Desde proporcionar una sensación de seguridad hasta comprar las mejores vacaciones del mundo, no se puede negar que el dinero conlleva ciertos lujos. Un estudio publicado en Social Indicators Research reveló que el estatus financiero explica aproximadamente el 10% de la varianza en la satisfacción de los individuos con la vida, lo cual es significativo.
Esto va más allá de los meros ingresos, y subraya la importancia de una visión holística de la posición económica de cada uno. Sin embargo, aunque el dinero puede aumentar la sensación de seguridad y satisfacer ciertas necesidades psicológicas, no garantiza necesariamente la conexión emocional o la compatibilidad romántica.
Muchas personas adineradas suelen decir que les resulta difícil encontrar el amor y la compañía. Dicen cosas como:
- "Equilibrar mis negocios con las relaciones románticas a menudo me hace preguntarme si el amor verdadero está fuera de mi alcance".
- "A veces siento que mi estilo de vida me aísla, lo que hace difícil encontrar a alguien que aprecie mis cualidades genuinas".
- "Con los frecuentes viajes y eventos, me queda la duda de si la gente se siente atraída por mí o por el mundo que me rodea".
Son preocupaciones reales, pero hay esperanza
Hay algo de verdad en el dicho: "Se está solo en la cima". Tomemos como ejemplo a los famosos de la lista A.
Matthew Perry, en una entrevista concedida en 2022 a Fox News, afirmó que sólo sale con otras personas adineradas porque en el pasado se había quemado con mujeres que iban detrás de su dinero. Así que, a pesar de la tendencia generalizada hacia las citas abiertas, la riqueza plantea la necesidad práctica de endurecer los criterios de búsqueda de pareja.
Sin embargo, al fin y al cabo, no podemos controlar las acciones y los objetivos de los demás. Lo que sí podemos controlar es nuestra actitud hacia las citas. Si vos sos una persona adinerada a la que le cuesta encontrar una conexión verdadera, te vendría bien reflexionar sobre vos mismo.
Un estudio clásico publicado en PNAS descubrió que las personas acomodadas eran más propensas (en comparación con las de posición social más baja) a actuar de forma poco ética. A continuación se exponen algunas de las formas en que las personas más ricas pueden alienarse sin darse cuenta en las relaciones cercanas:
- Actitud laxa hacia las normas. Son más propensos a infringir las leyes mientras conducen, lo que indica que creen que ciertas normas no se les aplican.
- Brújula ética sesgada. Sus decisiones pueden inclinarse más hacia el interés propio que hacia la justicia, como demuestran los casos en los que mienten en las negociaciones o apoyan prácticas cuestionables en el trabajo.
- Desconsideración. Es muy probable que tomen objetos valiosos de otros, lo que podría reflejar una falta de empatía o comprensión.
- Excesivo énfasis en ganar. Tanto en los juegos como en el trabajo, pueden hacer todo lo posible, incluso trampas, para asegurarse la victoria.
El estudio indica que estas tendencias poco éticas están, en parte, influidas por sus actitudes más favorables hacia la codicia. Esto puede crear un entorno en el que entablar relaciones auténticas y de confianza se convierte en un reto. Sin embargo, es importante señalar que este estudio no es indicativo de todas las personas adineradas.
Si observás estos rasgos en vos mismo, es esencial que recuerdes que se trata del huevo o la gallina. Muchos de los atributos que impulsan a las personas a acumular riqueza, como la determinación, la confianza en sí mismas y la asunción de riesgos, pueden contribuir inadvertidamente a crear problemas interpersonales. Probablemente no es que la riqueza nos convierta en personas poco éticas, sino que el camino hacia el éxito puede implicar a veces decisiones que den prioridad al propio interés.
Entonces, ¿cuál es la solución? A continuación hay algunas estrategias que los ricos pueden adoptar, inspiradas en los principios de las inversiones inteligentes:
- Diversificá tu cartera social. Al igual que la diversificación en las inversiones reduce el riesgo, relacionarse con un grupo diverso de personas puede ofrecer una perspectiva más rica de la vida y las relaciones, lo cual es muy valioso.
- Buscá valor, no sólo crecimiento. En lugar de aspirar siempre a "ganar" o buscar relaciones llamativas y a corto plazo, buscá conexiones que aporten un valor profundo e intrínseco.
- Evaluá los riesgos de las relaciones. En los negocios, comprender los riesgos potenciales es vital. En las relaciones, esto se traduce en comprender tanto tus vulnerabilidades como las de tu pareja, fomentando una conexión emocional más profunda.
- Aprendizaje continuo. Al igual que las industrias evolucionan, entender el amor y las relaciones requiere una autorreflexión y una educación continuas. Considerá el asesoramiento o los talleres sobre relaciones como una forma de "desarrollo profesional" para tu vida personal.
Conclusión
En el corazón de cada individuo, rico o no, yace el deseo de una conexión genuina. La riqueza puede atraer a un sinfín de pretendientes, pero el reto consiste en discernir la autenticidad. Todo el mundo merece encontrar a esa persona especial que ve más allá del saldo bancario. Con paciencia, conocimiento de uno mismo y un poco de estrategia, el amor no es sólo una inversión lucrativa, sino que no tiene precio.
*Con información de Forbes US