El método de Simeone: cómo liderar durante más de una década
Sam Leveridge Colaborador
Sam Leveridge Colaborador
"Conozco lo que demanda el Atlético de Madrid", dijo Diego Pablo Simeone al sentarse ante la prensa hace 12 años. Más de una década después, es justo decir que se le dio la razón.
En comparación, solo Frank Schmidt, el entrenador del equipo de la Bundesliga 1. FC Heidenheim 1846, disfruta actualmente de una etapa más larga en un club de la máxima categoría europea que el reinado de Simeone. Los 16 años de Schmidt son impresionantes, aunque en realidad estuvo en el cargo durante menos partidos.
A pesar de los cuatro años de desventaja, Simeone dirigió al Atlético durante 651 partidos europeos, frente a los 605 de Schmidt al frente del Heidenheim.
De esos 651 partidos, Simeone sumó 386 victorias, 146 empates y 119 derrotas. Durante ese periodo de tiempo, logró 1.304 pintas con 1.104 goles a favor y sólo 535 en contra. Ganó dos LALIGA, en 2014 y 2021, dos Europa Leagues en 2012 y 2018, dos Supercopas de Europa en 2012 y 2018, una Copa del Rey en 2013 y una Supercopa de España, en 2014. También fue nombrado mejor entrenador del mundo por la revista Four Four Two en 2016.
Fue toda una historia de éxito teniendo en cuenta que se hizo cargo de un equipo que había sido humillado por un rival de tercera categoría en la Copa del Rey y que se enfrentaba a la lucha por el descenso. Su éxito sobre el terreno de juego trajo consigo un enorme crecimiento, llevando al club a una nueva era en su nuevo hogar, el Estadio Cívitas Metropolitano.
El Atlético está ahora firmemente establecido como la tercera fuerza del fútbol español, por detrás del Real Madrid y el Barcelona, y él demostró ser el único hombre capaz de romper el duopolio del Clásico. No sólo lo consiguió, sino que lo hizo durante el periodo de dominio europeo de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
El único título que se le viene resistiendo es la Liga de Campeones de la UEFA, donde alcanzó dos veces la final, en 2014 y 2016, sin éxito.
"En esta vida, sólo hay dos cosas que no puedes cambiar: tu madre y tu equipo".
La famosa cita de Simeone refleja una historia de verdadero compromiso. El técnico jugó en el Atlético en 173 ocasiones como centrocampista enérgico y tenaz, haciéndose querer por la afición en el campo y estableciéndose como un auténtico líder.
Doce años después de su regreso, el rostro de Simeone está impreso en bufandas y banderas alrededor del Estadio Metropolitano, y su nombre es uno de los más coreados por los adorados aficionados en las gradas. Sus brazos agitados y sus gestos de agitación en la línea de banda muestran ese mismo tipo de energía y vivacidad que tenía en el campo.
Tras este periodo de cuento de hadas, las exigencias siguen convirtiéndose en más duras para Simeone. Hace un año, cuando celebraba 11 años en el cargo, el equipo estaba en su momento más bajo. Eliminado de la Liga de Campeones en la fase de grupos y con el equipo fuera de los cuatro primeros en la LALIGA, parecía que su era podía estar llegando a su fin.
Una renovación del plantel y un cambio de sistema les devolvió a su mejor nivel, y el arquero Jan Oblak, uno de los pilares del equipo de Simeone, declaró a MARCA: "Nunca pensamos que la era Simeone llegaba a su fin... Nadie dudaba de que iba a renovar. Lo está haciendo muy bien y se merece estar aquí, estoy seguro de que puede traer más títulos a este club."
En declaraciones a El Larguero, reflexionó sobre aquella época. "Nunca pensé en no seguir, pero obviamente hubo un momento hace un año en el que el equipo no respondió, no encontramos los caminos para hacerlo responder", explicó Simeone. Encontró la manera de volver, y el equipo acaba de poner fin a una racha de 20 partidos sin ganar en el estadio Cívitas Metropolitano que marcó un nuevo periodo de su reinado.
El trofeo que más desea Simeone es la Liga de Campeones, y hay un elemento hermoso en el hecho de que la competición le enfrentará pronto por primera vez a uno de sus antiguos clubes, el Internazionale de Milán. Llega justo cuando celebra su duodécimo aniversario en el cargo contra otro de los equipos en los que jugó, el Sevilla. En el banquillo de enfrente encontrará a uno de sus predecesores, Quique Sánchez Flores.
Sánchez Flores ganó el primer título europeo del Atleti en más de 50 años con la Europa League en 2010 y se le atribuye el mérito de sentar las bases de gran parte del éxito de Simeone que le siguió.
Tampoco hay indicios de que la era Simeone llegue pronto a su fin. Su actual contrato, renovado en noviembre de este año, se extiende hasta 2027, y le hace uno de los entrenadores mejor pagados del fútbol europeo.
La renovación de su cuerpo técnico continúa, y el preparador físico Óscar Ortega podría ser el último en marcharse al término de su actual contrato. Podría seguir al 'Mono' Burgos, su antiguo ayudante, que se marchó en 2020. En su lugar, Simeone quiere incorporar a los mejores a su equipo técnico, y el ex defensa del Arsenal Nelson Vivas es ahora su ayudante.
También abrió la puerta a varios jugadores a los que dirigió para que sean entrenadores. Fernando Torres entrena ahora a uno de los equipos juveniles del Atlético, mientras que el ex capitán Gabi Fernández también trabajó para el club antes de hacerse cargo del equipo B del Getafe. Aunque nadie contempla siquiera el final de la era Simeone, estarán bien posicionados para tomar el relevo en caso de que Simeone acabe marchándose.
"Fue una renovación muy importante, por ser la energía, las ganas de seguir construyendo más. Es un proyecto para seguir construyendo", dijo Simeone en aquella citada entrevista de El Larguero. “Todos buscamos siempre mejorar y queremos mejorar, querer mejorar es en vez de ser terceros ser segundos, en vez de ser segundos ser primeros. Pero es difícil, competimos en una liga con Barça y Madrid, con la alegría de que hay equipos como el Girona que juegan un fútbol hermoso”.
El Atlético está jugando su fútbol más ofensivo del reinado de Simeone y parece amenazador. Un déficit de siete puntos en la LALIGA puede hacer inesperado un campeonato nacional, pero la Supercopa de España, la Copa del Rey y la Liga de Campeones parecen prometedoras.
El objetivo final de Simeone es el título europeo de élite. 12 años después de su llegada al Atlético, cuando el único objetivo era la supervivencia, cuesta creer lo lejos que llevó al club.