al cambio, estos puntos ciegos pueden tener un impacto significativo si se anhela un liderazgo efectivo. La buena noticia es que existen estrategias y técnicas efectivas para superar estos obstáculos y convertirse en personas más efectivas.
El origen de los puntos ciegos al liderar
Los puntos ciegos pueden surgir debido a una variedad de factores, como la falta de autoconocimiento, la carencia de experiencia en ciertas áreas o una visión limitada del entorno. Como no los conoce ni visibiliza, pueden afectar negativamente la toma de decisiones, la comunicación, y la capacidad de inspirar y motivar a los miembros del equipo; y todo esto lleva a una baja en sus resultados.
Una de las principales formas de revertir los puntos ciegos en el liderazgo es trabajar en el desarrollo de la autoconsciencia. En palabras sencillas, significa tener una comprensión muy nítida de uno mismo, de cómo se percibe y se comporta. También implica tener una asimilación profunda de las fortalezas y debilidades personales, y del impacto que provocan en los demás.
Una persona autoconsciente es capaz de reconocer sus propias limitaciones y buscar proactivamente formas de mejorar y crecer en su rol, más allá de lo alta que sea su posición. Por caso, todos los grandes líderes de cualquier campo o industria tienen sus mentores, coaches profesionales, terapeutas y personas que los acompañan a superar sus barreras.
Si te estás preguntando cómo se desarrolla la autoconsciencia, que es uno de los pilares del desarrollo humano, la respuesta es a través del autoconocimiento, la reflexión personal, la búsqueda de feedback y el aprendizaje continuo, es decir, convertirse en eternos aprendices.
Por eso es fundamental que cualquier persona que dirija personas y empresas, necesita dedicar cierto tiempo y esfuerzo a explorarse internamente. Así podrá detectar sus puntos ciegos, y trabajar activamente para superarlos, si lo desea.
Los 10 puntos ciegos del liderazgo
A continuación, revisaremos diez de los principales puntos ciegos de los líderes. Este análisis está basado en mi trabajo como especialista en líderes y su desarrollo en 18 países. Los puntos no tienen un orden en particular; sólo buscan ser una radiografía de la ceguera más habitual que he observado en los treinta años de carrera.
Punto ciego 1: Falta de empatía
La empatía es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos y perspectivas de los demás. Liderar con empatía es tener la capacidad de conectarse emocionalmente con su equipo, lo que permite comprender mejor sus necesidades y motivaciones.
Sin embargo, algunas personas suelen tener dificultades para mostrar empatía debido a una falta de su propia conciencia emocional o una visión centrada en sí mismos, lo que habitualmente conocemos como egocentrismo. Esto puede llevar a una comunicación deficiente, a falta de apoyo y a una desconexión con los miembros del equipo.
Para superar este punto ciego, es importante practicar la empatía activamente. Esto implica escuchar atentamente a los demás, silenciar el ruido mental, buscar comprender sus perspectivas más allá de tener opiniones divergentes, y mostrar interés genuino por sus preocupaciones. También es útil desarrollar habilidades de inteligencia emocional para poder reconocer y gestionar las emociones propias y de los demás de manera efectiva.
Punto ciego 2: Microgestión
La microgestión es el acto de controlar en exceso y supervisar de cerca las tareas y decisiones de cada miembro del equipo. Así, caen en la trampa de no saber delegar tareas y tampoco confiar en los demás para hacer el trabajo. Esto deriva en una falta de autonomía y toma de decisiones centralizada al estilo de jefes verticalistas, por lo que decae la motivación del personal. A su vez, habrá una carga excesiva de trabajo de ese líder que ha creado una total dependencia a su función.
Para superar este punto ciego, es importante aprender a confiar. La confianza es la red de contención de todas las personas y el pegamento que solidifica relaciones auténticas y comprometidas. Comienza por identificar las fortalezas y habilidades de cada individuo y asígnales tareas y responsabilidades acordes. Pruébalos con proyectos de corto plazo y evalúa en conjunto su desempeño. También es importante establecer una comunicación clara y abierta para asegurarse de que todos estén alineados en cuanto a las expectativas y los resultados deseados.
Punto ciego 3: Resistencia al cambio
Si se quiere evolucionar, hay que abrazar los cambios, porque son inevitables por más oposición que le pongas. En general, la resistencia al cambio surge por miedo a lo desconocido, la comodidad con la forma en que se han hecho las cosas o la falta de confianza en las nuevas ideas y enfoques. Sin embargo, negarse a cambiar puede limitar la capacidad de liderazgo y obstaculizar el crecimiento personal y organizacional.
Para este punto ciego, es importante adoptar una mentalidad abierta, con flexibilidad y estar dispuesto a aprender y adaptarse. Rodearse de personas muy distintas a uno, considerar otros puntos de vista y actualizarse de todas las formas posibles, son algunas de las maneras de superarlo.
Punto ciego 4: Falta de delegación
Mencionado anteriormente dentro de la microgestión, este punto ciego es tan común que merece un párrafo completo. Porque es, quizás, el eje central de la falta de efectividad de miles de líderes. Y todo nace, generalmente, no sólo de una falta de confianza en su equipo, sino, fundamentalmente, en sí mismos y en sentir que van a perder poder si delegan. Además, terminan ocupándose de temas que les desvían de lo estratégico.
Para superarlo, es importante identificar el potencial de cada personal, y estimular para que puedan sacarlo a relucir al máximo. Asimismo, es misión de cada líder brindar orientación y apoyo, así como establecer un sistema de seguimiento para asegurarse de que el trabajo se esté realizando de manera efectiva.
Punto ciego 5: Comunicación ineficaz
La buena comunicación es una habilidad fundamental en el liderazgo, ya que permite transmitir información, instrucciones, expectativas y visión a su equipo. Sin embargo, a la mayoría se les dificulta hacerlo de manera clara y efectiva. Esto puede llevar a malentendidos, falta de alineación y una falta de confianza en el líder.
Para abordar esta ceguera de liderazgo, es importante desarrollar habilidades de comunicación efectivas. Empieza por ser claros y concisos al transmitir información, aplicar la economía de palabras, saber escuchar el ochenta por ciento del tiempo, y proporcionar retroalimentación constructiva. También es útil adaptar el estilo de comunicación según las necesidades y preferencias individuales de los miembros del equipo. Todas estas habilidades se entrenan y desarrollan.
Punto ciego 6: Sobreconfianza
El exceso de confianza es un punto ciego peligroso que puede surgir cuando un líder se siente extremadamente seguro de sus habilidades y conocimientos. A menudo, lleva a la toma de decisiones precipitadas y la falta de consideración de otras perspectivas valiosas.
Para superar la sobreconfianza, es fundamental practicar la humildad y el autoexamen. Empieza con tener disposición a cuestionar las propias ideas y a escuchar atentamente a los demás. También es útil la implementación de sistemas de revisión y consulta antes de tomar decisiones importantes, porque puede ayudarle a verificar sus visiones, y así, definir más equilibradamente.
Punto ciego 7: Falta de responsabilidad
La falta de asumir la responsabilidad por las acciones y decisiones puede minar la confianza en el liderazgo y debilitar la credibilidad. En muchos países se aspira a posiciones de alta dirección asumiendo que se tienen todas las competencias suficientes y, sin embargo, se asignan puestos que les quedan grandes.
Para superar este punto ciego, la persona debe reconocer su responsabilidad en cada situación, y hacerse cargo de los errores (y, claro, también de los aciertos) de todo el personal a su cargo. Es más: practicar la sinceridad, la apertura y la vulnerabilidad son tres rasgos para empezar a hacerse cargo. De esta forma, no solo muestra integridad y humanidad, sino que también establece un ejemplo positivo para el equipo.
Punto ciego 8: Sesgos
Los sesgos, ya sean conscientes o inconscientes, pueden influir significativamente en la toma de decisiones y en la percepción de las situaciones y las personas. Un sesgo es una ruta habitual mental que toma cualquier persona, que lo lleva por lo general a caminos conocidos y que traban la innovación y el pensamiento alternativo para resolver situaciones.
Para trabajar este punto ciego, es fundamental que en cada líder exista una inteligencia emocional muy desarrollada, que facilitará la toma de consciencia rápida sobre los sesgos que le limitan. Además, promover una variedad de perspectivas, tomar decisiones basados en datos objetivos, y la consulta con colegas de confianza también pueden ayudar a minimizar la influencia de los sesgos.
Punto ciego 9: Fallas en priorizar y de organización del tiempo
Cualquier persona dirigiendo una organización y equipos, necesita saber gestionar eficazmente su tiempo y establecer prioridades claras.
Cada día escucho las quejas al respecto, y muchas veces se deben a este punto ciego que lleva a la pérdida de productividad, la falta de cumplimiento de plazos importantes y una sensación constante de estar abrumados.
Para superar este aspecto esencial, es imprescindible amigarse con una excelente gestión del tiempo. Algunas de las formas de lograrlo son: tener en claro el para qué de cada tarea que asume; saber decir que no con firmeza y empatía a la vez, y contar con la capacidad de identificar y priorizar tareas clave.
Asimismo, se necesita aprender a establecer metas realistas y crear un plan de acción efectivo, y comunicarlo asertivamente a cada persona involucrada.
Todo esto nos lleva a concluir en que la organización personal, profesional y la disciplina en la gestión del tiempo son esenciales para liderar de manera efectiva y lograr resultados significativos. Porque no existen buenos líderes sin una excelente organización, y sin disciplina. En todo caso, pueden ser jefes o gestores de asuntos.
Punto ciego 10: Soberbia y ego
La soberbia y el ego son totalmente perjudiciales para el liderazgo. Cuando alguien está dominado por la soberbia, tiende a creer que siempre tiene la razón y que su opinión es la única que importa. Esto aliena al equipo y obstaculiza la colaboración efectiva que se debería buscar.
Si se desea superar esta ceguera de liderazgo, hay que practicar el autocontrol y la regulación emocional. Un concepto que ha sido útil a muchos de mis clientes es ver sus roles como un acto de servicio: a la empresa, a las personas del equipo, a los clientes. El conectarlo con esta visión más trascendente -con propósito, se puede afirmar-, los ha llevado a un punto de contemplación de su comportamiento soberbio y egoico, que les permitió repensarse y cambiar sus actitudes.
Como dijo Helen Keller, El líder ve las cosas con claridad antes que los demás. Tiene la visión y la fortaleza de actuar en consecuencia. En mi percepción, cada persona líder tiene el privilegio de acompañar a otras en el sinuoso camino del trabajo en equipo, en forma colaborativa, y con foco en los resultados en común.
Al eliminar los puntos ciegos y cultivar una visión sólida y clara, cada líder va a lograr guiar mejor a sus equipos e impactar más positivamente. Porque, en definitiva, de esto se trata el liderazgo bien entendido: guiar, acompañar, y dejar un legado.
En conclusión, los puntos ciegos pueden limitar la efectividad del liderazgo y obstaculizar el crecimiento y el éxito. Sin embargo, al ser conscientes de estos puntos ciegos y trabajar activamente para superarlos, los líderes pueden convertirse en líderes más efectivos y empoderados.
La autoconciencia es fundamental en este proceso, ya que permite a los líderes reconocer y abordar sus debilidades y áreas de mejora. A través de la autorreflexión, el feedback y el aprendizaje continuo, los líderes pueden desarrollar habilidades y perspectivas que les permitan liderar de manera efectiva en cualquier situación.
Si deseas alcanzar tu máximo potencial como líder, es fundamental identificar y superar tus puntos ciegos. Al hacerlo, podrás crecer y tener un impacto positivo tanto en tu equipo como en tu organización.
Daniel Colombo
Facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 32 libros. LinkedIn Top Voice América Latina. Coach profesional certificado por ICF en su máximo nivel, Coach certificado, Miembro y Mentor en Maxwell Leadership, el equipo de John Maxwell.
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