Consejos clave para líderes que navegan constantemente por "zonas grises éticas"
Namrata Goyal Profesora adjunta del Departamento de Gestión de Personas y Organización de Esade
Namrata Goyal Profesora adjunta del Departamento de Gestión de Personas y Organización de Esade
Imagine que dirige una empresa tecnológica conocida por valorar la privacidad de los usuarios, que ahora desarrolla una función de inteligencia artificial que promete beneficios sociales a costa de invadir potencialmente la privacidad. O que es usted el director de una empresa financiera comprometida con la reducción de la inversión en combustibles fósiles, y que ahora contempla la posibilidad de aventurarse en la tecnología del carbón limpio, un movimiento que potencialmente podría reducir el cambio climático pero que parece estar en contradicción con las promesas ecológicas de la organización.
No se trata de experimentos mentales, sino de apremiantes dilemas éticos a los que se enfrentan los líderes empresariales de hoy en día. En esas "zonas grises", los líderes deben sopesar los principios más sacrosantos de su organización frente a los beneficios sociales. Cuando los valores en blanco y negro se funden en matices de gris, ¿cómo pueden los líderes navegar por las complejidades éticas para hacer decisiones equilibradas e informadas?
Navegar por las "zonas grises" de la ética es desalentador, ya que requiere que los líderes concilien los ideales inquebrantables de su organización con las necesidades prácticas. Sin embargo, investigaciones recientes sugieren que este tipo de situaciones pueden, de hecho, presentar una oportunidad para que incluso los individuos más devotos adapten, al menos temporalmente, sus posturas en aras de un bien mayor.
Las zonas grises éticas conllevan ambivalencia en la toma de decisiones. Esto se debe a que en una zona gris ética el responsable de la toma de decisiones no está seguro de si una acción será percibida por los demás como una excepción permisible o como una violación esencial de sus valores. La investigación descubrió que en los dilemas de zona gris, incluso los individuos que perciben sus creencias como inviolables (es decir, no negociables o absolutas) se ven influidos por el consenso social imperante. Si la mayoría dentro de su comunidad considera una acción concreta como una excepción permisible a un principio sacrosanto, incluso los que inicialmente se oponían pueden convertirse en más complacientes en su postura.
La pandemia de COVID-19 ejemplificó esta situación. El desarrollo de vacunas a partir de líneas celulares fetales planteó un dilema moral a algunas personas con opiniones provida. Esta situación resalta una clásica "zona gris ética". Aunque muchos individuos con creencias provida se oponen en general al uso de este tipo de vacunas, en el contexto de la pandemia de coronavirus apareció un consenso entre la comunidad provida de que recibir la vacuna COVID-19 era aceptable. Como resultado, muchas personas provida optaron por la vacunación, probablemente considerándola como una excepción permisible y no como una violación de sus creencias fundamentales.
Este estreno a las perspectivas de la comunidad no significa un compromiso de los valores fundamentales. Más bien, subraya una flexibilidad oculta en el espíritu humano, que responde a la voz colectiva. Afirma que las personas se adaptan y están dispuestas a ser flexibles incluso en sus valores más sacrosantos cuando se enfrentan a compromisos por un bien mayor.
¿Qué estrategias pueden emplear los líderes para navegar por los principios y las necesidades prácticas de su empresa a través de las zonas grises éticas?
Abrace el poder de la multitud: Comprométase con la voz colectiva para dar forma a decisiones que resuenen con valores sociales más amplios. Esto no sólo valida las decisiones frente al tejido social, sino que también fomenta un sentido de alineación de la comunidad y de apoyo a las acciones de la empresa, aumentando la transparencia y la confianza en el proceso.
Auditorías de alineación de valores: Realice comprobaciones periódicas para asegurarse de que cada decisión respeta los valores fundamentales de la empresa. Esta medida proactiva puede evitar la deriva ética y asegurar la integridad de las acciones de la empresa, sirviendo de guía firme a través de la niebla ética, al tiempo que refuerza la identidad y el propósito de la organización.
Comprobación del pulso digital: Utilice los datos en tiempo real de las redes sociales para percibir el sentimiento público y las tendencias éticas. Esta estrategia capacita a los líderes para responder con rapidez y acierto a las expectativas éticas que van apareciendo, garantizando que las decisiones de la empresa responden al clima moral actual.
Domine los laberintos morales: Investigue estudios de casos de empresas que hayan gestionado hábilmente dilemas éticos. Aprendiendo de estos precedentes, los líderes pueden elaborar estrategias que logren un equilibrio entre la conducta ética y la perspicacia empresarial, ilustrando la armoniosa mezcla de acciones basadas en principios con necesidades empresariales prácticas, al tiempo que se fomenta una cultura de aprendizaje continuo.
En conclusión, los líderes se encuentran en la intersección de las demandas empresariales, la ética personal y las expectativas de la sociedad. Al comprender y emplear estratégicamente estos enfoques, los líderes pueden guiar a sus organizaciones a través de las complejidades de la toma de decisiones moderna, garantizando que las acciones de la organización estén en armonía tanto con las consideraciones éticas como con las demandas prácticas del mundo empresarial.