Desde los alpes suizos, esta guayaquileña power marca hitos en la economía circular
María Franco, de 37 años, se desempeña como profesora adjunta de Economía Circular en el Departamento de ingeniería Industrial de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna en Suiza. Allí participa en proyectos de US$ 400.000 anuales y en la actualidad está enfocada en el proyecto Circusol, cuyo objetivo es aplicar los principios de economía circular a la industria solar fotovoltaica.

La guayaquileña María Franco protagoniza una historia en la que los paneles solares juegan un rol determinante. De padre colombiano y madre guayaquileña Franco estudió en el colegio Nuestra Madre de la Merced y fue abanderada del pabellón nacional. Amante de la lectura, el dibujo y la pintura, cuenta que le gusta jugar con las formas, colores, degradados y perspectivas. 

Al mirar hacia el pasado, recuerda que sus cuadros le abrieron muchas puertas para llegar a donde está porque su familia no tenía una situación económica holgada. "Siempre soñé con aprender inglés, pero mis papás no podían pagarme una academia. Con mi mamá conseguimos el contacto de la directora de un centro de idiomas, mientras conversamos le conté mi afición por la pintura, me pidió que le pinte un cuadro, le encantó y me dieron una beca". Un año después la historia se repitió en el centro ecuatoriano alemán.

Esta guayaquileña ha trazado su camino con una determinación inquebrantable. La confianza y seguridad que tiene en sí misma le llevan a pensar en grande y no detenerse ante ningún obstáculo.

Franco obtuvo una beca completa de la Fundación Leónidas Ortega Moreira para estudiar Management Science, en el programa de carreras internacionales (ICP), de la Universidad Espíritu Santo. "Mi tercer año lo hice en The State University of New York. Tenía ahorrado un poco de dinero de las clases de inglés que daba a niños los sábados, saqué un préstamo de US$ 3.000 en el Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo y Becas y mi mamá me pagó los pasajes. Ese año viví con las justas, no tenía para pasear o salir con amigos. Me pasaba en la biblioteca o caminaba por los alrededores. Tres años me demoré en pagar el préstamo".

Su primer trabajo formal fue en Jorli Group, una empresa de comunicación integral. A los seis meses sentía que el lugar le quedaba pequeño y empezó a buscar programas de becas para maestrías. Aplicó a los másteres conjuntos Erasmus Mundus de la Unión Europea y se ganó una beca completa para estudiar Dinámica de Sistemas en Noruega, Italia y Holanda. "No tenía ni idea de que se trataba, pero me llamó la atención por ser algo innovador. Es una metodología basada en matemáticas donde se construyen modelos que simulan sistemas, los construimos y el usuario puede jugar con variables reales para tomar una decisión", explica como si estaría en una de sus clases. En ese tiempo, mientras terminaba su tesis tuvo la oportunidad de trabajar como Consultora de dinámica de sistemas y gerente de desarrollo comercial en un grupo empresarial en Myanmar, en Asia.

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Siempre deseosa de estar un paso adelante, en 2013 fundó con su esposo Stratendo y se mudaron a Panamá. "Trabajábamos con el Banco Interamericano de Desarrollo y la Fundación de Bill & Melinda Gates en una consultoría de dinámica de sistemas para un proyecto de salud materna y neonatal en Centroamérica. Nuestra tarea era elaborar un modelo de simulación que permita entender las causas y problemática en la región para lograr reducir la tasa de mortalidad en esa región".

La capacidad de resiliencia, disciplina y perseverancia le permitieron alcanzar sus sueños. Su capacidad para superar desafíos y mantenerse firme le ha convertido en un referente en el mundo de las ciencias. En 2015 armó nuevamente maletas y llegó a Zúrich, Suiza donde obtuvo su PhD en Business Administration and Economics. "Me enfoqué en sostenibilidad y economía circular. Uno de mis logros fue desarrollar prototipos que pueden aplicar las empresas de modelo lineal hacia modelos circulares. Teniendo en cuenta que en esa época recién se empezaba hablar sobre el tema. Es importante ver más allá. Al crear una oferta desde el inicio hacerlo con productos reusables, re facturables y reciclados. Con la herramienta de dinámica de sistemas vamos construyendo modelos que nos permiten abordar situaciones complejas y ver cómo resolverlas".

Hoy en día Franco se desempeña como profesora adjunta de Economía Circular en el Departamento de Ingeniería Industrial y Gestión de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna. El salario promedio de un profesor- investigador podría superar los US$ 9.000 mensuales, pero hay que tener en cuenta que Suiza es un país de renta alta. Un alquiler promedio está por los US$ 1.600 por piso y los costes del transporte público y los gastos de seguro médico bordean US$ 420 al mes, según SWI swissinfo.ch, un portal de noticias e información multimedia.

En la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna Franco maneja proyectos de US$ 400.000 anuales, que duran de tres a cinco años como el Circusol, cuyo objetivo es aplicar los principios de la economía circular a la industria solar fotovoltaica. 

La ecuatoriana explica la importancia de esta tarea: "Actualmente, cuando los paneles fotovoltaicos han cumplido su ciclo de vida útil ingresan al flujo de desechos y se eliminan. Lo que nosotros proponemos en base a estadísticas, números y ecuaciones basadas en datos verídicos, es que los proveedores sean los propietarios y responsables de su funcionamiento óptimo, así cuando han cumplido su vida útil, los recuperan, reciclan y deciden si puede tener una segunda vida útil y ser instalados en otros lugares".

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Franco habla cinco idiomas: español, inglés, alemán, francés e italiano. En carpeta está un nuevo proyecto de valoración de los residuos del cacao. La idea es encontrar un valor agregado a los desechos como la pulpa y la cáscara. La investigación cuenta con US$ 20.000 financiados por la oficina de Investigación, Educación e Innovación de Suiza. "La condición es trabajar con un partner de una universidad de Ecuador. La investigación busca reintroducir los desechos biológicos a la cadena humana de alimentación. Manejar residuos y valorizarlos. La huella de impacto ambiental del cacao es alta y Suiza es un mercado muy consciente de lo que está consumiendo y no escatima en pagar por un producto con certificación orgánica y sostenible. Con este proyecto exploratorio buscamos promover la bioeconomía circular en los dos países".

Suiza es un socio comercial importante para Ecuador. La balanza comercial es favorable para Ecuador: entre enero y julio de 2023 Ecuador tuvo saldo favorable de US$ 151 millones y de US$ 168 millones en el mismo período en este año, según datos del Banco Central del Ecuador.

Madre de dos hijas, en su tiempo libre les inculca su pasión por el arte y la pintura. Disfruta preparar comida ecuatoriana especialmente tigrillo, ceviche de camarón, de pescado o un buen seco de pollo. "Nos tomó tiempo acostumbrarnos a Suiza, al principio fue un shock, la gente es amable a su manera. Para nosotros que venimos de una cultura familiar, de contacto, de abrazos es difícil".  No sabe si algún día volverá, por el momento está enfocada en dejar una huella profesional significativa. (I)