Henry Remache y Paúl Velázquez tenían 19 años cuando se conocieron en 2011. Remache estudiaba Negocios Internacionales en la Universidad de Carolina del Sur, en EE.UU., y estaba de visita en Ecuador, mientras que Velázquez cursaba la carrera de Comunicación Social en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE). Un amigo en común les presentó y ambos querían emprender: pensaron en una solución tipo Uber, pero en ese entonces no estaba desarrollada la industria de las apps y la economía digital era incipiente en Ecuador.
Ambos retomaron el contacto en 2020 y volvieron a hablar de emprender. Juntaron ideas y ganas, y así salió una nueva idea: sincronizar inventarios de marketplaces. “Desarrollamos un producto mínimo viable, pero no funcionó. En ese camino vimos algunas necesidades de las empresas y creamos una herramienta que integra aplicaciones de mensajería como Whatsapp, Messenger, Instagram”, cuentan los emprendedores. En enero de 2021 tenían listo un nuevo producto mínimo viable (MVP en el inglés de la jerga emprendedora) y así empezaba la historia oficial de Mercately.
Remache, el CEO, explica el contexto y detalla lo que hace la startup: “En América Latina, el 70 % de compras online ocurre a través de una app de mensajería. Entonces, lo que hacemos es integrar a los e-commerce en tres pilares: primero un CRM, luego en un canal de comunicación con los clientes y el tercer pilar es el de las ventas, con un sistema que genera órdenes y facilita pagos digitales. Así los comercios incrementan sus ventas con nuestro servicio”.
Remache y Velázquez dan más indicaciones. “Ayudamos a emprendedores así como a empresas medianas y pequeñas que hacen y reciben pedidos por Whataspp, Instagram o Messenger. Ese trabajo suele ser desordenado y allí es donde intervenimos ayudando a tener un orden, dando seguimiento y controlando los pagos”. La clave fue integrar las aplicaciones de mensajería para que un emprendedor, una pyme o una gran empresa aprovechen la plataforma desarrollada por el equipo de Mercately.
Los emprendedores recuerdan que el inicio fue desafiante y Remache lo resume: “Emprender es complicado, al inicio todo fue esfuerzo propio, con subidas y bajadas, abriendo mercado y sumando clientes”. Lo más complicado es que las pymes no están acostumbradas al uso de software para mejorar sus procesos y hubo que enseñarles, indica, de su lado, Velázquez.
Lo aprendido en las aceleradoras mencionadas fue fundamental y permitió que la startup se expanda de manera agresiva, luego de haber levantado alrededor de US$ 136.000. Gracias a esos recursos, hoy Mercately trabaja con unas 1.000 empresas en 13 países: los mercados más importantes para la operación son México, Colombia y Ecuador, pero también Chile, España, Honduras, entre otros, que llegaron por búsquedas orgánicas. El trabajo con esta cantidad de clientes permite que la startup sume ingresos por US$ 350.000 en lo que va de 2022; la meta es cerrar este año con ingresos superiores a US$ 400.000.
Ahora están por participar en una nueva ronda de inversión en la que la meta es acceder a US$ 600.000. Ese monto permitirá, según explican los cofundadores, abrir oficina en México e integrar a Mercately con pasarelas de e-commerce de alcance global. Si los planes se cumplen, la meta es llegar a una facturación anual de un millón de dólares en los próximos 18 meses.
¿Qué se siente levantar fondos? Remache responde: “Es el resultado de ser resilientes, de aceptar muchos no, esto es un proceso de buscar el sí. En Platanus Ventures, por ejemplo, aplicamos tres veces, hasta que fuimos aceptados. Es un proceso de paciencia, de aprender a aceptar los no”.
La resiliencia y la paciencia siguen dando resultados. El mes pasado Remache se reunió con directivos de Meta (Facebook) para presentar lo logrado hasta el momento y en diciembre próximo Mercately participará del programa 'El futuro de la mensajería', organizado por Meta y la aceleradora Plug and Play Tech Center. La startup ecuatoriana que tiene un equipo de 16 empleados fue una de las 10 elegidas en un grupo de 1.000. Y todo ha pasado en menos de dos años. (I)