En un escenario económico tan cambiante como el actual, la inseguridad financiera se convirtió en una realidad inquietante para muchos trabajadores.
Mientras la inflación se mantiene alta y la posibilidad de una recesión sigue acechando, el estrés financiero va en aumento y las preocupaciones por la seguridad laboral y económica son cada vez mayores. A pesar de los esfuerzos proactivos de los empleados por centrarse en su bienestar financiero, la preparación sigue siendo sorprendentemente baja.
En el Barómetro del Bienestar 2023, encuesta realizada por BrightPlan, la empresa descubrió que el 92% de los empleados están estresados por sus finanzas, lo que repercute en su salud mental, su salud social y su bienestar físico. Este estrés se ve agravado, entre otras cosas, por la falta de conocimientos financieros de los empleados, su elevado endeudamiento y su bajo nivel de ahorro para emergencias.
El impacto empresarial del estrés financiero
Como líderes, debemos reconocer que el estrés financiero no es sólo un problema personal, sino una cuestión empresarial crítica que afecta a la productividad y al compromiso en el trabajo. Los empleados con estrés financiero están con frecuencia menos motivados y son menos productivos.
Basándonos en datos de BrightPlan y en datos económicos de Estados Unidos, descubrimos que el 24% de los trabajadores del conocimiento tienen niveles altos o muy altos de estrés financiero y que el 48% de ellos tienen 8,1 horas de productividad perdida por empleado a la semana como resultado del estrés financiero.
Esto se traduce en casi 200.000 millones de dólares anuales de pérdida de productividad y compromiso para las empresas estadounidenses (estas estadísticas suponen que hay 100.206.000 trabajadores del conocimiento en EE.UU. con un salario por hora de 38,60 dólares).
El papel de los empresarios
Aunque puede existir una brecha en la percepción entre los empleados y los líderes empresariales respecto a la idoneidad del apoyo financiero, existe un consenso cada vez mayor de que los empleadores deben tomar medidas proactivas para abordar esta cuestión.
Muchas organizaciones están reconociendo la necesidad de proporcionar prestaciones integrales de bienestar financiero, que incluyan educación financiera, herramientas y recursos, para capacitar a sus empleados a tomar decisiones financieras informadas y alcanzar sus objetivos vitales.
Este enfoque proactivo no es sólo un signo de ciudadanía corporativa responsable, sino también una inversión estratégica en una mano de obra más comprometida y resistente. Entonces, ¿qué puede hacer para apoyar el bienestar financiero de sus empleados?
Descubra las necesidades específicas
Utilice los datos para obtener información que le permita descubrir las áreas de dificultad financiera entre sus empleados y determinar las formas más eficaces de ofrecerles apoyo. Analizando los datos agregados y anónimos de los empleados, puede descubrir los factores de estrés financiero específicos y las disparidades que existen entre sus empleados.
Por ejemplo, un análisis puede revelar que ciertos grupos de edad o ubicaciones se enfrentan a niveles más altos de deuda, mientras que otros luchan con las contribuciones de ahorro para la jubilación. Armado con esta información, puede elaborar medidas de apoyo financiero específicas adaptadas a las necesidades personalizadas de su plantilla, al tiempo que mejora la retención y la productividad.
Dé prioridad a las prestaciones de bienestar financiero
Hemos descubierto que una gran mayoría de los empleados de hoy en día no están satisfechos con los beneficios financieros de su empresa.
Una forma de abordar esta cuestión es proporcionar acceso a recursos financieros imparciales -incluida la educación financiera, la planificación digital y las herramientas de gestión del dinero, así como los planificadores financieros certificados- que aborden las necesidades de los empleados en cada etapa de la vida. Esto puede capacitar a los empleados para tomar decisiones financieras con conocimiento de causa y alcanzar sus objetivos vitales.
Nuestros sistemas educativos a menudo se quedan cortos en la enseñanza de la alfabetización financiera, una habilidad crucial para la vida.
Esta falta de conocimientos puede llevar a que los empleados se sientan mal equipados para gestionar sus finanzas y hacer selecciones de beneficios empresariales de forma eficaz. Interviniendo para llenar este vacío, puede fomentar una cultura de capacitación financiera que beneficie tanto a los empleados como a su empresa en su conjunto.
Cultive una comunicación abierta
Existe un estigma en torno a hablar de finanzas en el lugar de trabajo. Como líderes, debemos fomentar una cultura de comunicación abierta en la que los empleados se sientan seguros compartiendo sus desafíos financieros y buscando apoyo. Una vez desmantelado el tabú, los empleados pueden compartir abiertamente sus preocupaciones, lo que le permitirá identificar mejor los puntos débiles y las áreas que necesitan mejoras.
En última instancia, esto le allana el camino para poner en marcha iniciativas específicas que alivien el estrés financiero, refuercen el bienestar general y aumenten la satisfacción laboral y el éxito empresarial. Además, este cambio cultural también refuerza su compromiso con el bienestar integral, el crecimiento y el desarrollo de los empleados.
Promueva la inclusión
Muchos de los empleados que encuestamos expresaron su preocupación por una remuneración equitativa y creen que los empresarios tienen un papel que desempeñar a la hora de abordar la brecha de riqueza racial. Teniendo esto en cuenta, asegúrese de que todos los empleados tienen acceso a sólidas prestaciones de bienestar financiero y de que aborda las disparidades salariales tanto raciales como de género.
Los trabajadores que reciben un trato justo y se perciben a sí mismos como valorados tienen más probabilidades de estar comprometidos y motivados y están mejor preparados para el éxito.
Si adopta estos principios de forma proactiva, podrá eliminar las barreras que impiden el progreso y fomentar un entorno en el que todos los empleados puedan prosperar.
El estado actual de la salud financiera subraya la urgencia de abordar el estrés financiero de los empleados. Como líderes, es nuestra responsabilidad predicar con el ejemplo y dar prioridad a la salud financiera de nuestro activo más valioso: nuestra gente. Mediante un apoyo proactivo, podemos forjar una plantilla más comprometida, productiva y resistente.