Aunque el trabajo es parte integrante de nuestras vidas, es crucial encontrar un lugar de trabajo que apoye no sólo nuestro bienestar económico, sino también nuestra salud emocional y psicológica.

Un estudio reciente publicado en la revista Journal of Applied Psychology analiza la importancia de nuestra voz a la hora de crear un equilibrio armonioso entre la vida laboral y personal y de experimentar una sensación de seguridad en el lugar de trabajo.

La investigadora principal y profesora de la Universidad de Texas, Zahra Heydarifard, descubrió que compartir ideas y hablar en el trabajo no sólo mejora nuestro rendimiento, sino que también aumenta nuestro bienestar general, incluida nuestra capacidad para disfrutar de un sueño reparador.

Según Heydarifard, "La expresión de la voz promotora (es decir, expresar sugerencias e ideas destinadas a mejorar el estado actual de las cosas) tiene el potencial de reducir los síntomas del insomnio al generar emociones positivas asociadas a la realización de contribuciones significativas en el trabajo. Este estado de ánimo positivo facilita la creación de una distancia psicológica respecto al trabajo durante las horas de descanso, lo cual es crucial para alcanzar un estado de relajación propicio para un sueño reparador".

Aunque las organizaciones desempeñan un papel fundamental en el fomento de una cultura de la expresión, es igualmente importante reflexionar sobre las barreras personales que nos impiden utilizar nuestra voz con eficacia.

A continuación listamos los dos obstáculos mas comunes a los que podemos enfrentarnos y estrategias para superarlos.

1. Subestimar tus capacidades

La duda en uno mismo puede ser tu peor enemigo a la hora de alcanzar el éxito y aprovechar tu verdadero potencial. Cuestionar constantemente tus propias habilidades puede manifestarse de muchas maneras, incluyendo pensamientos como:

• "No creo que mi idea sea lo suficientemente buena".
• "Si fuera una idea que valiera la pena, ya se le habría ocurrido a alguien".
• "Debería limitarme a lo que me asignaron y a lo que sé; de todos modos, personas más capaces que yo pueden completar esta tarea".

La falta de fe y confianza en vos mismo puede limitar tu perspectiva e impedirte conseguir lo que realmente merecés. Dar un paso adelante requiere valor, que puede desarrollarse a través de estas prácticas:

• Compartir tus ideas en una sala llena de gente puede ser desalentador, sobre todo si no lo has hecho antes o has tenido experiencias negativas. Para aumentar la confianza en ti mismo y amplificar tu voz, empieza por discutir tus ideas de manera informal en situaciones individuales o con colegas de confianza para dar un empujón a tu confianza y a tu voz.
• Un estudio publicado en el Journal of Applied Psychology sugiere que compartir una idea con tus superiores puede aumentar tu compromiso y motivación para llevarla a cabo, ya que establece una inversión personal. Dar a conocer tus objetivos e ideas a alguien con más experiencia puede ponerte nervioso, pero también servir como forma de autorregulación de tu rendimiento.

Hacer partícipes a los demás de tu perspectiva también puede animarlos a contribuir a sus ideas y ayudarte a perfeccionar tus objetivos, lo que conduce a un día de trabajo más colaborativo y fructífero.

2. Miedo a ser juzgado

Un estudio publicado en el Journal of Management Studies destaca que el miedo a ser visto o etiquetado negativamente también puede obstaculizar nuestra capacidad para hablar en el lugar de trabajo.

El estudio subraya que el miedo a posibles repercusiones disuade a las personas de expresarse, ya sea porque les preocupa parecer tontas, enfrentarse a la crítica, experimentar el fracaso y el rechazo, o ser percibidas negativamente.

Nadie quiere ser objeto de risas y burlas, sobre todo cuando se abre a la vulnerabilidad. Sin embargo, existen estrategias para superar este miedo y prepararse para el éxito. Puede empezar por adoptar los dos principios siguientes:

• Planificar con antelación: La preparación es la piedra angular del éxito. Tomarte el tiempo necesario para anotar tus ideas y anticiparte a posibles preguntas o retos puede ponerte un paso por delante e infundirte confianza.
• Practica: Cuanto más ensayes y articules tus ideas en voz alta, ya sea en soledad o en presencia de personas de confianza que puedan aportarte comentarios constructivos, más cómodo te vas a sentir a la hora de hablar.

Recordá que a lo que hoy le temés puede servirte de valiosa lección para mañana.

*Con información de Forbes US