La guayaquileña Laila Saade vive en Miami, EE.UU., desde 2014 y es una crack. Actualmente es Directora del área de negociación de bienes y raíces de Latin America Invest Corp, una plataforma de negocios e inversiones fundada en 1995, con activos superiores a US$ 2 billones y una red de mil colaboradores.
Cuando la contactamos vía whatsapp nos dijo que tenía un poco de temor de hablar por la situación de volatilidad e inseguridad que se vive principalmente en Guayaquil, a donde por trabajo viaja varias veces al año. Tras cruzar algunas ideas, nos conectamos vía videollamada y lo primero que dijo con una sonrisa es que su vida tiene una combinación un poco especial. En estos años ha desarrollado estrategias que le han permitido demostrar talento y liderazgo en sectores como el de bienes raíces y captación de capitales e inversiones.
Hija de migrantes libaneses, segunda de tres hermanos, habla inglés, francés y se defiende en árabe. Al terminar el colegio viajó a Boston para estudiar inglés y su intención era quedarse pero su papá se opuso, por lo que a regañadientes regresó al país. Mientras estudiaba trabajaba en la importadora de telas y electrodomésticos de su familia. Recuerda que ahí descubrió su pasión por los negocios y que su padre le enseñó que no existen fronteras a la hora de crecer financieramente.
A los 23 años se mudó con su primer esposo a vivir a EE.UU. Allá nació su primer hijo. Como ella mismo describe, su cerebro va a mil por hora y no puede quedarse quieta; esa cualidad le llevó a trabajar para una compañía exportadora de polipropileno. Tres años después, 1998, se divorció y regresó a Guayaquil. Decidí volverme un eslabón entre Ecuador y EE.UU. Me contacté con empresas americanas para que me entreguen las telas sobrantes de los jeans Levis y pantalones Dockers que elaboraban y las traía a Ecuador. Con la ayuda de mi papá, un grupo de árabes en Panamá me pidió 10 contenedores. No recuerdo cuanto gané, han pasado 25 años, pero era bastante. El mercado se dañó cuando se abrieron las importaciones desde China.
En 2000 Saade decidió que su camino estaba en Miami, optó por una visa de inversionista y abrió Comertex, una exportadora de textiles. La inversión inicial superó los US$ 40.000, consiguió armar una red de 50 clientes en el Ecuador. Además de telas, exportaba motos Vespa y repuestos automotrices. La facturación promedio era de US$ 500.000 anuales. En esta época se volvió a casar, nació su segunda hija, pero el matrimonio no funcionó y se divorció poco tiempo después.
En 2001 decidió certificarse como Real State Agent, lo que le abrió el camino a nuevos horizontes. Cerraba negociaciones superiores a US$ 5 millones, si la venta era directa mi comisión era de un 6%, por reventa de un 3%. En su mente siempre estaba presente el consejo de su padre de que los límites los pone uno y que para crecer no existen fronteras. Entonces optó por solicitar la residencia y le otorgaron la visa L1. En 2005 recibió una notificación de migración que le llenó de felicidad: su petición había sido aprobada, por lo que debía viajar al consulado de Guayaquil para concluir los trámites.
Llegué llena de ilusiones, tuve una primera entrevista, todo parecía ir por buen camino. Para la segunda entrevista, el cónsul había cambiado y me la negó aduciendo que mi empresa no le convencía. Mi mundo se derrumbó, me deprimí muchísimo, tuve que cerrar mi empresa. Viendo atrás estoy segura que me discriminó por árabe.
Esta mujer de negocios tiene un diplomado como Hipnoterapista clínico y Regresivo de la Universidad de Miami, con un Máster en Neurolinguistical Programming and Coaching en la Escuela de PNL José Torres y Asociados en Guayaquil, por lo que todo ese tiempo se dedicó a dar consultas relacionadas con problemas emocionales.
En 2008 consiguió que revisaran su caso y le otorgaron una visa de turismo. Viajaba constantemente tratando de revivir sus negocios, pero solo pudo ver la luz al final del túnel cuando su hijo, que nació en EE.UU., le ayudó para conseguir la residencia. En 2014 armó maletas y se radicó definitivamente en Miami. Como ella mismo dice llegó con nuevos bríos dispuesta a comerse el mundo.
Hoy, al hacer cuentas cree que ha vendido más de mil propiedades. A una sola persona le vendí 28 departamentos. La paciencia es mi gran virtud. No decaigo cuando recibo un no por respuesta, todo lo contrario, si veo oportunidad los vuelvo a llamar y en ocasiones resultan. Una vez un millonario de Kentucky llegó en su propio avión a Florida porque quería expander su patrimonio, pero no conseguí venderle nada. Dos meses después le volví a llamar y le vendí siete casas. El negoció se cerró por US$ 3,5 millones.
Esta economista no tiene miedo a asumir riesgos y dar los pasos para conseguir el éxito profesional. En 2016, en una reunión social, conoció a Damián Valenzuela, CEO de Latin America Investment, que nació hace casi 30 años como una plataforma de negocios diseñada para crear riqueza en toda América Latina. En la actualidad, gestiona US$ 4.000 millones a través de diferentes vehículos de inversión privados (Private Equity Fund), con el foco puesto en tres bloques: real estate, agroindustria y bonos soberanos.
Cuenta que sin titubear se acercó a Valenzuela, se presentó y de una le dijo que tenía interés en hacer negocios con él. No fue fácil, al principio me daba casos puntuales en La Florida para que les resuleva. En 2022 asumí la dirección del área de negociacón y bienes raíces del fondo. Manejamos activos de US$ 2 billones en más de 14 países incluído Ecuador. Mi cartera es de 1.400 clientes. Estamos abriendo una oficina en Guayaquil, porque tenemos varios clientes interesados en invertir con nosotros en el exterior. Paralelamente estamos buscando adquirir para inversionistas campos agrícolas especialmente de cacao, banano y azúcar.
Trabajadora incansable, en marzo de 2023 la edición de Forbes España la incluyó con otras siete mujeres líderes de la región para analizar la economía y la política de los países latinoamericanos. En ese entonces este fue su diagnóstico sobre Ecuador: La incertidumbre política ha provocado que el riesgo-país se haya disparado debido al escándalo por presunta una red de corrupción en las empresas públicas y el Gobierno. El expresidente Correa trabaja para recuperar el poder sea de forma directa o indirecta, y los mercados internacionales muestran ya signos de preocupación ante los posibles cambios que se producirían. Mi visión en lo económico, es que la estrategia del Gobierno para impulsar su crecimiento pase por inyectar recursos desde la banca pública hacia el sector micro productivo e invertir en obra pública, sobre todo en mantenimiento vial, para generar empleo en pequeñas empresas y asociaciones de emprendedores, y en abrir mercados con otros países como China, Corea del Sur, Canadá o Costa Rica.
Antes de concluir la conversación le pregunté cuáles son sus expectativas y con una carcajada me dijo apoderarse del mercado ecuatoriano. Insiste que tener miedo es el peor enemigo. No importa cuantas veces lo intentes, no debes dar el brazo a torcer. Su sueño es a los 65 vivir en España. Espera no perder la valentía para conseguirlo. (I)