Carl Pei, cofundador de Nothing, una start-up de teléfonos inteligentes, apuesta a que su creativo diseño de software y su atrevido estilo de hardware harán que utilices su nuevo teléfono sin necesidad de cables. En 2020, Pei, de 33 años, junto con Paul Yu y Jesper Kouthoofd, lanzaron Nothing con el objetivo de crear auriculares y smartphones con diseños únicos y experiencias de usuario para destacar en el mundo de los gadgets, que veían como un "aburrido mar de uniformidad."

Su primer teléfono, que funciona con el sistema operativo Android, tenía una carcasa transparente para mostrar sus entrañas tecnológicas, utilizaba materiales más sostenibles e incorporaba luces LED en la parte trasera que se iluminaban al recibir una llamada o reproducir música. Con un precio inferior a 400 dólares, ganó premios de diseño y seguidores de culto.

Para su segundo teléfono, llamado simplemente Phone (2), Pei construyó un dispositivo que pretende ayudar a los usuarios a concentrarse y ejercer el autocontrol, eliminando los elementos adictivos de sus aplicaciones favoritas.

Mientras empresas como Apple, Alphabet, Samsung y otros gigantes del hardware se centran en desarrollar teléfonos para apoyar y hacer crecer la industria de las aplicaciones móviles, estimada en 208.000 millones de dólares (ingresos), Pei va en la dirección contraria. El 11 de julio, Nothing, con sede en Londres y fábricas en India y China, lanzará Phone (2). 

¿Cuál es el fin de Nothing?

Su objetivo es simplificar la vida digital. "Como empresa tecnológica, tienes que ayudar al consumidor a ser más rápido en lo que está tratando de lograr o resolver un problema para él", dice Pei, un miembro de la lista Forbes Under 30 que entró en la lista de Asia en 2016 como cofundador del fabricante de teléfonos OnePlus. "Se trata de hacer un uso intencionado de los smartphones, rebobinar un poco el reloj y devolver la tecnología al lugar donde debería estar".

Para Pei, esto significa construir un dispositivo para des-gamificar los tentadores trucos de un teléfono. Su sistema operativo, Nothing OS, ofrece una experiencia de usuario mínima y monocromática, despojando a las aplicaciones de sus marcas de colores caramelo, alertas incesantes y etiquetas de marca. "El color es muy importante para la marca. Los consumidores están entrenados para decantarse por el rosa intenso de Instagram o el azul de Facebook, dice Pei. "Pero en el Nothing phone, todo es monocromo. Tienes que ser muy intencionado sobre qué aplicación quieres abrir y buscarla".

Otros teléfonos del mercado tienen la parte trasera lisa, pero el dispositivo de Nothing incorpora 900 luces LED dispuestas en patrones geométricos que muestran información clave cuando el dispositivo está boca abajo. Los mensajes de contactos seleccionados hacen que una barra de luces brille en dorado, y las llamadas importantes activan patrones de LED únicos.

Otras secciones pueden llenarse gradualmente de luz para indicar que un temporizador terminó o que el conductor de Uber o la cena para llevar están cerca. Dice Pei: "Puedes hacer más cosas en tu teléfono sin necesidad de abrir aplicaciones y caer en los bucles que te vuelven adicto".

Algunos inversores están interesados. El 28 de junio, Pei anunció que Nothing cerró una ronda de financiación de 96 millones de dólares liderada por Highland Europe. También participaron inversores anteriores, como Google Ventures, la sueca EQT, C Ventures y las estrellas de la música Swedish House Mafia. Con esta última ronda, Nothing recaudó un total de 250 millones de dólares. 

El camino de Nothing: lento pero seguro

Aunque Pei no hizo comentarios sobre la valoración de la empresa, una fuente cercana al acuerdo afirma que está por debajo de los 1.000 millones de dólares. "Fíjese en el ecosistema Android actual. Hay muy poca sensibilidad de diseño, y la gama de productos carece de emoción y de un sentido de exclusividad como el ecosistema de Apple", dice Tom Hulme, responsable de Google Venture en Europa. "Nothing atrae a los tecnófilos. La empresa está yendo al límite en sistemas operativos, hardware y atrayendo a la generación más joven".

Nothing sigue siendo de nicho. En 2022, la start-up vendió 750.000 Phone (1)s y auriculares, generando unos ingresos anuales de 200 millones de dólares. Ese mismo año, Bank of America calculó que Apple facturaría 205.000 millones de dólares solo en iPhones. Con la última ronda de financiación, Nothing planea desarrollar nuevos teléfonos y auriculares para ampliar su delgada línea. "Hemos estado tan centrados en la ingeniería y el envío de nuestros productos que no hemos tenido la oportunidad de invertir en la diferenciación tecnológica a largo plazo", dice Pei. "Esta ronda nos permite hacerlo".

Pei creció en Estocolmo, hijo de dos doctores inmigrantes chinos que se trasladaron a Suecia desde Pekín para investigar el Alzheimer. Fanático de los gadgets, Pei se hizo con el iPod de primera generación a los 11 años. Unos años más tarde, ya hacía jailbreaking en el iPhone original para que funcionara en el sistema de telecomunicaciones sueco. 

Después de la escuela, creó sitios web sobre música, videojuegos, anime japonés y una página de fans de Meizu, fabricante de reproductores MP3, que más tarde le ayudaría a introducirse en el mundo del hardware. En 2008 se matriculó en la Escuela de Economía de Estocolmo, pero nunca terminó su tesis. "Arrogantemente, pensé que no me iba a graduar, así que la escuela no puede atribuirse el mérito si lo consigo en el futuro", dice Pei, sacudiendo la cabeza. "Mis padres no podían entender esta decisión. Me preguntaban: '¿Qué voy a hacer con mi vida?".

Pei empezó una estricta rutina diaria de aprender a programar, ponerse en forma y aprender a tocar la guitarra. En 2008, Meizu, la antigua empresa de MP3 que ahora está en el mercado de los smartphones, ofreció a Pei un puesto de marketing en su oficina de Hong Kong. Más tarde se trasladó a otra empresa de hardware, Oppo, donde se unió a Pete Lau para lanzar OnePlus, una nueva marca de teléfonos que ofrecía teléfonos premium a bajo precio directamente a los consumidores jóvenes.

Pei se encargó de las ventas, el marketing y el desarrollo de productos para el mercado internacional. Centrada inicialmente en el joven mercado chino, OnePlus pronto vio cómo dos tercios de sus ventas procedían de la división internacional de Pei.

Pei dejó OnePlus cuando cumplió 30 años en 2020 y planeó tomarse seis meses de vacaciones. Tras diez días en el sur de Italia, se aburrió y pronto estaba de vuelta en Stocklhom recaudando 7 millones de dólares de la comunidad de emprendedores suecos para lanzar Nothing.

A pesar de una década de experiencia en el sector de la ferretería, empezar de cero presentaba sus retos. El equipo tuvo que aprender finanzas y gestión de la cadena de suministro sobre la marcha. El lanzamiento durante una pandemia supuso una falta de capacidad de la fábrica y de piezas.

Los fabricantes, sobrecargados de trabajo, se mostraban reacios a aceptar a un cliente nuevo en un panorama tan complejo y competitivo como el de los gadgets. Pei explica: "Tuvimos que trabajar con la única fábrica que no tenía otros clientes desesperados por hacer negocio. Y había una razón por la que no tenían otros clientes". Para mantener la producción en marcha, Pei alojó a quince ingenieros junto a la fábrica, supervisando el proceso siete días a la semana.

Su microgestión dio sus frutos. Hasta la fecha, Nothing vendió más de 1,5 millones de teléfonos y auriculares. Su rápido crecimiento y su consolidada presencia en el mercado atrajeron a las mejores fábricas para fabricar su nueva línea de productos centrados en el diseño. Pei afirma: "No intentamos ser Apple 2023. Intentamos ser la Apple de los años 80".

*Con información de Forbes US