El gigante de la tecnología Intel anunció sus planes de reorganización, divulgando que, a partir de enero, su división de chips programables operará como una entidad independiente. Además, la compañía tiene la intención de llevar a cabo una oferta pública de acciones del segmento en los próximos dos o tres años.
La historia de esta división se remonta a la adquisición de Altera por parte de Intel en 2015, una transacción valorada en US$ 16.700 millones. Los chips programables son componentes versátiles utilizados en una amplia variedad de aplicaciones, desde la encriptación de datos hasta equipos de telecomunicaciones 5G.
Para supervisar la nueva unidad, Intel designó a Sandra Rivera, una veterana de la corporación. No obstante, se inició una búsqueda exhaustiva, tanto interna como externa, para encontrar a su sucesor, ya que Rivera actualmente supervisa el centro de datos y el negocio de chips de inteligencia artificial, compitiendo con gigantes como Nvidia y Advanced Micro Devices.
Rivera también destacó que esta unidad está aumentando su uso de las fábricas de Intel en lugar de depender de instalaciones en Taiwán, donde solían fabricarse sus chips. Este cambio cobra especial relevancia en aplicaciones de defensa, como la fabricación de componentes para aviones de combate.
“Observamos un gran interés por parte de nuestros clientes en una cadena de suministro más segura y resiliente en América del Norte, especialmente en sectores industriales, aeroespaciales y de defensa. Estamos configurando esto para lograr una ventaja única aprovechando la infraestructura de Intel”, relató Rivera.
El anuncio se suma a los esfuerzos previos de Intel para vender su división de chips de memoria a SK Hynix y llevar a cabo una oferta pública inicial de su unidad de procesadores para automóviles autónomos Mobileye. Sus acciones están en línea con la estrategia del presidente ejecutivo de Intel, Pat Gelsinger, de revitalizar la empresa, enfocándose en su división de fabricación y compitiendo de manera más sólida en el mercado, donde había quedado rezagada respecto a rivales como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company.
