Recibir una oferta de una nueva empresa puede ser a la vez emocionante y un desafío. Por un lado, afirma tu valor y te da nuevas oportunidades profesionales. Por otro, presenta el dilema de abandonar un entorno familiar en el que invertiste un tiempo y un esfuerzo considerables.
Si te inclinás por quedarte pero querés aprovechar la nueva oferta para asegurarte mejores condiciones con tu empleador actual, es necesario un enfoque estratégico.
Acá tenés cinco pasos esenciales que te ayudarán a navegar eficazmente por este proceso.
1. Evaluá tu puesto y priorizá tus necesidades
Antes de iniciar cualquier conversación con tu actual empleador, es crucial que hagas una autoevaluación exhaustiva. Esto implica evaluar tu satisfacción laboral actual, tus perspectivas de crecimiento y las razones que te llevan a considerar la nueva oferta. Hacete las siguientes preguntas:
- ¿Qué apreciás de tu trabajo actual? ¿Es la cultura de la empresa, tus colegas, la naturaleza de tu trabajo o las oportunidades de progresar?
- ¿Qué aspectos de la nueva oferta te resultan atractivos? Considerá no sólo el salario, sino también las prestaciones, las responsabilidades del puesto, la reputación de la empresa y el potencial de crecimiento profesional.
- ¿Existen áreas específicas en tu puesto actual que podrían mejorarse para alcanzar tus objetivos profesionales? Por ejemplo, ¿buscás proyectos más desafiantes, oportunidades de liderazgo o un equilibrio entre trabajo y vida privada?
Comprender tus prioridades -ya sea el salario, el equilibrio entre vida personal y profesional, las responsabilidades del puesto o las oportunidades de desarrollo profesional- te ayudarán a negociar con mayor eficacia.
Definir claramente lo que querés de tu empleador actual también puede evitar que tomes decisiones basadas en ganancias a corto plazo en lugar de beneficios profesionales a largo plazo.
2. Recopilá información sobre el mercado y datos comparativos
El conocimiento es poder a la hora de negociar. Equipate con información exhaustiva sobre el mercado y datos de referencia. Investigá los estándares del sector en cuanto a remuneración, prestaciones y funciones laborales similares a las tuyas. Sitios web como Glassdoor, Payscale e incluso LinkedIn pueden proporcionar información valiosa sobre los rangos salariales y los beneficios en su campo.
Tené en cuenta los informes del sector y las encuestas salariales de las asociaciones profesionales relevantes para tu profesión.
Además, hablá con colegas del sector y redes profesionales para comprender las tendencias imperantes. Estos datos no sólo reforzarán tus argumentos durante las negociaciones, sino que también te proporcionarán un marco realista de lo que podés esperar. Estar bien informado demuestra tu profesionalidad y preparación, lo que puede influir positivamente en la percepción que tu empleador tenga de tu solicitud.
3. Iniciá una conversación constructiva y profesional
Acercate a tu empleador con una mentalidad constructiva. Programá una reunión formal con su supervisor o representante de Recursos Humanos, asegurate de elegir un momento en el que probablemente estén receptivos. Comenzá la conversación expresando tu compromiso y agradecimiento por las oportunidades que tuviste con la empresa. Reconocé el valor de tu función actual y tu equipo. Acá ejemplos de cómo iniciar la conversación:
“Quiero empezar diciendo lo mucho que valoro mi puesto y las oportunidades que tuve acá. Recientemente recibí una oferta de otra organización, lo que me llevó a reflexionar sobre mi trayectoria profesional y mi crecimiento. Estoy muy interesado en continuar mi trayectoria acá, pero me gustaría discutir algunos aspectos de mi función y mi remuneración”.
Este enfoque establece un tono positivo y muestra que tu objetivo es encontrar una solución beneficiosa para ambas partes en lugar de lanzar un ultimátum. También es útil prepararse para posibles objeciones y tener preparadas las respuestas. Por ejemplo, si tu empleador menciona limitaciones presupuestarias, preparate para discutir beneficios no monetarios u oportunidades futuras de aumentos o ascensos.
4. Presentá tu caso con confianza y claridad
Cuando presentás tus ideas, tratá de ser claro, conciso y seguro. Resaltá tus logros, contribuciones y el valor que aportás a la organización. Usá ejemplos y métricas concretas para demostrar tu impacto. Por ejemplo, si dirigiste un proyecto con éxito, mencione los resultados tangibles, como el aumento de los ingresos, el ahorro de costos o la mejora de los procesos. Acá un ejemplo de cómo enmarcar tus logros:
“Durante el año pasado, dirigí el proyecto …, cuyo resultado fue un aumento del 20% en la satisfacción del cliente y una reducción del 15% en los costos operativos. Estos resultados aportaron significativamente a los objetivos de nuestro equipo y a la cuenta de resultados de la empresa”.
A continuación, expresá claramente tu solicitud, vinculándola a su estudio de mercado y a sus objetivos profesionales personales. Por ejemplo: “Dados los estándares del mercado y mis recientes logros, creo que está justificada una revisión de mi remuneración y de mis oportunidades de desarrollo. Concretamente, busco un ajuste de mi salario para equipararlo a los puntos de referencia del sector y un apoyo adicional al desarrollo profesional”.
Asegurate de resaltar también cómo la satisfacción de tu petición beneficiará a la empresa. Por ejemplo, retener a un empleado experimentado como uno mismo ahorra a la organización los costos y trastornos de contratar y formar a una nueva persona.
5. Preparate para diferentes resultados y tené un plan
Las negociaciones pueden conducir a diversos resultados. Si bien su empleador puede satisfacer tus peticiones, también puede proponer alternativas o, en algunos casos, ser incapaz de hacer cambios inmediatos. Pensá de antemano estos escenarios.
Si su empleador acepta tus condiciones, asegurate de obtener la oferta por escrito, detallando todos los cambios acordados. Esto aporta claridad y evita malentendidos. Los acuerdos por escrito pueden incluir detalles sobre ajustes salariales, nuevos títulos laborales, responsabilidades adicionales o revisiones futuras prometidas.
Si te proponen alternativas, evalualas en función de tus prioridades. Por ejemplo, si no es posible un aumento salarial, considerá otros beneficios como días de vacaciones adicionales, acuerdos laborales flexibles u oportunidades de ascenso y formación. Preparate para discutir estas opciones y cómo se alinean con tus objetivos profesionales.
Si tu empleador no puede satisfacer ninguna de tus peticiones, decidí si estás dispuesto a permanecer en las condiciones actuales o si la nueva oferta se ajusta más a tus objetivos profesionales.
Es crucial tener un plan claro, independientemente del resultado, para asegurarte de que estás haciendo la mejor decisión para tu futuro profesional. Tené en cuenta factores como el crecimiento profesional a largo plazo, la estabilidad de la empresa y las circunstancias de tu vida personal.
De ese modo, negociar una oferta de retención requiere un enfoque estratégico y bien preparado. Evaluando tu posición, reuniendo los datos pertinentes, iniciando una conversación constructiva, presentando tu caso con eficacia y estando preparado para diversos resultados, podés aumentar sus posibilidades de conseguir condiciones favorables con tu actual empleador.
Tené en mente que el objetivo es encontrar una solución que se ajuste a tus aspiraciones profesionales y proporcione beneficios mutuos para usted y a la organización. Si abordás el proceso con profesionalidad y confianza, y estarás bien posicionado para lograr un resultado positivo.
