Aún se sorprende cuando una persona se acerca a saludarla. Más que ser una “influencer” se considera como una motivadora. Paola Durán cuenta con más de 40.000 seguidores en la red social LinkedIn, una plataforma que tiene más de 830 millones de miembros y 58 millones de empresas registradas a nivel mundial. No es tan viral como TikTok o Instagram, pero ha cautivado a cientos de profesionales, estudiantes y empresarios que buscan expandir su red de contactos. Durante los últimos años, se ha ido transformando, tal cual lo ha hecho Durán a lo largo de su vida.
Hace 30 años no se hubiera imaginado que su carrera tomaría este rumbo. Estudió Ingeniería Mecánica en la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE). Los aviones la cautivaron. Se veía diseñando, ensamblando sus partes, volando, disfrutando de su pasión. Sin embargo, esta opción era improbable en Ecuador y la realidad le encaminó al sector automotor. Era una “nerd” (hasta ahora), le gustaba estudiar y nunca sintió en las aulas ningún prejuicio por ser mujer, a pesar de que se podían contar con los dedos de una mano. Durán comentó que es triste que esta situación no haya cambiado, ya que la presencia de mujeres en las aulas de esta carrera es mínima. Fue docente durante algunos años en la USFQ y en la UDLA.
Cuando culminó su carrera tuvo la oportunidad de estudiar Filosofía en Roma, Italia. Le pareció extraordinario aprender algo totalmente ajeno y sobre todo al otro lado del Atlántico. “Me he reinventado muchas veces. Hoy trabajo en algo que no existía cuando estudiaba la universidad; y cuando estaba en la universidad estudié algo que no estaba pensado para mujeres”. Con 51 años, esta quiteña hace un recuento de su trayectoria y su paso por los talleres mecánicos, los departamentos de mantenimiento y de calidad. Trabajó el triple que sus compañeros hombres para tener el mismo reconocimiento. “Evidentemente, era un mundo muy masculino y ahí experimenté lo que muchas mujeres viven en su entorno laboral”.
Nunca se quejó o se detuvo porque trabajar era parte de su vida. Sin embargo, en un momento tuvo que replantearse si eso era lo que quería hacer y justo coincidió con su primer embarazo. Se casó y tuvo dos hijos a una edad en que muchas mujeres piensan que no es posible, aseguró entre risas. En su perfil de LinkedIn tiene una infinidad de publicaciones, en una ellas compartió cómo salió del mundo corporativo: “Cuando me 'renunciaron' de mi último trabajo, me enfrenté a una decisión difícil: buscar trabajo embarazada o bajarme de la escalera corporativa. A pesar de los avances para las mujeres profesionales, lo primero era bien difícil. De hecho, me descartaron de dos procesos de posiciones gerenciales por esa razón (no lo admitieron, simplemente me hicieron ghosting infinito después de la primera entrevista)”.
Buscar trabajo con una barriga de embarazada es un gran reto en Ecuador, mucho más cuando se busca un puesto gerencial. “Yo quería ser madre y darle tiempo a mi hija, pero el mundo profesional que conocía no daba cabida a esta conciliación entre profesión y maternidad. Decidí que no iba a sacrificar esto último y rompí mi carrera, de más de 15 años, como ingeniera mecánica”. Fue el fin, pero también el inicio de su propio universo, uno en el que ella sería su propia jefa. “Yo quería construir un espacio para liderar como mujer, ser un role model, de esos que nos hicieron tanta falta a nosotras”.
Ahora es una empresaria que lleva su nombre y su conocimiento a 14 países a nivel mundial. PDN Social Selling cuenta con más de 300 clientes desde su creación en 2017 y supera las seis cifras en su facturación anual. Se especializan en estrategias de Marketing, prospección y liderazgo de opinión B2B. “De la noche a la mañana estaba desempleada, sin seguro y sin oportunidades laborales. Al principio lo viví con mucha ilusión y lo volvería a hacer una y otra vez, pero a los seis meses me di cuenta de que no podía pasar la vida cambiando pañales. No me veía dedicada 100 % a la tarea de ser madre y nos pusimos una consultora, con dos socios, para realizar headhunting para colegios. Nos fue bien, pero no era lo mío”.
Dependía de sus socios y esa no era la idea. En un rinconcito de su sala, mientras sus hijos jugaban, ingresó a internet, no sabía lo que estaba buscando y se encontró con LinkedIn. “Era una red nada sexy. Creo que uno de mis compañeros de la maestría me mandó una invitación y ya soy usuaria por 16 años. Pensé que podía hacer un negocio de esto y enseñar a las personas a utilizar esta herramienta, no con fines de empleabilidad, sino para generar negocios”.
Durán se centró en ventas y números, lo que le ha permitido crecer sostenidamente durante estos seis años. “Yo digo que soy una mecánica convertida en marketera. Me cambié totalmente a esta rama y fue algo empírico, fui mi propia profesora”. No sabía que le iría tan bien y se convertiría en una de las seis expertas en América Latina. “En 2017 LinkedIn Corporation me invitó a sus oficinas en Brasil para hacer un reconocimiento a expertos en LATAM. Preseleccionaron a 30 empresas, pero solo seis (hispanohablantes) fueron seleccionadas y premiadas. Firmamos un partnership. Ellos tienen ciertos productos y yo tenía clientes que necesitaban esas soluciones. Me certificaron como entrenadora oficial de Sales Navigator, una aplicación especializada en ventas. Éramos solo 40 en el mundo y así nació PDN Social Selling”.
Entre algunos de sus clientes en Ecuador figuran Deloitte, Cervecería Nacional, Solca, Totto, Primax e Intaco. “La primera asesoría que vendí en 2015 fue a una empresaria mexicana por US$ 1.000. Ya no tengo esos servicios. Ahora te ayudamos a desarrollar un nuevo canal digital para la venta, el posicionamiento digital y para destacar la marca empleadora. Contamos con aceleradores para entrenar a los equipos, que duran entre tres meses y un año”.
Su versatilidad y reinvención le permitieron constituir una compañía poco tradicional, ya cuenta con 14 profesionales distribuidos en Colombia, España, Argentina, Ecuador e Indonesia. “Trabajar con freelancers alrededor del mundo me valió el descrédito, en una época. Me veían poco profesional porque no tenía una oficina y llegué a manejar hasta 30 colaboradores en distintas partes. Cuando llegó la pandemia, la flexibilidad y el trabajo online se popularizaron”.
Esta quiteña no deja de prepararse, ya que es experta en la táctica y la parte operativa, pero su aprendizaje se centra en ayudar a sus clientes a adoptar sistemas modernos de ventas, pensando en sus necesidades y en el comprador moderno. “Todavía hago algunos cursos para poner aceite y que no se oxiden los fierros”. Recibió un premio en 2022 por LinkedIn y fue nombrada “Top social selling voice”. “Mi secreto es ser súper generosa en lo que comparto, nunca me he guardado nada. En una época realizaba “en vivos”, pero la falta de tiempo me ha obligado, curiosamente, a bajar mi presencia digital. No obstante, yo misma escribo algunas de mis publicaciones y la receta perfecta es poner cariño, amor y pasión a las cosas”.
Su día empieza cocinando el desayuno y el lunch para sus hijos. Practica yoga, después pasea con su perrita Titi y comienza a trabajar, leyendo las decenas de mensajes que recibe a diario de gente que se siente inspirada y motivada por ella. Para terminar la entrevista, Durán meditó sobre su futuro y vislumbra una empresa referente en la región, que ayude a transformar comunidades y mercados con mensajes y estrategias genuinas. No descarta comprarse una casita, al filo de un río, sin internet, para disfrutar de su familia.
*El artículo original fue publicado en la edición impresa No. 15 de diciembre de 2023.