¿Su primer empleo? Auxiliar de oficina en la Dirección Nacional de Avalúos y Catastros, una dependencia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Olga Núñez Sánchez es una servidora pública de carrera. Tiene 51 años de experiencia y hoy se desempeña como asesora de la directora general del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). A sus 71 años —a pesar de estar jubilada— continúa trabajando activamente. Es la última de seis hermanos. Está casada hace 48 años y tiene tres hijos. Su madre fue quien la impulsó desde muy pequeña a perseguir sus sueños con pasos firmes.
Se graduó de contadora del colegio fiscal Simón Bolívar y obtuvo su título como economista en la Universidad Central del Ecuador. Cuenta con varios cursos sobre administración y finanzas públicas, y obtuvo una especialización en Gestión Pública en la Universidad Andina Simón Bolívar. Núñez asegura que los números siempre han sido lo suyo. Su carrera en el sector público comenzó en 1973, cuando el sucre era la moneda oficial y el país estaba dirigido por el general Guillermo Rodríguez Lara. Entre sus actividades estaba pasar café a sus jefes y hacer tareas de archivo. Combinaba sus estudios con el trabajo, ya que tuvo que costearse todos los gastos de su educación.
Desde que ingresó al sector público han pasado 17 personajes por la silla presidencial de Ecuador. Cinco décadas y un año "de servir a los ciudadanos" le han otorgado el honor de ser una "servidora de carrera". Paso a paso iba escalando. En sus inicios laborales, los ascensos eran largos y complicados porque existía la Ley del Servicio Civil y la Carrera Administrativa, que fue eliminada años más tarde. "Para mí es importante hacer una carrera y amar el servicio público, llevarlo en el corazón. Saber que este puesto es para servir porque quienes me pagan el sueldo son las personas que contribuyen con los impuestos. Ellos son mis mandantes. No puedo enriquecerme o hacer cosas oscuras".
En esta primera institución estuvo 16 años hasta que buscó un cambio y llegó al Ministerio de Economía y Finanzas, específicamente a la Subsecretaría de Presupuesto, donde los puestos eran "considerados de élite" de acuerdo con el relato de Núñez. "Fui enfrentando el mundo machista que existía en ese lugar, sobre todo porque vine de una institución menor". Con 35 años, se ganó la confianza de sus jefes; luchó contra esos mandos medios que sentían "temor de que alguien joven y nuevo pueda estar a la cabeza de una dirección". Batalló contra envidias y celos de ciertos compañeros y demostró que "la mujer no debe acostarse con nadie para ascender".
Lideró la Dirección de Ingresos hasta que en el año 2000 le dieron comisión de servicios y se cambió al Ministerio de Energía. Un cargo que le duró cerca de cinco meses porque se reintegró al Ministerio de Economía y Finanzas como directora de Presupuesto, con su título de economista en la mano. Las quejas de sus compañeros provocaron que —en 15 días— le quitaran nuevamente su cargo. "Siempre he luchado, pero después los ministros y los subsecretarios fueron confiando en mí y me encargaron los puestos. Fui la subsecretaria de Presupuesto de Rafael Correa, los tres meses que él fue ministro".
A pesar de que no fue subsecretaria de Presupuesto de manera constante, ya que cada presidente ponía a su propio equipo, muchos aprendieron de ella. Fue la maestra de los funcionarios que ocuparon esa silla. Ella rotaba entre las direcciones de Ingresos y Egresos, en las subdirecciones, compartiendo sus conocimientos y guiando a quienes llegaban a encabezar la Subsecretaría. "En el primer periodo de Rafael Correa la situación era complicada porque quería gastar bastante. Como yo iba monitoreando las finanzas públicas, siempre decía: 'No, esto no se puede'. No me gustó cómo se fue incrementando el gasto y me sacaron. Me cambiaron a la mesa de ayuda para brindar atención al público".
Este retroceso en su carrera, según Núñez, le permitió aprender la gestión financiera de forma integral: presupuesto, contabilidad y tesorería. Después de unos meses le llamaron para ser la directora económica y financiera del IESS y no dudó en aceptar el cargo. "Justo llegó la economista Wilma Salgado y me pidió que me quedara a colaborar con ella. Yo le pedí que aceptara mi comisión de servicios y a cambio lideré ese Presupuesto General del Estado y le capacité a la ministra sobre su estructura".
La funcionaria que llegó después trató de llevarla de regreso al Ministerio, pero ella permaneció por siete años en el IESS, desde septiembre de 2008 hasta julio de 2015.
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