Forbes Ecuador
GoRaymi
Innovacion
Share

Si todo va conforme lo planificado por la empresa, y los astros se alinean, el sueño de contar con una inyección de US$ 20 millones en este año se haría realidad. Todavía faltan algunos pasos y reuniones con financistas en Dubái, pero las posibilidades son muy buenas.

2 Marzo de 2022 21.12

Los inversionistas en Dubái, de alguna manera, los han 'adoptado', gracias al duro trabajo y los resultados que los cuatro socios de GoRaymi han logrado desde 2016. Con humildad, en silencio y con altas dosis de esfuerzo y aprendizajes prueba-error, Soledad López Olivares, CEO; Diego López, CMO; Christian Hidrovo, Tecnologías; y, Branly Abendaño, Comercio Electrónico, caminan poco a poco hacia lo que será la prueba de fuego que podría catapultar a la firma a un nivel de grandes ligas dentro de la actividad turística mundial. 

La idea nació de los sobrinos de los hermanos López, Carla y Sebastián, después de que ellos participaran en una startup weekend y se preguntaran “¿por qué no encontramos en Internet ningún cronograma del carnaval de Guano?”. Entonces fue cuando los López volcaron toda su atención a crear una plataforma de turismo que incorporara todos los demás elementos que las Agencias de Viaje Online (OTA, por sus siglas en inglés) obviaban, esto es más allá de la simple oferta de pasajes aéreos y alojamiento. Con la idea como boceto, Diego viajó a Stanford, a participar en una competencia de innovación tecnológica, dentro de un encuentro mundial de emprendimiento. Ese año, 2016, la propuesta quedó en el top 3, lo que le significó una serie de mentorías con expertos de Google, Amazon, Facebook, entre otros. 

Allí, por primera vez, la idea recibió su primer baño de realidad. “El señor de Google se reía de nosotros y nos decía que para qué queríamos hacer una app de turismo, que eso no tenía sentido. Que podía tener algo si fuese global. Que debíamos hacer una página web, con motores de búsqueda, posicionamiento, para que la gente tome decisiones. Allí nos trazaron un camino que hasta ahora lo seguimos”, recuerda Diego. 

Con la idea más refinada, ganaron algunos concursos de startups en Ecuador, Argentina y España. Pero solo fue hasta 2017, cuando decidieron participar en una competencia en Dubái, que la puerta grande empezó a abrirse. En ese concurso plantearon una hipótesis: incorporar a todos los actores pequeños del turismo en un esquema de promoción del territorio debe ser bueno, porque se diversifica la oferta. Definieron una metodología de trabajo colaborativo con los GAD, Cámaras de Turismo y los protagonistas de la industria. Los expertos evaluaron los proyectos y los eligieron como uno de los 100 proyectos en el mundo para ser incubados. 

Recibieron una subvención de US$ 100.000. A cambio, debían demostrar que al ingresar a los actores pequeños del turismo podían incrementar sus KPIs: número de visitas mensuales, número de páginas vistas, tiempo de lectura del contenido, número de conversiones (que quienes navegan en Internet y hacen una búsqueda pudieran leer la información de la señora que vende hornado en La Merced y que inició una venta). Además, se les pidió que evidenciaran que la gente podía trabajar en conjunto. En un año, pudieron unir fuerzas con tres municipios, tres universidades y 1.000 voluntarios encargados de levantar la data turística en territorio. 

Gracias a esa ejecución, GoRaymi recibió una segunda subvención, a finales de 2019. Fueron US$ 250.000 que se utilizaron para allanar su camino hacia su participación en la EXPO 2020 Dubái y para demostrar cómo la plataforma cambia las vidas de los actores pequeños del turismo en Imbabura, Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo y Santa Elena. Sin embargo, en medio de la tarea, llegó la pandemia. Pero, lejos de paralizarse, los socios tuvieron que adaptarse y, a través de la tecnología pudieron realizar capacitaciones y desarrollar más de 500 videos de promoción turística de estos lugares. Todo ello coordinado con 25 municipios, cinco prefecturas, que permitió intervenir en 170 poblaciones. “Esos videos provocaron casi tres millones de reproducciones completas, sin pautar, y bajo un esquema colaborativo”. 

A CRUZAR LOS DEDOS

Con una vasta información a cuestas y un trabajo de hormiga muy efectivo, finalmente fue elegida como la única firma ecuatoriana en participar como expositor en el Pabellón de Innovación The Good Palace de la famosa EXPO 2020 en Dubái. Esta exposición universal, donde, según López, Ecuador fue quizás el único país que no estuvo presente, es una vitrina de la innovación tecnológica y social del planeta. Lamentablemente, debido a la pandemia, no pudo realizarse ese año, se llevó a cabo desde octubre de 2021 y se extenderá hasta finales de marzo de 2022. Allí está GoRaymi. 

El próximo paso tiene a los cuatro socios con el corazón a mil. “Hace unas semanas presentamos el proyecto a inversores. Es la posibilidad para que nos incluyan en rondas de inversión serial. Nos evaluaron para ver si estábamos listos para participar en ronda de inversión y parece que sí. Por ahora es solo un pálpito, pero tenemos fe de que podremos lograrlo. Este año regresaremos a participar en una ronda de inversión para serie A, que implicaría unos US$ 20 millones de financiamiento. No dormimos pensando en ello”. 

Mientras eso ocurre, la plataforma tiene listo su Market Place para que, en caso de no tener éxito en las rondas de inversión, abrir otro canal de rentabilidad, para seguir en modo ahorro a fin de incorporar toda la inteligencia artificial necesaria para llevar a la empresa a un nivel superior en el ámbito turístico, no visto en América Latina, según sus fundadores. “La meta es que con la inteligencia artificial podamos tener información persuasiva, que se ajuste a la necesidad de cada potencial turista. Al tener toda la data de quién y de dónde es el que lee y qué está leyendo sobre la cultura de Tungurahua o la gastronomía de Chimborazo, por ejemplo, eso nos permite hacer algoritmos de predicción, que persuaden. Actualmente, los buscadores muestran los paquetes más fáciles de vender en el mundo. Las tecnologías están hechas para vender lo que es más fácil vender. Eso lo queremos cambiar”. (I)

10