La pregunta había circulado noches antes en una cena en Madrid organizada por tres argentinos: ¿por qué debería ser importante conocer el grado de diversidad sexual dentro de una empresa u organización? ¿No pertenece eso acaso a la intimidad de cada uno? Miguel Garzon, que no estaba en aquella cena, tenía la respuesta.
"Es difícil que una persona pueda ser quien realmente es si ni siquiera puede transmitir su identidad sexual. Si lo hace, está demostrado el beneficio para la empresa en cuanto a creatividad, eficiencia y compromiso con el trabajo", explica Garzón, español de 36 años, a Forbes en Madrid.
Esa cena mensual en la que se discutía sobre el tema de la diversidad sexual en empresas y organizaciones es un emprendimiento de Justiniano Vila, Juan Parodi y Ezequiel Labarthe, con un nombre que es un formato en sí mismo: La Mesa nos Une.
Una mesa a la que quizás se suma una noche Garzón, licenciado en Ciencias Políticas con especialización en Relaciones Internacionales y director para España y América Latina de myGwork, al que podría definirse como el Linkedin LGTBIQ+: allí hay medio millón de profesionales LGTBI y aliados con perfil propio y en torno a un millón de personas al mes que buscan contenidos y ofertas de trabajo. Y, además, 340 empresas involucradas y deseosas de demostrar que están haciendo las cosas bien.
"Buscamos unir a empresas e instituciones que quieran trabajar en generar espacios seguros para el trabajo y profesionales y aliados LGTBI. El objetivo es que puedan desarrollar su carrera en un entorno seguro".
Se trata, en definitiva, de lograr la equidad en el entorno laboral. Y tiene mucho sentido tenerlo en cuenta, añade Garzón. Idealmente, por convicción, aunque aquellos que no empaticen con esa necesidad quizás lo entiendan con un dato: "Hay estudios acerca de cómo la generación Z no se compromete con un proyecto laboral si esa empresa no tiene un plan de diversidad. Nosotros ayudamos a visibilizar ese plan de las empresas".
Pierre y Adrien Gaubert, los hermanos gemelos franceses que crearon hace siete años myGwork, se inspiraron en sus propias experiencias, porque ambos fueron discriminados por su orientación sexual, en el caso de Adrien, por el propio Estado francés, en un consulado de su país.
Eso ya es pasado, myGwork busca ahora crecer en el mundo, con un mercado como el de México, que ya está entre los diez más importantes de la compañía, y el de la Argentina, que va ganando cada vez más peso.
"El proyecto es global, cualquier empresa puede conectarse con gente en todo el mundo. Nació con contenido en inglés, pero el paso de abrir una oficina en Madrid era para poder crear ese contenido y campañas en español. Esto funciona muy parecido a airbnb: cuantas más empresas vuelcan sus ofertas, más crece el número de usuarios y de países".
"Cada país en América Latina es muy diferente y está en un estado diferente de evolución. España aparece en los rankings como uno de los países con menos LGTBIfobia del mundo, pero el número de personas en el armario en las empresas es alto: tiene que ver con el grado de implantación de políticas de inclusión en el trabajo".
Garzón recuerda unas palabras del argentino-holandés Ezequilel Szafir, hasta hace pocas semanas CEO de Open Bank., del Grupo Santander "Hablando de la importancia de la diversidad e inclusión, dijo que se trata de un tema de derechos humanos, que lo que es correcto hay que hacerlo. Y que además genera beneficios económicos, pero eso es otra cosa".
"En América Latina, el nivel de derechos varía mucho de un país a otro, y en cultura corporativa también. Un paso trascendental en el caso de Argentina es la aprobación de cuotas para la incorporación laboral de personas trans, eso tuvo una importante repercusión internacional".
América Latina es, comparativamente, una región más avanzada en el tema que otras, aunque muy lejos del ideal. Lejos, también, afortunadamente, de lo que sucede en países como Arabia Saudita o Polonia, donde exponerse públicamente como homosexual es impensable, por sumamente peligroso.
"Hay empresas que a través nuestro han hecho contrataciones en Arabia Saudí o Polonia. En myGwork ofrecemos la posibilidad de acceder a las ofertas de trabajo sin necesidad de registrarse en la plataforma".
Garzón tiene un vínculo importante con la embajada de la Argentina, donde ha hecho actividades con Ricardo Alfonsín, que destacó la importancia de que aquello que se haya aprobado en el Parlamento tenga también implantación social. "No hay que ser un experto, lo que se necesita es tener sensibilidad", destacó el hijo de Raúl Alfonsín, presidente de la Argentina entre 1983 y 1989.
Alfonsín formó parte a mediados de junio del lanzamiento del WorkPride organizado por myGWork, en un mes clave para la comunidad LGTBIQ+. Allí se dio la bienvenida a miles de asistentes de todo el mundo para establecer contactos, compartir las mejores prácticas y aprender estrategias para ayudar a crear espacios de trabajo que incluyan todas las orientaciones sexuales, identidades de género y expresiones de género.
Uno de los objetivos de myGwork es reforzar el vínculo con la Argentina, donde la plataforma contiene ya 696 ofertas de trabajo con sensibilidad LGTBIQ+. Globant, dice Garzón, estuvo en conversaciones para unirse a la plataforma. En la empresa están convencidos de que Argentina es un mercado que apenas comienza a mostrar su potencial.