5 estrategias para que las reuniones sean más productivas
Optimizar el tiempo, reducir los costos y aumentar el compromiso son las claves para lograr encuentros eficientes.

Seguramente experimentaste esa sensación de desánimo cuando aparece otra reunión en tu agenda ya saturada y te preguntaste cuántas de ellas serán realmente productivas. Lamentablemente, la epidemia de reuniones no muestra signos de desaceleración: en los Estados Unidos se realizan aproximadamente 55 millones de reuniones por semana.

La transición hacia el trabajo remoto e híbrido agravó estos desafíos. Cada vez más, las organizaciones dependen de las reuniones para mantener la alineación, garantizar visibilidad y compensar la aparente pérdida de interacción presencial. En algunas culturas empresariales, las reuniones incluso evolucionaron hasta convertirse en herramientas de supervisión, en lugar de espacios de colaboración para el intercambio de ideas significativas.

Pero, ¿qué pasaría si pudieras hacer reuniones extremadamente productivas y recuperar varias horas de tu día? Acá te presentamos cinco consejos para que tus reuniones no solo sean más eficientes, sino también más placenteras.

1. Implementar un sistema de presupuesto para reuniones

Así como tu organización gestiona cuidadosamente los recursos financieros, deberías aplicar la misma disciplina a la administración del tiempo de tu equipo para asegurar reuniones productivas de manera constante. Según un estudio de McKinseytratar el tiempo de los líderes como un recurso finito—tan valioso como el capital financiero de una empresa—puede marcar la diferencia.

Para establecer un sistema de presupuesto para reuniones efectivo:

  • Crea un "presupuesto de liderazgo del tiempo" que cuantifique las horas disponibles para reuniones en tu equipo o departamento.
  • Al incorporar nuevos proyectos, analiza cuánta atención y orientación de liderazgo requerirán.
  • Prioriza las reuniones que generan valor real y elimina aquellas que pueden resolverse de forma asincrónica.
  • Establece límites estrictos de duración—Netflix, por ejemplo, limita sus reuniones a un máximo de 30 minutos.
  • Sustituye las reuniones informativas por formatos alternativos como memos, podcasts o videoblogs.
Sustituir las reuniones informativas por formatos alternativos como memos, podcasts o videoblogs puede ayudar a establecer un sistema de presupuesto para reuniones efectivo.

Este enfoque obliga a tomar decisiones deliberadas sobre qué reuniones realmente importan. Por ejemplo, Netflix redujo sus reuniones en más de un 65% aplicando estos principios, y más del 85% de sus empleados afirman haber mejorado su productividad, según los primeros resultados.

2. Definir tipos de reuniones y sus propósitos

No todas las reuniones cumplen la misma función, aunque a menudo las abordamos de la misma manera. Un estudio de McKinsey identifica tres categorías de reuniones, cada una con necesidades específicas:

  • Reuniones para la toma de decisiones: Incluyen decisiones rutinarias, como revisiones trimestrales de negocios, y decisiones complejas, como inversiones. Estas reuniones deben concluir con una decisión final, incluso si no hay consenso total.
  • Reuniones de coordinación y solución creativa: Incluyen sesiones de innovación y encuentros de trabajo rutinarios. Su objetivo es generar posibles soluciones y preparar el terreno para futuras reuniones de decisión.
  • Reuniones de intercambio de información: Deberían ser el primer objetivo a eliminar. Si una reunión solo se destina a compartir actualizaciones, lo ideal es reemplazarla con comunicación asincrónica.

La clave está en priorizar la calidad por sobre la cantidad. Incluso si las reuniones son poco frecuentes, pueden consumir un tiempo y una energía valiosos si no cuentan con agendas claras y no generan resultados accionables.

3. Asignar roles específicos para maximizar el compromiso

Con frecuencia, los participantes llegan a una reunión sin tener claro su propósito dentro de ella. Esta falta de claridad genera desinterés y pérdida de tiempo, lo opuesto a una reunión productiva.

Para evitar esta situación, implementá un sistema de cuatro roles:

  • Tomadores de decisiones: Son los únicos participantes con voto y responsabilidad para decidir.
  • Asesores: Aportan información y ayudan a moldear la decisión.
  • Recomendadores: Realizan análisis, exploran alternativas y proponen cursos de acción.
  • Socios en la ejecución: No brindan aportes en la toma de decisiones, pero están profundamente involucrados en la implementación.

Definir estos roles de manera clara antes de cada reunión elimina la confusión y garantiza que todos comprendan su contribución. Además, este enfoque permite limitar la asistencia solo a quienes tienen un papel definido, lo que, según diversas investigaciones, es un pilar fundamental de las reuniones productivas.

4. Diseñar reuniones optimizadas para el rendimiento cognitivo

El horario y la estructura de una reunión influyen significativamente en el rendimiento cognitivo y son elementos esenciales para que una reunión sea realmente productiva. Por ejemplo, dos horas de trabajo concentrado son mucho más efectivas que dos horas divididas en bloques de 30 minutos.

Para optimizar la programación de reuniones:

  • Reservá días o medias jornadas sin reuniones para fomentar el trabajo profundo en tu equipo.
  • Agendá reuniones productivas en los momentos de mayor energía del equipo (generalmente a media mañana o a media tarde).
  • Respetá límites de tiempo estrictos: una reunión de 30 minutos debe finalizar en 30 minutos.
  • Considerá reuniones de pie para actualizaciones rutinarias; diversos estudios indican que pueden reducir el tiempo de reunión en un tercio.
Una reunión programada por 60 minutos casi siempre se extenderá hasta ocupar toda la hora, incluso cuando los temas podrían haberse resuelto en apenas 20 minutos.

La Ley de Parkinson establece que el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para su realización. Una reunión programada por 60 minutos casi siempre se extenderá hasta ocupar toda la hora, incluso cuando los temas podrían haberse resuelto en apenas 20 minutos. Las reuniones productivas desafían esta tendencia imponiendo restricciones de tiempo adecuadas.

5. Crear un sistema de acción sólido

El verdadero indicador de una reunión productiva no es lo que sucede durante la sesión, sino lo que ocurre después. Con frecuencia, las reuniones no alcanzan sus objetivos debido a la inercia posterior: una vez finalizadas, las buenas intenciones se diluyen entre otras prioridades urgentes.

Para evitarlo, implementá este sistema de tres pasos:

  • Cerrá cada reunión con un plan de acción claro, detallando las tareas de seguimiento, los responsables y los plazos.
  • Documentá y distribuí estos puntos de acción dentro de las siguientes 24 horas.
  • Iniciá la próxima reunión revisando el progreso de los compromisos asumidos anteriormente.

Este ciclo de rendición de cuentas garantiza que las reuniones impulsen un avance real y no se conviertan en eventos aislados, desconectados del trabajo concreto.

El futuro de las reuniones productivas

Las organizaciones que prosperen en el futuro serán aquellas que dominen el arte de realizar reuniones productivas. Pero no se trata solo de eficiencia: se trata de respetar el recurso más valioso de tu equipo—su tiempo y atención. Cuando implementás prácticas de reuniones efectivas, generás un entorno donde el enfoque, la innovación y la ejecución pueden florecer.

Con información de Forbes US.