Rocío Velarde se acerca a su escritorio, en donde se destacan dos monitores, y explica que prefiere trabajar de pie. Acerca sus manos al mueble y muestra cómo eleva o baja la mesa en la que también reposan un par de carpetas y una agenda. Sonríe y cuenta que permanece de pie en muchas de las reuniones virtuales a las que asiste.
La oficina es amplia, una decena de portarretratos son arte de la decoración y, desde la ventana, se aprecia el atardecer de un verano quiteño marcado por los cielos despejados. Las pantallas del escritorio son fundamentales en su día a día como gerenta general y gerenta de Banca Corporativa de Citi Ecuador. Esta ejecutiva peruana estudió Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima, entre 1996 y 2000, pero la vida le llevó al mundo de la banca cuando un día, en 1999, un amigo le pidió ayuda y entró a las oficinas de Citi, en Lima.
Han pasado 25 años desde entonces y Valverde suma experiencia en este banco estadounidense, en el que ha ocupado cargos estratégicos en Perú, Estados Unidos, Brasil y Ecuador. En nuestro país es la cabeza del banco desde agosto de 2019. Esta ejecutiva peruana también es miembro del directorio de Grupo Futuro, Endeavor, la Cámara de Comercio Ecuatoriano-Americana; además es parte del 30%+ClubEC, que promueve la diversidad, la equidad y la inclusión en las estructuras empresariales. Es un espacio que abre espacios para mujeres en posiciones de liderazgo y en juntas directivas, no solo porque hay que hacerlo sino porque genera mucho valor. Tener diversidad de perspectivas en las mesas de decisiones es fundamental para innovar y manejar riesgos.
Enfocada por completo en su trabajo, esta mujer se declara una admiradora de la capacidad de la banca ecuatoriana, a la que califica de resiliente y sólida. En sus tiempos libres aprovecha para estar con su familia, para viajar y para desconectarse de los números y los reportes financieros.
Usted lleva 25 años en el sector financiero. ¿Qué ha pasado desde su primer día en la banca?
El primer día en un banco llegué absolutamente perdida y con una expectativa muy lejana de lo que era la industria bancaria. Entré como practicante en Citi porque un amigo me invitó, él necesitaba ayuda y trabajaba en el área de Calidad e Innovación de Citi. Recuerdo que el primer día mi primera reacción fue decir 'qué aburrido un banco'. Yo tenía 20 años, estudiaba Ingeniería Industrial, estudiaba para trabajar en industrias con máquinas. Cuando me llamaron, el primer día fue de mucha curiosidad, una falta de conocimiento de lo que significaba la banca. Fui por ayudar a mi amigo y porque necesitaba completar pasantías para graduarme en la Universidad de Lima.
¿Ahora ya no es tan aburrido el banco?
Es una pasión. Desde esa curiosidad pude entender lo que es el valor de la banca global, el valor que genera un banco global, en el día a día de nuestros clientes. Veo al banco como un catalizador de los sueños y negocios de nuestros clientes, que es algo superbonito. Además, la banca es una plataforma increíble para desarrollar personas, para desarrollar al país y los negocios de los clientes. Ha sido un recorrido de 180 grados, es cero aburrido, todos los días son diferentes.
¿Cómo era la banca hace 25 años? ¿Cómo fue la evolución de la papeleta de depósitos y el cheque hasta llegar a la banca digital?
Es una transformación total. Hace 25 años los servicios eran pensados de adentro para afuera, la seguridad, los procesos, cómo verificar la identidad, etc. Hoy ha evolucionado para desarrollarse de afuera para adentro: qué necesita mi cliente, cuál es la experiencia que busca, cuál es la forma más fácil de servir al cliente. Incorporar la nueva tecnología, las nuevas tendencias y tener mucha escucha activa de lo que los clientes necesitan han marcado la evolución de la banca en este cuarto de siglo.
¿Y cómo ha evolucionado el liderazgo en la banca?
El liderazgo en general se ha transformado, ha cambiado la visión de un líder en la banca y otros sectores. Antes la imagen era la de un líder muy masculino, nadie hablaba de una mujer. Además era un liderazgo mucho de comando y control, debía tener todas las respuestas, que tiene que resolver todo, que da instrucciones y direcciones.
¿El líder imprescindible? ¿Se malentendía el liderazgo?
Puede ser. Se creó la imagen de que quien lidera debe ser imprescindible, conectado 24/7, tenía que saber todas las respuestas y con la capacidad de liderar en un ambiente bastante controlado. Hoy vemos otro liderazgo, el líder de ahora entiende cómo catalizar el potencial de los equipos; el mejor líder es el que forma mejores equipos y cataliza resultados a través del equipo y sirve al equipo. En un mundo tan volátil no se puede pensar que una sola persona tenga todas las respuestas. El liderazgo ha evolucionado a uno más humano, más cercano, más conectado. Un líder no da todas las instrucciones, sino tiene que sacar las respuestas de su equipo. Hace 25 años se esperaba que tuviera todas las respuestas, hoy el líder tiene las mejores preguntas y genera espacio de seguridad para que sus grupos puedan responder esas preguntas.
¿Qué es lo que más disfruta del día a día en el banco?
Disfruto todo, me encantan los momentos en los que tenemos un problema y llegamos a una solución…
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