Sus padres llegaron a Ecuador hace más de 35 años porque vieron la oportunidad de hacer negocio y crearon una empresa de importaciones de manufacturas entre Asia y Ecuador. Ellos no deseaban que sus hijos siguieran sus pasos, por eso decidieron pagarles los estudios en las mejores universidades de Estados Unidos y Canadá.
Deepak Chhugani estudió Economía y Finanzas en la Universidad de Bentley, en Massachusetts, Estados Unidos. Al terminar su carrera, se dedicó al mundo de las finanzas; trabajó en el Bank of America Merrill Lynch, pero su objetivo era tener su propia empresa. Vivió un tiempo en México hasta conseguir una visa de inversionista que le permitiera regresar a Estados Unidos. Así nació Nuvocargo, la única plataforma digital todo en uno para el comercio transfronterizo entre México y Estados Unidos.
¿Cómo nació la idea de crear Nuvocargo?
Trabajé en banca de inversión, cubriendo empresas de Latinoamérica. Aprendí cómo manejar adquisiciones, salir a la bolsa o levantar montos grandes en deudas. Luego renuncié y me metí al mundo de las startups, traté una primera idea que no funcionó.
El primer emprendimiento no funcionó, ¿qué le motivó a seguir intentando?
No sé, creo que tenía una obsesión de demostrarme algo a mí mismo, que sí podía. Si bien el modelo de negocio no funcionó, la misma razón social me permitió entrar a la mejor aceleradora del mundo, en Silicon Valley. Conseguí levantar US$ 1 millón de capital, aprendí a contratar, a construir software, armar equipos, entre otras cosas. De ese
dinero había gastado menos del 30 %. Cuando me di cuenta de que el negoció no caminaba, en lugar de tener una historia trágica, quebrar y decirles a los inversionistas que perdimos plata, tuve la convicción sobre la marcha de cambiar de rumbo. A los 25 años tienes mucha energía y ganas. Algunos inversionistas confiaron y le apostaron a mi nueva propuesta, a otros les tuve que devolver su dinero.
¿Nuvocargo es un negocio radicalmente opuesto al primero?
Creo que estando en el programa me di cuenta de que era muy idealista. Pensé que debía escoger un mercado en el que contara con algo de conocimiento por mi backround, eso significaba tener ventajas. Así me incliné por el mundo de la logística. También pensé en algo que tocara Latinoamérica, porque la primera idea era totalmente enfocada en EE.UU. Empecé a estudiar modelos de negocios parecidos a Nuvocargo en otras partes del mundo, vi que tenían mucho éxito y dije '¿por qué no puedo hacerlo?'.
¿Cómo convenció a sus inversionistas?
Buena pregunta. Yo era un emprendedor, sin mucho backround, joven, pero conseguí que creyeran en mí. Arrancamos con pocos miles de dólares, no recuerdo el monto exacto, lo suficiente para contratar un mínimo de personas, pagar sueldos decentes y lanzarnos al agua. En cuatro meses el interés creció y rápidamente empezamos a levantar dinero. La primera ronda fue de más de US$ 5,3 millones.
¿Ahora de cuánto hablamos?
US$ 40 millones. Solo en la última ronda levantamos US$ 20,5 millones, a una valorización de US$ 180 millones
¿Expectativas a corto plazo?
Ya somos casi 100 personas en el equipo, este 2022 esperamos llegar a 200. Es una empresa que busca modernizar el mundo de la logística internacional entre Estados Unidos y México. Hablamos de un mercado de US$ 2 trillones que no ha experimentado una digitalización real. Somos agentes de carga, con tecnología de primera, digitalizamos toda la información, la carga que quieren mover, los requisitos de la mercancía, vamos a nuestra red y creamos visibilidad. Usamos GPS para que el cliente tenga toda la información en un solo lugar y pueda saber exactamente en qué punto se encuentra el proceso, cuánto pagó, dónde está de principio a fin. Esa experiencia digital no existe en el mundo de la logística internacional y es lo que nosotros ofrecemos.
¿Cuántos activos tienen?
Nosotros no tenemos activos, eso es parte del modelo, es como un marketplace. Ahora acabamos de lanzar quick pay, con lo que esperamos ayudar a financiar la flota y a crecer el negocio de los camioneros. Una plataforma integral para los dos jugadores: los clientes que mueven la carga y las empresas de transporte. Con la tecnología hacemos más fácil su día a día.
¿Cuáles son sus mejores clientes?
Trabajamos con empresas muy grandes, que facturan miles de millones al año, pero también con empresas pequeñas, pymes que están arrancando, marcas de licores, plásticos, proveedores de autos, comidas y bebidas. Hablamos de empresas chiquititas, artesanales, hasta enormes, que producen los productos más importantes de nuestra economía. Solo en un año nuestra empresa creció 25 veces más.
¿Productos estrella de transporte?
Diríamos que el mundo automotriz, y comidas y bebidas son las industrias más grandes con las que operamos. Hemos transportado de todo, la diversidad es parte del día a día.
¿Quienes son los propietarios reales?, ¿tal vez los inversionistas?
No es una empresa de inversionistas, es controlada por el equipo a nivel de junta directiva, accionistas y las decisiones del día a día. Muchos de los inversionistas no tienen la visión de invertir. La mayoría de la participación accionaria es para el equipo y los empleados.
¿Cómo se rinden las cuentas a los inversionistas?
Muchos de ellos apuestan a 20 años, una visión ambiciosa al futuro. Una forma de que ellos ganen dinero es cuando salgamos a la bolsa y puedan vender sus acciones, o si en algún momento hay una compra de Nuvo Cargo, lo que no creo porque nuestra visión es grande. Los inversionistas no tienen apuro en sacar su dinero, porque le apuestan al modelo de negocio. Contamos con líderes que vienen de organizaciones como Dropbox, Goldman Sachs, Uber, Kavak, entre otras.
¿Qué receta compartiría con los emprendedores que están empezando?
Me cuesta dar consejos, creo que lo que nos ha dado éxito fue escoger un mercado muy grande, donde la experiencia que del usuario ha sido mala o mediocre; siempre hay que tratar de diferenciarse de los demás.
¿Cuántas horas trabaja?
El problema es que, como emprendedor, uno nunca apaga el cerebro. Es importante encontrar tiempo para recargar energías, no puedo medir horas de trabajo porque siempre estoy pensando en el negocio. Me gusta correr y caminar por Manhattan, esa es una forma de desestresarme.
Su padre se mueve en el mundo de la logística. ¿Cuál fue el consejo que le dio cuando decidió abrir Nuvo Cargo?
El consejo fue no te metas a la industria (risas), porque es muy complicada. Nuestro esfuerzo y sacrificio para que estudies en EE.UU. no fue para esto. Cuando entendió que no se trataba de ser otro agente de carga, sino de un modelo diferente y nuevo, con mi mamá se volvieron los padres más orgullosos del planeta.
¿Proyectos personales?
Me caso muy pronto, con una eslovena. Ella es más latina que nosotros juntos, habla español perfecto.
¿Volvería a Ecuador?
A vivir no sé, tengo la mente abierta, me encanta el Ecuador, me dio todo y es mi casa obviamente. (I)