Imaginate esta situación: Tras meses pidiendo un ascenso, tu jefa por fin te ofrece una oportunidad. Tenés una iniciativa de alto perfil que quiere que supervises, y estás encantado.
El único inconveniente es que no se trata de un ascenso. Te pide que actúes como jefe de equipo. Este tipo de situaciones son frecuentes, sobre todo en organizaciones matriciales con múltiples obligaciones jerárquicas. Si te encargan dirigir un proyecto "extraoficialmente", tenés que dominar el arte de crear influencia sin autoridad en el trabajo.
Tanto si dirigís un equipo como si gestionás un equipo multifuncional, influir sin autoridad es una habilidad fundamental para cualquier líder. Para lograrlo, debés ser capaz de motivar a personas de todos los niveles con tu confianza y experiencia, más que con un título de trabajo elegante.
Una ventaja clave de este enfoque es que los líderes que inspiran y persuaden tienden a ser más productivos que los que mandan y controlan. Según un estudio realizado por Bain, los empleados inspirados son más del doble de productivos que los satisfechos.
Para crear influencia sin autoridad, tendrás que dominar un conjunto especial de habilidades. Veamos en profundidad las cinco principales.
1. Construir relaciones
Construir relaciones es una de las formas más impactantes de ejercer influencia sin autoridad. Establecer conexiones significativas con los compañeros de trabajo fomenta la confianza, lo que les inspira a ayudarle a alcanzar sus objetivos. Esta habilidad es aún más importante cuando se gestionan equipos virtuales separados por múltiples zonas geográficas y horarias.
Empezá por encontrar puntos en común. Después, dedicá tiempo a conocer de verdad a tus compañeros y a desarrollar tu inteligencia emocional. La inteligencia emocional es una habilidad blanda que permite a los directivos influir, persuadir y conectar con los demás. Al ser el líder compasivo que tu equipo necesita, podés impulsar el compromiso de los empleados, fortalecer la cooperación y aumentar el rendimiento.
2. Creá una red de aliados
Además de tu jefe, vas a querer reunir a un grupo de personas que crean en vos y en tu misión. Por un lado, los aliados son una fuente de apoyo emocional en lo que puede ser un momento difícil.
También pueden actuar como asesores cuando necesites orientación y como paladines a la hora de persuadir a otros para que respalden el proyecto. Además, cuando te encuentres en un callejón sin salida, recurrir a una red de homólogos que te apoyen puede ser beneficioso. Recordá que es una calle de doble sentido. Si querés que los demás te apoyen, buscá oportunidades para defender a tus compañeros.
3. Posicionarse como experto
Si querés crear influencia sin autoridad, te va a ayudar potenciar tu presencia en el sector. De ese modo, te posicionás como un experto, lo que hace más fácil influir en las personas para que cambien su comportamiento.
Los líderes de opinión pueden impulsar cambios significativos. Para destacar como alguien que inspira a los demás y ofrece orientación, centrate en tu marca personal. Identificá lo que te hace único y construí una marca que refleje tu trabajo y el valor que aportás. Aunque crear una marca personal lleva tiempo, el esfuerzo merece la pena.
4. Apoyate en la narración
Para influir sin autoridad, tenés que ser capaz de expresar tus ideas de forma que la gente quiera apoyarte. Una forma eficaz de comunicarte con tu equipo es a través de la narración persuasiva.
A veces, la investigación y los datos no bastan para convencer a la gente de que vea tu punto de vista. Crear una narración convincente ayuda a establecer una conexión entre los datos y por qué debería importarle a la gente. Esta técnica es fundamental en entornos de alta tecnología en los que todo el mundo tiene un nivel diferente de conocimientos especializados.
En ese caso, la narración crea un vocabulario compartido que ayuda a explicar conceptos complejos para que puedas persuadir a las partes interesadas y asegurar su aceptación.
5. Aceptar la resistencia
Cuando se te pide que dirijas sin autoridad posicional, es normal que encuentres resistencia. Aceptala. Parte de ser un verdadero líder consiste en reconocer que no podes saberlo todo.
Si hay resistencia, tomate tu tiempo para saber de dónde viene. Puede que haya un problema que puedas abordar. Si no, consideralo una oportunidad para explicar tus ideas de forma más convincente.
Ejercer influencia sin autoridad no se consigue de la noche a la mañana. Pero, con tiempo y paciencia, te labrarás una reputación de líder fiable y orientado a los resultados.
Con el tiempo, esa reputación puede ayudarte a ganarte un puesto oficial de autoridad dentro de tu organización. Sea cual sea el resultado, recordá que el liderazgo no es una cuestión de cargos o títulos, sino de mentalidad.
*Con información de Forbes US