Dos médicos con ADN empresarial llevan lejos a Reliv, la healthtech ecuatoriana fundada hace ocho años. Martín Samaniego y Paola Almeida están al frente de esta startup que digitaliza documentos de hospitales y de médicos mediante un expediente electrónico "hecho de médicos para médicos".
La healthtech arrancó en 2016 con el nombre de Simec y nació como una solución para que los profesionales de la salud dejaran el lápiz y el papel, y se subieran a la ola del mundo digital. Con el paso del tiempo la empresa cambió de nombre, tuvo sus altos y bajos, sumó errores y aprendizajes. El esfuerzo valió la pena y la empresa llamó la atención de fondos de inversión, aceleradoras y de otros soñadores.
El foco siempre fue digitalizar la gestión médica. Samaniego y Almeida visitaron las oficinas de Forbes para contar los nuevos logros de esta startup del mundo de la salud. Él es graduado de la Universidad San Francisco de Quito y tiene un MBA en el Egade Business School del tecnológico de Monterrey, mientras que Almeida es graduada de medicina en la Universidad Internacional del Ecuador y cuenta con una maestría en e-Health Management en Rome Business School y otra maestría en Gerencia Hospitalaria de la Universidad de los Hemisferios.
La aceleración de Reliv empezó cuando levantó cerca de US$ 1,5 millones, en marzo de 2023. Esos recursos sirvieron para empezar a crecer en México y para contratar personal de tecnología. Empezamos las ventas en México y ahora vamos a comprar una empresa, de hecho ya hicimos una oferta por US$ 1,6 millones, para una empresa de sistemas hospitalarios", explica Samaniego con la seriedad de un hombre de negocios experimentado.
El fundador de esta healthtech añade que la empresa está valorada en la actualidad en US$ 15 millones y asegura que es un ecosistema de salud cada vez más robusto. "Trabajamos con 2.100 médicos, cerca de 50 clínicas, dos millones y medio de pacientes. En la app tenemos cerca de 20.000 usuarios registrados".
Recomendado: La startup que apenas empezaba fue adquirida por una firma británica
En este proceso de crecimiento e internacionalización Reliv pasó por tres aceleradoras: Buen Trip Ventures en 2021, 500 Startups y Endeavor en 2022. "Ahora estamos en otro programa con una aceleradora argentina. La idea es llegar a toda América Latina hispanohablante, ya tenemos una propuesta para ir a Uruguay", agregan los socios.
En los próximos dos años esta startup pondrá todos sus esfuerzos en consolidar su operación en México, un país que tiene un sistema de salud muy similar al ecuatoriano, en palabras de Samaniego. "Allá el sector público y privado está muy separado. Así era el Ecuador cuando empezamos". Reliv tuvo ingresos por US$ 600.000 el año pasado y en 2024 calcula cerrar con un millón de dólares en ventas.
Con la experiencia acumulada en estos años, Samaniego y Almeida se animan a compartir algunos consejos. El primero es entender que el emprendimiento es fluctuante con hitos y bajones. "Para no sentirse derrotados hay que apoyarse en la comunidad de emprendedores. Alguna vez estuvimos por fusionarnos con otra empresa y salimos de ese negocio para empezar desde cero. Es un tema de resiliencia".
Lean también: ¿En qué usará Mercately los US$ 2,6 millones que acaba de levantar?
Otro tip tiene que ver con el descanso que se requiere para sacar adelante una idea. "El emprendedor debe dormir bien, a pesar de que existen muchas historias de dormir nada o casi nada. Soñar es otra historia, nosotros vivimos soñando y nos apasionamos por resolver un problema. Queremos impactar en la mayor cantidad de personas".
También recomiendan aceptar que el 'no' es parte del día a día. Samaniego menciona una estadística que dice que de cada 100 inversionistas 6 te dicen sí. "No es fácil, pero un cliente feliz es algo sin palabras".
¿Qué se siente recibir la confianza de los inversionistas? Samaniego recuerda que el primer tiquete de inversión fue por US$ 250.000 y luego llegaron otros US$ 50.000. "Fue el día más feliz de mi vida. Da mucha tranquilidad y nos deja ver qué otras personas creen en uno". (I)