Determinado a triunfar, Ricardo Romo terminó sus estudios en Administración de Empresas en la Universidad Católica de Quito, agarró fuerza y aplicó para estudiar un MBA en Carnegie Mellon University-Tepper School of Bussines una de las mejores universidades de EE.UU. Pero faltaba un detalle: no sabía cómo iba a pagar la colegiatura anual de USD$ 75.000.
Con la aceptación empezó un viacrucis y lo único que tenía claro es que no se daría por vencido fácilmente. Luego de tocar varias puertas, la única opción fue aplicar a un crédito estudiantil.
En 2018 llegó a llegó a Carnegie Mellon University con una maleta cargada de deudas. Por las excelentes calificaciones que obtuvo en su primer año, consiguió una beca para su segundo año, otorgada por la fundación McGowan Fellow, que reconoce la excelencia académica, así como el liderazgo ético y comunitario. "Fui parte de la campaña de concientización sobre los jóvenes sin hogar de Chicago, para crear más espacios e impulsar políticas y cambios comunitarios a largo plazo. En este proyecto desarrollé una estrategia de marketing integral y una hoja de ruta para la ejecución y sostenibilidad de la campaña". Paralelamente trabajó como tutor de contabilidad y estadística.
Su primer trabajo lo consiguió en Engie Impact, una empresa francesa que ofrece soluciones y servicios de sostenibilidad a corporaciones, ciudades y gobiernos. Ganaba US$ 80.000 al año.
Su sueño era trabajar en una empresa grande de tecnología como Amazon, Apple o Google. Envió más de 50 aplicaciones, habló con docenas de personas. Por LinkedIn se contactó con su ahora manager en Amazon y no sabía si su desenfadada apuesta tendría el resultado que anhelaba. Al cabo de varios días recibió entre feliz y nervioso, la noticia de que participaría en un proceso de selección.
"El proceso fue tedioso, muy personalizado, en la primera etapa tuve siete entrevistas, ya era algo… Finalmente lo conseguí. Me mudé a Washington DC y empecé como Manager de Marketing Digital de Amazon Web Services (AWS). Me sentía flotando en las nubes".
A sus 29 años, asegura siempre estar dispuesto a aprender e investigar para ser cada vez más eficiente. Esta actitud profesional le permitió ganar los Builders Awards, por crear un programa que permite integrar y reconciliar los datos de los diferentes sistemas y generar archivos de la información recabada.
Hace seis meses este quiteño tuvo que mudarse a Toronto, Canadá mientras se realizan los trámites para obtener su visa de trabajo en EE.UU. AWS no está dispuesta a correr el riesgo de perder este colaborador. Amazon Web Services facturó el año pasado cerca de US$ 90 billones y cuenta con 135.000 colaboradores a nivel mundial.
Actualmente Romo se desempeña como Senior Digital Marketing Manager, su principal responsabilidad es dirigir la generación de demanda para el programa de conferencias gratis llamados summits que la empresa organiza anualmente en la región. "Este año tenemos programados seis: Washington, Nueva York, Los Ángeles, Sao Paulo, Bogotá y Ciudad de México. Mi rol es reclutar público, mínimo unas 5.000 personas. También hago segmentación de audiencia y estrategias de promoción y análisis de datos. En junio cumplo dos años y hay épocas que trabajo sobre 90 horas semanales".
Este ecuatoriano cuenta que entrar a una organización de estas características es algo intimidante, porque significa "rodearse con gente muy preparada e inteligente y hay que estar a la par con eso".
Cuando tiene espacios libres los aprovecha para hacer ejercicio, jugar fútbol y ecuavolei en Trinity Bellwoods, un parque al que acude la colonia ecuatoriana en Toronto. Esto de alguna manera le hace sentirse en casa. "La gente acá es muy fría y distante, nosotros, los latinos somos más cálidos y humanos".
Disfruta tocar la guitarra y recuerda que en su adolescencia fue parte de una banda de heavy metal. Disfruta también preparar los fines de semana ceviches, tigrillo, encocados y hasta viche. "La vida personal es solitaria". Confiesa que el invierno le está pasando factura; mientras conversábamos por Zoom la temperatura allá estaba a menos 15 grados.
Durante la entrevista asegura que la visión de servicio del colegio San Gabriel está en sus venas. Habla inglés, español, portugués y está aprendiendo alemán. En seis meses volverá a la capital estadounidense para seguir soñando en grande, porque el Ricardo Romo estructurado, trabajador y planificador aún tiene muchas aspiraciones que cumplir en este camino. Está por terminar de pagar el crédito estudiantil y lleva en alto la bandera tricolor y afirma que siempre tiene claro de dónde viene y quién es. (I)
