Carlos Grijalva llegó al mundo hace 34 años y su destino estuvo de cierta forma predestinado a alcanzar el éxito. Acompañado de su formación académica y trabajo, ha empezado varias veces de nuevo y le ha ido muy bien.
Al terminar el colegio en la Academia Cotopaxi, en 2007, tomó un avión por más de 37 horas, cruzó cerca de 16.000 kilómetros para aterrizar en China. Había decidido estudiar mandarín porque estaba seguro de que sería el idioma que dominaría el mundo. Mientras toma una taza de café, nos cuenta que entiende y habla ese idioma, pero solo logra escribirlo con la ayuda de una computadora.
En 2009, con su ahora esposa, recorrieron casi 14.500 kilómetros, más de 14 horas para llegar desde China a Holanda, donde obtuvo su Bachelor Degree en International Business and Financial Services en Wittenborg University of Applied Sciences. Concluidos sus estudios, la siguiente parada estaba a casi 12 horas de vuelo: llegó a Quito para iniciar una carrera en el mundo de los seguros. Las puertas se le abrieron de inmediato en AIG Metropolitana, como Business Development Manager. Por tres años y medio fue responsable de ejecutar estrategias de ventas, desarrollar métodos de aprendizaje para brókeres y crear nuevos canales de venta.
En 2015 se le abrieron nuevos horizontes en ACE, ahora Chubb: asumió como Financial Lines Submanager. “Me encargaba de gestionar el desarrollo empresarial, desde el alcance inicial hasta la planificación y ejecución. Desarrollé modelos financieros, estrategias de ventas y marketing para lograr las metas presupuestarias. Trabajé en distintas áreas, siempre superando con humildad los desafíos que encontraba en mi camino”.
El éxito no llega por suerte, se lo busca; Grijalva estaba dispuesto a descubrirlo y lo encontró en Hong Kong. Era 2017 y Generali, una multinacional de seguros, necesitaba un experto en Manager Financial Lines. “Nos mudamos con mi bebé de dos meses y luego de dos años asumí la responsabilidad de toda la región”. En Ecuador el mercado no pasa de US$ 12 millones, en Hong Kong manejaba un libro de US$ 25 millones; a esto hay que sumar otros US$ 20 millones que ingresaban de oficinas regionales de Tailandia, Malasia, China y Corea del Sur. En lo laboral ha sido una de las experiencias más interesantes, y asegura que “Asia es otro mundo”.
Con dos MBA, en 2022 este trabajador incansable tuvo que tomar una de las decisiones más difíciles de su vida: volver a Ecuador para empezar de nuevo, sin nada en el horizonte. “Cuando llegó la pandemia, el control en Hong Kong era extremo, había muchas restricciones, no se podía salir, vivíamos en un departamento de 100 metros. Cuando llegó la variante Ómicron, las políticas de control superaron los límites. Si a mis hijos (para esta fecha había nacido el segundo) les daba Covid no podíamos acompañarlos ni siquiera al hospital. Eso era inaceptable. Renuncié y volvimos”.
Su espíritu luchador no desmayó. Los astros se alinearon para que cuatro meses después se abriera una posición en Betterfly para manejar Ecuador y Colombia. “Mi responsabilidad era desarrollar partners donde podamos colocar a Betterfly. Ecuador se volvió el primer país en sacar un seguro de vida con una aplicación de asistencia de bienestar, que incluye beneficios como fitness, telemedicina, idiomas, entre otras opciones”.
Era evidente que algo nuevo se venía, en junio de 2023 debió tomar otra vez un vuelo de casi 25 horas. El destino lo llevaba nuevamente a Hong Kong como Cyber Lead en WTW, considerado el tercer bróker de seguros más grande del mundo, presente en 140 países y cuyos servicios usa el 93 % de las empresas del ranking Global Fortune 500.
Bajo su responsabilidad están también Corea del Sur, Japón, China y Taiwán. Confiesa que nunca ha manejado esta línea del negocio, pero no teme tomar riesgos, tampoco duda en abrir la boca y alzar la mano si tiene dudas. Para él nada es imposible, si se lo propone. Las oportunidades se dan, pero hay que buscarlas, dice con una seguridad que convence. “Soy una persona muy estructurada, pierdo la cabeza cuando los números no me cuadran, aunque trato de controlarme. Profesionalmente soy muy analítico, siempre trato de visualizar los escenarios y los riesgos. Para mí no son negociables la ética y la honestidad. Si a uno de mis colaboradores le descubro una mentira, seguro que al otro día ya no tiene trabajo. Hay que tener bien claro que lo primordial para tener éxito es contar con un gran equipo humano a tu alrededor”.
En este punto, no podíamos dejar de preguntarle por qué el común de los mortales tiene tanta desconfianza en los seguros. Sin inmutarse, reconoce que existen agentes que por vender una póliza entregan la información a medias. “No quiero decir que mienten, pero es una realidad, ofrecen escenarios y beneficios que luego no pueden cumplir. Esto ocurre principalmente en países latinoamericanos, donde no hay una cultura de seguros. También es verdad que los clientes no leen a fondo los contratos, hay estudios que demuestran que solo un 5 % lo hace en su totalidad. Tal vez los contratos deberían empezar especificando qué no se cubre en la póliza, eso ahorraría muchos malos entendidos”.
Grijalva tiene claro que las cosas no vienen gratis, hay mucho esfuerzo por detrás y muchas ganas de avanzar y crecer. Asegura que el ecuatoriano cuenta con todas las herramientas para triunfar, pero debe aprender a confiar en sí mismo, cuando lo consigue, tiene el mundo a sus pies. Entre sus pendientes está aprender a hablar cantonés y visitar el único restaurante de comida ecuatoriana que hay en Hong Kong. (I)
*La nota original se publicó en la edición número 15 de diciembre 2023-enero 2024.