No todos los días el Real Madrid es vapuleado por 4-0. Pero eso es lo que le ocurrió a su sub-19 en los cuartos de final de la UEFA Youth League de este año. El equipo que los goleó, y que también derrotó al Barcelona por 3-0 en la ronda anterior, es el AZ Alkmaar holandés. El AZ no tiene los recursos del Real Madrid, ni siquiera el de sus rivales nacionales, el Ajax y el PSV. En su lugar, han aprovechado el poder del cerebro.
Los cerebros de los futbolistas de élite están cableados de forma diferente a los de la gente normal. Tan diferente, de hecho, que aunque tengas el físico, la habilidad para controlar el balón y la fuerza y velocidad de un futbolista profesional, si tu cerebro no está también a ese nivel, no triunfarás como profesional.
El AZ lo sabe. Su red de ojeadores comprueba la capacidad cognitiva de los posibles jugadores juveniles a través de pruebas realizadas por la empresa holandesa BrainsFirst. Esto les permite seleccionar "talentos técnica, táctica, física y mentalmente sobresalientes", que también tienen la capacidad cognitiva para jugar al fútbol de élite.
El fundador de BrainsFirst, Eric Castien, explica cómo los cerebros de los futbolistas de élite están cableados de forma diferente, no sólo a los de una persona normal, sino también a los de personas excepcionalmente inteligentes como cirujanos, banquero de alto nivel y controladores de vuelo. La velocidad a la que el cerebro de los futbolistas procesa la información supera significativamente a la de estos grupos.
Castien afirma que hay tres rasgos clave en el cerebro de un futbolista de élite: La capacidad de respuesta, que es la medida en que puede tomar decisiones rápidas en un entorno con mucha información; la velocidad a la que puede realizar acciones sencillas o rutinarias; y la visión general de la memoria de trabajo, la cantidad de información que puede memorizar, recuperar, aplicar y combinar al mismo tiempo.
En resumen, los futbolistas de élite no son necesariamente más inteligentes que el resto de la gente, pero sus cerebros, en ciertos aspectos, funcionan mucho, mucho más rápido. Básicamente, resuelven problemas complejos de forma automática, sin pensar conscientemente en ellos.
Como dice Castien, los futbolistas de élite no sólo necesitan los atributos físicos y la determinación adecuados, sino que también "necesitan ser atípicos cognitivamente".
Varios clubes de los Países Bajos, así como otros de Europa como la Real Sociedad en España y el Southampton en Inglaterra, han estado utilizando BrainsFirst para poner a prueba a sus jugadores juveniles actuales y potenciales. Castien afirma que, aunque el cerebro se desarrolla a diferentes velocidades en los primeros años de la adolescencia, hacia los 15 años es lo suficientemente estable como para que puedan hacer predicciones fiables sobre la capacidad cognitiva potencial de alguien cuando alcance los 23 o 24 años.
A través de una investigación realizada entre 2014 y 19 años, descubrieron que los jugadores juveniles que se encontraban en el tercio superior en cuanto a puntuaciones cognitivas cuando se les realizó la prueba inicial, tenían un valor de mercado medio unas siete veces superior al de los jugadores juveniles que se encontraban en el tercio inferior en cuanto a puntuaciones cognitivas.
Para jugar el tipo de fútbol que practican equipos como el Manchester City, donde los jugadores cambian de posición con facilidad y juegan algo parecido al estilo holandés de "fútbol total", los jugadores necesitan un perfil cognitivo global fuerte y ser capaces de procesar grandes cantidades de información de forma automática.
Este es el tipo de perfil que el AZ ha buscado en sus jugadores juveniles. Al contar con jugadores fuertes desde el punto de vista cognitivo en todos los aspectos, son capaces de jugar con un estilo fluido en el que los jugadores cambian de posición sin esfuerzo.
Las inferiores del Real Madrid cuenta con jugadores como Tobías Vinicius, por cuyo fichaje permanente el club español podría acabar gastándose más de 18 millones de dólares. Pero el AZ demostró cómo tener los mejores cerebros futbolísticos puede ayudar a su equipo juvenil no sólo a competir con equipos como el Barcelona y el Real Madrid, sino a ganarles ampliamente.