Forbes Ecuador
Felipe Cornejo y César Salazar
Innovacion
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Los ecuatorianos Felipe Cornejo y César Salazar crearon en 2011 Devsu, una empresa de servicios B2B que proporciona equipos de tecnología y talento humano a las empresas para ayudarles a acelerar sus procesos de transformación digital o crear sus productos de software personalizados.

20 Septiembre de 2023 12.04

Iniciaron con un capital de US$ 15.000 y en 2022 cerraron con una facturación de US$ 9,5 millones. Felipe Cornejo y César Salazar se conocieron en 2010, cuando los dos trabajaban para Oshyn, una empresa estadounidense especializada en desarrollar tecnología y marketing; la firma ofrecía servicios desde Ecuador. Apenas se conocieron hubo un clic profesional, entendieron que funcionaban bien como equipo, y un año después decidieron dejar el confort y arriesgarse por algo propio. 

Cornejo, de 42 años, se graduó con honores de Management Information Systems, con un minor en Economía de George Mason University. En 2015 obtuvo una maestría en Technology Management en Columbia University. En EE.UU. trabajó por dos años en una startup de tecnología que ofrecía servicios outsourcing de software. Con todas las ganas de implementar algo parecido en su país natal, hizo maletas y aterrizó en Quito, luego de haber estado radicado en EE.UU. durante 10 años, sin tener nada en frente pero decidido a comerse el mundo. 

Por su parte, César Salazar, de 40 años, estudió Informática en la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE) e Ingeniería de Sistemas Informáticos y Computación en la Escuela Politécnica Nacional. Descubrió su pasión por la educación cuando fue profesor de Multimedia y Programación en la Universidad Internacional del Ecuador, en 2009. 

Con la decisión en firme, estos jóvenes ejecutivos juntaron la pequeña liquidación que recibieron por el tiempo que trabajaron en Oshyn, solicitaron un préstamo familiar y se pusieron a trabajar de sol a sol para crear Devsu Ecuador, en 2011, y Devsu EE.UU., en 2012. La inversión inicial fue de US$ 15.000. 

Cornejo cuenta que desde el inicio se enfocaron en clientes estadounidenses. El primero fue Woven, una startup que operaba en Miami. Ellos buscaban un equipo que desarrollara su red social para América Latina. 'Nos dieron el empuje que necesitábamos en 2012 y ese año facturamos US$ 350.000'.

Devsu es una empresa de servicios B2B que crea productos digitales y forma talentos y profesionales para ayudar a las empresas a acelerar sus procesos de transformación digital y crear sus productos software. “Trabajamos con nuestros socios desde el inicio de la idea hasta el lanzamiento y mantenimiento de sus productos y proyectos. Actuamos como un socio técnico y ofrecemos equipos de primera con aplicaciones totalmente listas”.

En 2014 llegó su primer cliente en Ecuador: Corporación Favorita. Devsu desarrolló toda la estrategia móvil y a partir de ahí no han parado de tener un crecimiento constante año tras año, de dos dígitos, sin necesidad de inversores ni financiación externa.

Más del 40% de las empresas a nivel mundial tienen dificultades para encontrar talentos tecnológicos de calidad, por eso un punto importante para estos emprendedores es la formación de gente. En este contexto han creado paralelamente un programa de formación de talentos por toda Sudamérica. El reto es prepararlos para que entiendan cómo subirse a la ola de la tecnología y avanzar con la corriente. Toda persona que entra a Devsu debe pasar un proceso de entrenamiento para especializarse en las mejores prácticas de desarrollo de software. “En este negocio altamente competitivo, es muy importante para nosotros contar con buenos profesionales, personas brillantes y talentosas en todas las funciones para desarrollar no sólo los programas, sino también brindar soporte a las compañías que trabajan con nosotros. Tomamos partes duras y a menudo complicadas del proceso de desarrollo, como, por ejemplo, implementar cambios en diferentes bases de datos y plataformas, y las resolvemos con herramientas propias”.

En el plan de trabajo está contemplado nunca subestimar el valor de repetir el mensaje cuantas veces sea necesario con el objetivo de reforzar la intención positiva para la cual está diseñado el programa.

Salazar comenta que el boom se dio en 2018, cuando decidieron ampliar el giro del negocio y contrataron un experto en marketing y ventas. "Ahora contamos con 200 empleados ubicados por toda Sudamérica y hemos sacado adelante más de 500 proyectos, entre esos Netflix, Pluto TV, Toyota, DoorDash, Banco Pichincha, Corporación Favorita, Doner, Volkswagen. Contamos con clientes además de EE.UU y Ecuador en Panamá, Colombia y Canadá".

La compañía despegó en 2022, cuando registró una facturación de US$ 9,5 millones. Con satisfacción y orgullo cuentan que en 2022 ganaron los premios Gold Globee, por su aporte al crecimiento y desarrollo de las industrias y este año se convirtieron en emprendedores Endeavor. Devsu es el primer Alumni del programa de Ecuador: ScaleUp, en llegar a ser un Emprendedor Endeavor. “Solo el 2 % que aplica a esta aceleradora entra, te hacen una radiografía completa, te piden hitos de crecimiento, indicadores, son muy exigentes. Aplicaron diez empresas y nosotros fuimos una de las tres que lo consiguieron”.

El objetivo de estos ejecutivos es ofrecer una solución de aumento de personal, permitiendo a las empresas agregar talento experto en software e información tecnológica de la red de profesionales verificados de Devsu directamente a sus equipos internos según sea necesario. “El contrato básico, un Minimum Viable Product (MVP), es un servicio con suficientes características para atraer a los clientes en una etapa temprana y validar la idea de este producto antes de desarrollarlo por completo toma de tres a cuatro meses y cuesta entre US$ 100.000 y 200.000. El más grande vale entre US$ 3 y 5 millones”.

La confianza y seguridad en lo que hacen los lleva a pensar en grande. En estos días trabajan a su máxima capacidad, puliendo minuciosamente en sus propuestas de inteligencia artificial, porque están claros que en 2023 será el tema más candente y de igual importancia, como en su momento fue la invención del internet o la PC. "En lugar de entregarte un equipo solo con diseñador, programadores, técnicos y control de calidad, también estará un ingeniero de inteligencia artificial, es decir trabajamos para estar a la vanguardia en la creación de productos digitales con las nuevas tecnologías. La productividad subirá como la espuma, lo que ahora nos toma tres o cuatro meses, estará listo en un mes", explican mientras se alistan a enfrentar los nuevos desafíos que llegan a pasos acelerados.

Según sus cálculos, el mercado tecnológico en EE.UU. en 2030 será de US$ 1,5 trillones y ellos apuntan a captar parte de ese pastel. La estrategia a corto plazo son las empresas estadounidenses llamadas de mid market que facturan hasta US$ 1 billón anual. En este 2023 esperan obtener 24 cuentas nuevas, con lo que sus ventas llegarán a los US$ 15 millones. Salazar y Cornejo saben que no tienen una bola de cristal para conocer qué pasará en el futuro, pero están seguros de que los planetas están alineados a su favor, hasta el punto de contarnos que aspiran facturar unos US$ 50 millones en 2025. ¿Lo conseguirán en dos años? Estaremos expectantes. (I)

*El artículo original fue publicado en la edición impresa No. 12 de junio de 2023. 

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