Los cables submarinos son un canal fundamental para el actual mundo hipercomunicado. Desde la aparición de la energía eléctrica, que derivó en la invención del telégrafo, el ser humano siempre quiso conectarse y comunicarse a distancia. Así empieza la conversación con Hugo Carrión, Director de proyectos del Centro de Investigación Imaginar, en la que explica la importancia estratégica de estas redes que atraviesan los océanos.
"Hay dos tipos de comunicación: con medios confinados, es decir con medios atrapados en un cable y con espacios abiertos. Con los primeros se transmite energía eléctrica y con los segundos se usan las ondas electromagnéticas". Lo que sucede es que los cables eléctricos, por su material, pueden 'sufrir pérdida' y las señales se atenúan. Eso frenaba la transmisión entre continentes, añade Carrión.
Entonces, explica Carrión, se empezó a pensar en maneras para conectar continentes y a mediados del siglo XIX se tendieron los primeros cables submarinos para conectar territorios en Europa primero y luego entre Reino Unido y EE.UU. Luego de la II Guerra Mundial y con la llegada de los satélites se dio otro paso en las comunicaciones. Sin embargo, la comunicación sufría una latencia, un retardo o demora en la comunicación.
Ya en los años 80 y 90, añade Carrión, con la telefonía celular "se desarrolló la transmisión a través de señales lumínicas, con una fibra o filamento, la fibra de vidrio, de plástico en realidad, que permite transmitir luz con la ventaja de que la luz se atenúa menos que la electricidad". La consecuencia es que con esta fibra se pudo transmitir luz a grandes distancias y los técnicos se dieron cuenta de que estaban ante la oportunidad para transmitir información a larga distancia. "Y esto convergió en los cables submarinos, que llevan ese nombre porque atraviesan los océanos y van sobre el lecho marino, en la mayoría de los casos. Otros cruzan grietas y cuando se llega a la costa se los entierran y se conectan en estaciones".
Hoy se calcula que existen alrededor de 550 cables submarinos a escala mundial. Este año, el mapa de Submarine Cabble Map 2024 registra un incremento de 30 nuevos cables submarinos y 192 puntos de aterrizaje en comparación con la edición del año pasado. Además, la firma especializada en el tema Telegeography afirma que "entre 2023 y 2025 se espera un auge sin precedentes en la construcción de cables submarinos, valuado en US$ 10.000 millones, con aproximadamente 78 nuevos sistemas que se extenderán por más de 300,000 kilómetros".
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Carrión añade que Ecuador se conecta a unos cuatro o cinco y que el más antiguo es el Panamericano. En su criterio "es necesario implementar nuevas salidas". También detalla que con estos cables un país se conecta a servidores de grandes empresas de tecnología y que estos servidores están repartidos por varias regiones.
¿Cómo son los cables submarinos?
"El cable submarino, dependiendo del ancho de banda, puede tener un diámetro de unos 30 centímetros. Necesita tener un cable de acero en la mitad y alrededor está la fibra óptica, cientos de fibras y eso crea el ancho de banda, lo que permite la transmisión de muchísima información. Recordemos que las conexiones en las casas están en megabits, luego las ciudades se conectan en gigabits y después en terabits. Los cables submarinos tienen capacidad de centenares de terabits. Lo que más se consume es video y eso demanda mucho ancho de banda".
La instalación
"Los famosos buques cableros se encargan de colocarlos. Así como en las calles hay técnicos con unos carritos que van soltando y colgando el cable, en el caso del cable submarino los grandes buques van cableando el lecho marino con rollos que se van uniendo a otros. Además, se necesitan repetidores para que no se atenúe la señal".
El mundo antes de los cables submarinos
"Luego de la Segunda Guerra Mundial hubo muchos avances tecnológicos. Uno fue el transistor con lo que nacen los semiconductores electrónicos, las computadoras electrónicas y digitales. A finales de los años 60 aparece el protocolo de internet, con pocos servidores y computadoras que no podían conectarse. Primero se usaron satélites y en Ecuador, en los años 90, los bancos entraron primero en este tema. Luego surge el cable submarino, la espina vertebral, el backbone, algo sin lo que no podríamos vivir ahora. Allí están los datos y la información. Internet es el nombre de un protocolo, es una infraestructura de toda está maraña de cables y servidores conectados, por allí pasa el contenido, la web, la nube y sin eso estaríamos perdidos. Allí están estan entrevista hecha por Zoom, comunicaciones de audio y video, clases, compras, pagos, etc. Es infraestructura crítica para el mundo entero".
¿Sin cables submarinos no hay paraíso? ¿No hay vida?
"Claro, en este mundo tan digitalizado hay una discusión bien interesante sobre lo que se llaman infraestructuras críticas. Como mencione existen cada vez más cables y eso es bueno. Ahora, con la crisis energética en Ecuador se habla de que no podemos vivir sin internet y sin luz el internet también tiene problemas. Luego, cuando se habla de posibles cortes de agua, resulta que el agua, más allá de todo lo importante que es para todo, también es importante para refrigeración de grandes servidores, granjas de computadores. Tanto así que la computación moderna exige de agua. Todo está vinculado. Agua, luz e internet forman parte de la vida cotidiana".
La vida moderna es cada vez más compleja
"La vida se complejiza, es decir en la vida hay cada vez más elementos y tecnologías que se vinculan e interactúan entre sí, la vida de hoy es más compleja, con más elementos e interrelaciones. Hace 20 años, por ejemplo, la educación era muy diferente. Hoy todo pasa por una pantalla táctil, con internet, con inteligencia artificial; son elementos que complejizan la vida, y plantean desafíos que antes no había. Los derechos de autor, por ejemplo. Con la inteligencia artificial hay que cuidarse de la información que circula"
¿Qué puede venir luego del cable submarino?
"Hay varios enfoques. Uno es que las computadoras necesitan 'carreteras' más amplias. Otra cosa es la computación cuántica. La inteligencia artificial es la punta del iceberg y esto es un tema geopolítico porque la computación cuántica avanza mucho en China. Esta es otra manera de procesar datos, poniendo en tela de duda muchas cosas. Se basa en algoritmos de números primos. La computación cuántica permite procesar 30 minutos lo que antes tomaba siete u ocho años. Es un tema cercano. Y si se 'casa' la inteligencia artificial con la computación cuántica será algo que no se puede saber. En el ámbito de los cables submarinos vienen nuevas tecnologías de modulación, de transmisión, fibras nodo-nodo que transmite luz láser o haces de luz que permitirá más rapidez en pasar datos e información". (I)