Los “solucionadores de problemas” están más demandados ahora que nunca. Aunque, desde luego, hay algunos puestos que requieren esta habilidad profesional en mayor proporción que otros, los empleadores valoran esta habilidad crítica en todas las funciones laborales. Según el "Informe de Perspectivas Laborales 2023" de la NACE, más del 60% de los empresarios buscan pruebas de habilidades para la resolución de problemas a la hora de evaluar a los candidatos. Otro estudio indicó que otro 69,6 por ciento de los empleadores considera que el pensamiento crítico es un gran indicador del éxito en el trabajo.
La resolución de problemas es una habilidad que demuestra la aptitud para desempeñar funciones de liderazgo y establece la confianza con su empleador y las partes interesadas. Exhibirla no sólo permitirá el crecimiento y el éxito de su organización, sino que lo colocará en el asiento delantero cuando se estrenen oportunidades, impulsando su carrera al inspirar confianza en sus capacidades para crear soluciones. Así que, independientemente de la etapa en la que se encuentre en su carrera, desarrollar habilidades para la resolución de problemas es fundamental para su éxito profesional.
¿Qué es la resolución de problemas?
La resolución de problemas, utilizada indistintamente con el término "pensamiento crítico", es el proceso de identificar problemas, analizar sus causas y los datos asociados, aportar ideas y evaluar soluciones. La resolución de problemas requiere cierta iniciativa, porque las respuestas no siempre son visibles en la superficie. No se las deletrearán ni se las pondrán en bandeja. Tendrá que indagar, investigar y poner a prueba sus conclusiones antes de que se presenten los resultados positivos.
Lo hermoso de esta habilidad es que es transferible, lo que significa que en todas las industrias y profesiones, se resalte o no activamente, se necesitará de esta habilidad crucial y, por lo tanto, puede demostrar fácilmente pruebas de dónde puede haber puesto en práctica esta habilidad anteriormente. Por ejemplo, si trabajó en un centro de presentación de llamadas, o representó casos de clientes como abogado, probablemente estuvo resolviendo problemas todo el tiempo para clientes y consumidores. Sin embargo, si tuvo que dar un paso más y actuar rápidamente en una emergencia sin la autoridad de su jefe, cuando éste no estaba disponible en ese momento, esto demuestra aún mejor su capacidad de resolución de problemas.
Cómo desarrollar la capacidad de resolución de problemas
Hay una serie de herramientas y técnicas que se han creado para mejorar la propia capacidad de resolución de problemas. Acá tiene algunas para que las pruebe la próxima vez que se enfrente a un problema en el trabajo:
Tome la iniciativa
Los mejores solucionadores de problemas son los que ven el problema antes de que se produzca o antes de que se le preste atención. Desarrolle una mentalidad emprendedora y asuma la responsabilidad de su trabajo escuchando los primeros comentarios y pensando en el futuro.
Defina el alcance
Comprenda toda la complejidad del problema que está abordando. ¿A quién afecta y cómo? ¿Desde cuándo existe? ¿Cuáles son los daños o los costos? ¿Qué ha funcionado en el pasado y/o qué no funciona ahora?
Lluvia de ideas
Tómese su tiempo para hacer una tormenta de ideas sobre posibles soluciones. Para hacer este proceso aún más eficaz, puede utilizar técnicas como los mapas mentales, el análisis DAFO y el análisis de costes y beneficios para idear soluciones tangibles. En esta fase, no se limite a las ideas que tengan sentido. Analice todas las vías posibles, independientemente de lo descabelladas que puedan parecer las opciones en un principio.
Planificar y ejecutar
Desarrolle un plan utilizando las soluciones más factibles generadas en el último paso, creando objetivos SMART para garantizar su ejecución satisfactoria. Sin embargo, no caiga en la trampa de suponer que ésta es la última etapa y que no queda nada por hacer. Una vez que ponga en práctica la solución, deberá ser receptivo a solicitar comentarios continuos y hacer los ajustes necesarios.
Si no se considera un pensador innovador o un solucionador de problemas, ahora es el momento de empezar a desarrollar y mejorar esta importante habilidad blanda. Esto le preparará para oportunidades que incluyen el espíritu empresarial y los puestos de liderazgo.
Practique el pensamiento creativo en las situaciones cotidianas. No se conforme nunca con un "no" o un obstáculo en su camino, sino que busque siempre analizar posibles soluciones y tome la iniciativa para predecir y superar desafíos. Aventúrese a lo desconocido y conviértase en un innovador, un creador de cambios, un disruptor. Destaque entre la multitud y ponga su mente a trabajar. Resuelva hoy los problemas del mañana.