Felipe Veintimilla pasa muchos de sus días debajo de Londres. En la capital inglesa, con casi nueve millones de habitantes, este ecuatoriano recorre con frecuencia los túneles que se trazan como parte del proyecto de infraestructura HS2 (High Speed 2), el nuevo tren de alta velocidad que conectará Londres con varias ciudades del Reino Unido.
Esta es una de las obras de infraestructura más grandes que tendrá Gran Bretaña. Se trata de una línea ferroviaria de alta velocidad cuya construcción arrancó hace tres años y que durará al menos 15 años más. El HS2 costará cerca de 100 billones de libras esterlinas, genera cerca de 30.000 empleos y allí destaca Veintimilla, quien es Project Manager del grupo inglés/irlandés McAllister, que trabaja en la construcción. El HS2 es la segunda parte de HS1, el sistema ferroviario que conecta Londres con varias ciudades de Europa como París, Bruselas, Ámsterdam, entre otras.
El túnel en el que Veintimilla colabora está, en ciertos tramos, a casi un kilómetro de profundidad y recorre las entrañas de Londres de este a oeste, pasando por el centro de esta metrópoli que nunca duerme. “El trabajo es impresionante. Mi tarea específica es gestionar los proyectos en la parte de reparación de tuberías de agua o gas, en la tunelación. Hacemos el diseño, la planeación, la gestión de proyectos, contratamos subcontratistas, hacemos prácticas ambientales y la gestión pública y privada porque para una de estas excavaciones hay que hablar y negociar con los demás trenes que circulan por distintos puntos por donde avanza la tuneladora”.
Veintimilla baja a la obra con frecuencia para hacer visitas de campo. En una entrevista por Zoom asegura sentirse afortunado de trabajar en un proyecto así. Reconoce que es una obra que ha generado debate en Inglaterra, pero está seguro de que será de gran beneficio para una de las principales potencias económicas globales.
Uno de los datos que comenta tiene que ver con la parte arqueológica. “Es increíble, hay más de 1.000 arqueólogos que están investigando 10.000 años de historia británica. Con cada hallazgo tenemos paralizaciones y eso incide en el avance las obras”.
La llegada de Veintimilla a esta impresionante obra fue parte de un proceso de aprendizajes y esfuerzos constantes. Este ecuatoriano estudió biotecnología en la Universidad Sek, en Ecuador, y al graduarse empezó a trabajar en Halliburton como ingeniero y supervisor de campo en la Amazonía ecuatoriana, en 2013. “Estuve cuatro años y trabajé en cerca de 20 pozos petroleros. También tuve capacitaciones en Houston, pero sentí que me faltaba algo, a pesar de que era una buena remuneración”. Entonces decidió hacer una maestría en el Reino Unido, en Project Management en la Universidad de Northumbria. Entre 2017 y 2019 su vida transcurría entre Newcastle y Londres.
“Quería gestionar proyectos, aprender sobre gestión comercial”, cuenta este ecuatoriano y reconoce que el biotecnólogo iba dando paso a un nuevo Felipe, enfocado en gestión de proyectos. El primer año de la maestría fue completamente de estudio, mientras que el segundo fue de prácticas en una empresa gestionando un proyecto pequeño.
La estadía en Londres fue desafiante. “Es una de las ciudades más caras del mundo y luego de mis clases trabajaba en las noches en el mundo de la hospitalidad, organizando eventos sociales, en logística, en trabajos de ingeniería. Además enviaba aplicaciones de trabajo, escribía hasta cinco aplicaciones diarias y eso me tomaba bastante tiempo. En ese entonces tenía 27 años y fue una etapa dura, pero él sabía que había muchas oportunidades. Londres está en un punto global estratégico, a dos o tres horas de otros países en Europa, y bien conectada con Asia y EE.UU.
Su persistencia dio frutos y Halliburton le abrió nuevamente las puertas, en Ecuador. Veintimilla recuerda que todo se perfilaba bien y por eso volvió a su país natal a finales de 2019. “Pero meses después empezó la pandemia y me quedé sin trabajo. Decidí volver a Londres porque sabía que iba a ser de las primeras ciudades en salir de la pandemia y tenía conocidos. Una vez reinstalado en la capital inglesa aprovechó los diez días de cuarentena para enviar nuevas aplicaciones. Un día recibió un mensaje del grupo McAllister. Veintimilla fue llamado a una entrevista de trabajo a dos horas de Londres. Por un momento pensó en no llegar a esa cita, pero el destino lo empujó.
Cuenta que en la entrevista se sintió muy bien. Habló con tres senior manager y les contó su experiencia. Fue contratado y empezó un reto que lo tiene feliz. “Hoy tengo un contrato indefinido y soy Project Manager del área centro, este y oeste de Londres”. Cuando no está trabajando aprovecha para disfrutar de Londres con su esposa italiana. “Las distracciones abundan: fútbol, tenis, Fórmula 1, conciertos, museos y más”.
¿Qué planes tiene Veintimilla, ahora con 33 años de edad? Antes de responder se toma unos segundos y dice: “En el largo plazo quiero llevar mi experiencia a América Latina, aplicar las tecnologías que se usan en el Reino Unido. En el corto plazo quiero ganar experiencia”. (I)