Para llegar a Hong Kong debemos recorrer cerca de 17.000 kilómetros o cruzar todo el Océano Pacífico. Cosmopolita y uno de los mayores centros financieros del mundo, desde hace seis años también se convirtió en el hogar de la ecuatoriana Diana Carolina Sánchez Urbina, quien se desempeña como Assistant Director en EY, una consultora global que se involucra directamente en el mundo de los negocios y es considerada una de las 'Big four'.
Nació en Guayaquil hace 30 años. Cuando salió del colegio vivió un año en Inglaterra y su sueño siempre fue regresar a ese país. Sus padres, empresarios y dueños de varios negocios, le motivaron a que realice su carrera en Ecuador. Se graduó en Ingeniería Comercial en la Universidad Santa María del puerto principal. “Vengo de una familia que siempre ha estado involucrada en ventas y quería seguir esa línea”.
¿Cómo llegó a Asia? Era gimnasta y desde pequeña le gustaba viajar. Así que decidió estudiar su maestría en el extranjero. Su hermano mayor le recomendó que considere a este continente y aplicó en 2018 a la Politécnica de Hong Kong para cursar Administración de Negocios. “No tenía ningún contacto en Asia que me explique o me ayude y pensé que iba a ser caótico, pero fue una buena decisión. No hay muchos latinos y ese fue un plus para aportar diversidad a mi maestría, donde la mayoría eran chinos y un par de ingleses”.
Fue becada y al culminar optó por quedarse un tiempo, sin pensar que se convertiría en una decisión de varios años. “Hice amigos y comencé a tener una vida acá. Busqué empleo e ingresé a un centro de innovación e investigación para crear una plataforma legal que conecte Asia con América Latina”. De acuerdo con Sánchez, consiguió el puesto por su español nativo y se quedó cerca de dos años. Su jefe y mentor le motivó a buscar nuevas oportunidades para que se enfoque en sus fortalezas.
Habla muy poco chino y su día a día se desarrolla en inglés. Después tuvo otra experiencia, de dos años, dentro de una empresa más pequeña que ayuda a negocios extranjeros a establecerse en Hong Kong y Singapur, principalmente. “Fue una gran oportunidad porque siempre mantuve contacto con otros países, sobre todo de América Latina. Les ayudaba con temas legales, de contabilidad y auditoría. Llegué a tener un equipo de cinco personas, pero quería seguir creciendo”.
Vio una publicación en LinkedIn sobre una vacante en EY y se contactó con varias personas que trabajaban ahí. Uno le contestó y se convirtió en su ángel. Pasó por más de siete entrevistas y en la última su falta de experiencia le jugó en contra. “Tenía dos minutos para convencerle a mi actual jefe de que yo era la mejor opción y le dije: 'tú vas a contratar al currículum perfecto, pero yo –al no tener esa experiencia– tengo más hambre por aprender y lo voy a hacer todo el tiempo'. Fue muy emotivo y me dijeron que sí”.
Lleva como Assistant Director un año y medio. Su equipo se encarga, a escala regional, de uno de los bancos más grandes de Asia. “Yo trabajo internamente con este banco, soy Account Manager, y debo mantener feliz al cliente. Nuestra consultora tiene varias líneas de servicios (tecnología, contabilidad, auditoría, inteligencia artificial…) y mi equipo se encarga del desarrollo de negocios. Nos centramos solo en este cliente para saber lo que necesita y conectarlo con nuestros servicios”. Sánchez señala que dentro de sus actividades están crear estructuras, realizar eventos y crear colaboraciones entre varias áreas.
Según el sitio web de EY, la firma alcanzó ingresos combinados globales de US$ 49.400 millones de dólares en su último año fiscal (junio de 2023). Además invirtió US$ 3.600 millones en mejorar la calidad de las auditorías, en innovación, en tecnología y en sus profesionales; también redujo sus emisiones a nivel mundial en un 43 % y sigue tras el objetivo de ser net zero en 2025.
Según el relato de Sánchez, este es un reto grande y aspira a seguir construyendo su carrera en Hong Kong. Al momento no piensa volver a Ecuador, pero no descarta la idea de emprender. Es experta en adaptarse y busca que un pedacito de Ecuador siga floreciendo en las estrechas calles de esta gran ciudad. (I)