Evan Smith, director ejecutivo de la plataforma de logística de inteligencia artificial Altana, considera que la cadena de suministro corporativa es una de las industrias más sucias del planeta, plagada de proveedores sospechosos, cronogramas alterados por desastres naturales y preocupaciones éticas sobre el trabajo forzoso.
Con su startup Altana, quiere dar vuelta este panorama. La plataforma de software ayuda a las empresas a gestionar sus cadenas de suministro, con un mapa geográfico y un panel de control que muestra datos sobre los proveedores (y los proveedores de los proveedores), las rutas de envío, las posibles interrupciones, las fábricas y los requisitos de cumplimiento.
La idea es aportar más visibilidad a la cadena de suministro en un mundo globalizado en el que muchas de sus partes se subcontratan. El lunes, la empresa anunció una ronda de financiación de serie C de 200 millones de dólares, lo que la catapultó al estatus de unicornio con una valoración de 1.000 millones de dólares, según dijo Altana en exclusiva a Forbes.
La ronda está liderada por el Fondo de Tecnología Innovadora de Estados Unidos, la empresa de capital de riesgo centrada en la defensa creada por Thomas Tull, fundador del estudio de Hollywood Legendary Entertainment. Entre los nuevos participantes se encuentran Generation Investment Management de Al Gore, March Capital y Salesforce Ventures, mientras que entre las empresas que regresan se encuentran GV (antes Google Ventures) y Activate Capital.
El mapa de la cadena de suministro de Altana se basa en datos públicos (información de mapas, la web, intermediarios de datos) y datos no públicos que los clientes introducen en el sistema. Los datos privados se mantienen confidenciales, pero la información que la IA de Altana obtiene de ellos se comparte para crear lo que Smith describe como "una visión en red viva y dinámica de la cadena de suministro".
A esto lo llama "aprendizaje federado", un método similar al que utilizan Google y Apple para preservar la privacidad de los usuarios en los teléfonos, mientras siguen utilizando los datos para mejorar sus productos.
No existe un Google Maps para la cadena de suministro, explicó Smith. Es necesario que haya un panorama operativo común, un mapa compartido para que las empresas comprendan sus negocios y las tendencias económicas y geopolíticas que los configuran", sostiene Smith.
Altana incorporó capacidades de inteligencia artificial generativa en su plataforma, lo que permitió a los usuarios hacer preguntas sobre la cadena de suministro en un lenguaje sencillo. Por ejemplo: "¿Hay alguna pieza crítica en mi red que provenga de un solo proveedor?" La plataforma también usó inteligencia artificial para predecir riesgos y vulnerabilidades en la cadena de suministro. Smith describió una empresa de dispositivos médicos que decidió comprar un proveedor porque notó a través de Altana lo dependiente que era de los servicios de la empresa.
La última ronda de financiación de Altana se produjo en medio de un frenesí de inversiones en IA y empresas relacionadas con la IA. Mientras tanto, los problemas de la cadena de suministro se volvieron más difíciles: la geopolítica de los chips y otros recursos se hizo cada vez más complicada a medida que Estados Unidos y China competían por el poder. El cambio climático impulsó regulaciones logísticas destinadas a frenar las emisiones. Los gobiernos aplicaron regulaciones y estándares más estrictos a la fabricación, y algunos prohibieron materiales de regiones conocidas por el trabajo forzoso. "Habrá más reglas de cumplimiento en el futuro, no menos", dijo a Forbes Karim Faris, socio de GV, el mayor accionista de Altana. "El comercio será más complejo". Altana indicó los lugares asociados con el trabajo forzoso, para que las empresas puedan erradicarlo de sus cadenas de suministro.
Faris se convenció de liderar la ronda Serie A de GV en 2021 después de leer sobre el bloqueo de seis días del Canal de Suez por un buque portacontenedores. Recordó haber intentado comprar una máquina de café expreso en ese momento, pero no pudo hacerlo debido a las interrupciones en la cadena de suministro causadas por el incidente.
Entre los clientes de Altana se encuentran el gigante naviero Maersk, el minorista LL Bean y agencias estadounidenses como el Departamento de Defensa y la Patrulla Fronteriza y de Aduanas. Cuando se le preguntó si la plataforma se utiliza para rastrear o hacer cumplir la inmigración ilegal, Smith respondió que no, y agregó que el sistema solo rastrea el movimiento de artículos, no de personas. Dijo que rastrear personas es una línea dura que la empresa no cruzaría.
Smith, que creció en un pequeño pueblo pesquero de Alaska antes de estudiar economía en Yale, cofundó Altana, con sede en la ciudad de Nueva York, en 2019 con el director científico Peter Swartz y el director de operaciones Raphael Tehranian. Smith afirmó que estuvo lidiando con los problemas que Altana está abordando desde que era un adolescente. Dijo que escribió su tesis de último año de secundaria en 2003 sobre el "colapso pendiente de la globalización", a los 17 años. "Este tipo de cosas estuvieron en mi mente durante mucho tiempo", dijo. "Yo era un pibe un poco raro", completó.
*Con información de Forbes US