Finalmente, Carolina Lamiaux tomó el avión a Brasil para ocupar la posición de VP Country Manager de American Express. Está en el rol desde julio de modo 100% virtual pero ya tenía planes desde entonces para mudarse cuando sus hijos, Camila y Juan Cruz, terminaran el año escolar. Es una aventura no solo profesional sino también familiar, se sincera.
Oriunda de Misiones, llegó a Buenos Aires para estudiar Administración de Empresas. En paralelo, se sumergió en el mundo laboral. Empezó en el área administrativa del Sanatorio Mater Dei y luego pasó por una agencia de marketing directo. Fue súper interesante la experiencia porque tuve la posibilidad de aprender de distintas industrias, y descubrí que el área comercial era lo que realmente me gustaba, detalla. Allí conoció a American Express, que era uno de los clientes, y hace 17 años empezó a trabajar en la compañía. Con el tiempo, fue asumiendo responsabilidades y ganando scope sobre distintos mercados.
Trabajé en el negocio emisor y en el de adquirencia y conocí ocho países. Todos pasos que me enriquecieron un montón y que me dieron la oportunidad de estar hoy como Country Manager de Brasil, recuerda.
-¿Cuáles son los momentos de tu carrera que sentís que te prepararon para esta posición?
-Es una combinación de cosas que tuve la suerte de vivir. No es una sola, sino que fue un paso a paso: aprender, conocer, construir relaciones, y sin duda haber tenido la posibilidad de trabajar en distintas industrias y países. Eso te da una apertura y una dinámica de tomar proyectos de cero y aprender, desarrollar y crear. También me ayudó mucho tener que trabajar en equipo. Es algo que me surge naturalmente. En áreas comerciales a veces arrancás negocios muy chiquitos y hay que escalarlos. Lo que me ayudó a dar un paso de gerente a director, y ahora como country manager, es armar tu plan y tu red.
-¿Y cómo fuiste transitando esas etapas?
-Lo importante es ir entendiendo qué es lo que uno quiere en cada momento de la carrera. Las prioridades personales van cambiando a medida que uno va creciendo y ese equilibrio entre las ganas de crecer profesionalmente y lo familiar, que en mi caso es muy importante, me fue ayudando. La oportunidad que tengo ahora, como Country Manager de Brasil, es un crecimiento profesional espectacular y que estaba buscando, pero también es una experiencia de vida familiar.
-¿Cómo es el negocio de Amex en Brasil?
-Amex es la red global más grande y tenemos distintos modelos de negocios. Por un lado, el negocio de emisión directa, de adquisición directa, donde tenemos relación con los comercios. Y por otro lado el negocio de franquicias o de red. En el caso de Brasil, tenemos este modelo, en el que nosotros emitimos a través de entidades. El mercado ha evolucionado su modelo fuertemente a través de los años. Hace un tiempo eran modelos exclusivos, con una emisora adquirente, y hemos evolucionado a un modelo múltiple emisor y múltiple adquirente. Tenemos más de 18 adquirentes, más de 270 subadquirentes, y tenemos negocio con dos bancos líderes, como son Bradesco y Santander, con productos y servicios para distintos segmentos con una excelente propuesta valor.
-¿Qué rol ocupa Brasil en la estrategia de American Express?
-Brasil es un mercado estratégico para Amex. El foco es acelerar nuestra expansión de crecimiento en el negocio emisor principalmente porque hoy las POS que aceptan el 98% de las transacciones ya aceptan Amex. El foco de expansión se relaciona con cómo tenemos mayor escala en nuestro negocio emisor con nuestra amplia gama de productos, y traemos al mercado brasileño también la gran experiencia que tenemos globalmente con nuestras herramientas y con propuestas de valor bien enfocadas en los pilares que trabajamos, como gastronomía, entretenimiento y en viajes.
-¿Cuáles son las fortalezas y debilidades que encontrás en la industria en Brasil?
-El mercado de Brasil es espectacular. En la industria de tarjetas de crédito, Brasil tiene la mitad de las tarjetas que existen en toda Latinoamérica, con más de 216 millones de plásticos. Es una relación de casi 1,1 tarjetas por cada habitante. Es realmente muy interesante la forma en que se está desarrollando la industria, con un fuerte crecimiento no solamente en las entidades tradicionales como el sistema bancario, sino también en fintech, en el nacimiento de bancos digitales...Brasil realmente tiene una muy buena oportunidad de crecimiento.
-¿Cómo es la penetración de la industria?
-Hoy el 81% de la población está bancarizada y el uso del efectivo disminuyó a través de los años a medida que fue creciendo la industria y la digitalización de los pagos. El 35% de los pagos son en cash. Otra variable que estamos viendo con un fuerte crecimiento son las transacciones en contactless, con un incremento del 400%. Aproximadamente el 10% de las transacciones ya se están haciendo en contactless. Esto también es producto del crecimiento del consumo online; la pandemia aceleró su adopción, y la tendencia sigue. Como desafíos, todos los días surgen nuevas compañías y hay una alta competencia. También hay una fuerte regulación, y las compañías debemos adaptarnos al nuevo contexto. Pero, sobre todo, lo que se ve en el mercado es una fuerte oportunidad de crecimiento para nuevas empresas, para una mayor inclusión financiera y para que sin duda los clientes también tengan mejores opciones y mayores beneficios.
-En Argentina se habla mucho de inclusión financiera, del uso del efectivo. ¿En Brasil también es un tema?
-Sí, sin duda. Es el común denominador de los reguladores de toda Latinoamérica.
-¿Cómo es el posicionamiento que tiene Amex en Brasil?
-La aceptación de American Express en Brasil es muy fuerte. Amex es líder global en el segmento premium y en el segmento corporativo, donde el gran diferencial tiene que ver con el nivel de servicio que ofrece. Hoy tenemos productos que están focalizados en este segmento premium-corporativo, pero también para otros segmentos de la población con distintas propuestas de valor.
-Trabajaste en un montón de países. ¿Qué diferencial tiene el consumidor brasileño?
-Es un consumidor muy sofisticado, por la exigencia en niveles de servicios, de beneficios, y porque hay una demanda fuerte de nuevos tipos de productos. Es un consumidor que lo identifica la adopción: la aceleración de adopción de pagos electrónicos en Brasil es bastante más fuerte que en otros países. Y la proporción de plásticos y población, que es casi 1,1 en Brasil, tiene espacio para crecer. Por ejemplo, cuando se compara con Estados Unidos, es dos tarjetas por habitante. Y cuando ves otros países de América Latina esa penetración es mucho más chica. Como hay mercados aún más desarrollados, hay una gran oportunidad de crecimiento.
-Más allá de que tu rol es en Brasil, ¿cómo ves a la región?
-Lo bueno que nos ha dejado esta pandemia, que fue muy difícil para todos, sin duda, es que a nivel regional la industria está teniendo una aceleración fuerte. Todo lo que tiene que ver con el e-commerce, la apertura a nuevos jugadores, la transformación de modelos múltiple adquirentes para ampliar las redes de comercios que acepten los pagos electrónicos es algo que se está viendo transversal en todos los mercados. En toda la región vemos un crecimiento del negocio de adquirentes y una fuerte transformación en búsqueda de una mayor inclusión, una mayor competencia, que al final del día hace que los consumidores tengan mayores opciones.
-¿Cómo se está adaptando Amex a la transformación que vive la industria financiera?
-Amex tiene más de 170 años de historia, y algo que nos acompañó en esta historia es la transformación. Arrancó como una empresa de transporte de dinero y a través de los años se fue realmente transformando. Hoy nuestro foco es convertirnos en una empresa de servicios de pago que acompañe este nuevo estilo de vida de nuestros clientes. Tenemos negocios diversos en la compañía: la emisión directa, el acuerdo de network con entidades, tradicionales, fintech o bancos digitales, por lo cual la idea es llegar a nuestros clientes con el tipo de solución y servicios que ellos necesitan para su estilo de vida.
-¿Qué tendencias globales están muy fuertes en el mercado brasileño?
-El surgimiento de nuevas empresas es exponencial. Es la demostración de lo que permite un mercado abierto.
-¿Cuáles son las diferencias que ves entre Argentina y Brasil en cuanto al mercado?
-Es un tema de tiempos de maduración. Estamos yendo en caminos parecidos en la evolución. En Brasil hace unos años se impulsó, a través de distintas regulaciones, lo que fue la apertura del modelo a la múltiple adquirencia. Y eso es algo que también estamos viendo en Argentina y permite un crecimiento enorme en la cantidad de comercios que hoy aceptan medios de pagos electrónicos. Estamos yendo hacia un mismo camino, en distinto timing.
-Argentina, un pasito atrás...
-Sí, pero creo que por la magnitud que tiene Brasil está liderando la evolución de algunas industrias. Pero Argentina está en ese camino.
-¿Cuáles son los desafíos macro de la economía brasileña? ¿Y cómo se adaptan a ellos?
-Creo que, como todos los países, un desafío es haber salido de estos años difíciles. Creo que lo peor ya pasó. A nivel macro del país, veo a Brasil con una recuperación en lo que tiene que ver con el consumo interno y, hablando específicamente de la industria de tarjetas de crédito, el consumo local se ha reactivado, y el consumo en el exterior también. Hay una aceleración del crecimiento y todo esto está acompañado por el impulso de estos nuevos medios de pago y los nuevos jugadores que están viendo en la industria. Están sin duda impulsando y hasta cambiando un poco el comportamiento de lo que se veía anteriormente.
-¿Cuáles son los planes y proyecciones que tenés para este año?
-Acabamos de lanzar un nuevo partnership con Santander. Apuntamos a consolidarlo y seguir ejecutando este plan de expansión que venimos haciendo en Latinoamérica, con distintos tipos de instituciones, sean bancos tradicionales, fintech o bancos digitales, y con distintos tipos de productos, ya sea para el segmento de consumo o el segmento corporativo.